Capítulo 4

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Mi celular empieza nuevamente a sonar, miro quién llama y lo pongo boca abajo. Donde no pueda ver ni escuchar el tono de llamada.

Roma me mira de reojo, no dice nada y disimula mirando el periódico que tiene en sus manos.

Se que quiere preguntar, se que quiere hablar del tema. Pero yo no quiero.

No quiero hablar del tema, no quiero hablar de ella.

Mi celular empieza a vibrar, lo levanto por curiosidad, pero no es ella. Vuelvo a poner mi celular boca abajo sobre la mesa.

Roma me mira, en silencio deja el periódico a un lado. A estado conmigo desde temprano buscando un anuncio sobre algún trabajo.

Ya se me acaba el dinero, debo buscar trabajo.

— ¿No le vas a contestar a tu novio? —pregunta.

— No quiero hablar con nadie —la miro de reojo— Además ¿qué quiere hablar conmigo, si lleva días, muchos días, lejos de mi?

Mi amiga se queda en silencio y asiente, al parecer no queriendo llevarme la contraria.

Vuelvo mi mirada al periódico, pero no logro concentrarme. Mi mente viaja a aquella noche, donde estuve en su departamento.

Llevo desde entonces pensando en ella, en lo que estuvo apunto de pasar, en lo que me hizo sentir y en su ex.

No lo creo posible, pero mi corazón dice lo contrario.

— Daf, este fin de semana me iré a casa de mis padres. Aprovechare mis vacaciones para quedarme unos días con ellos e ir a visitar a mis abuelos.

— Si, me lo contaste hace dos días ¿no? —ella asiente— Tranquila, lo entiendo —sonrío para tranquilizarla.

Aunque la verdad es que no quiero quedarme sola, mi hijo aún sigue en casa de mamá y en estos días empiezan las vacaciones de verano y por lo que me contó mi hijo se irán a vacacionar a la casa de una amiga de mamá en california.

Estuve apunto de negarme, pero la verdad es que no pude, lo vi tan entusiasmado.

Además irá con mamá, estará bien cuidado.

Yo no podría darle unas buenas vacaciones.

— No quiero dejarte sola, ya sé que Donovan se irá con tu mamá a California —murmura— ¿Por qué no vienes conmigo?

— Tranquila. Estaré bien aquí —me rio, intentando desesperadamente por tranquilizarla. Pero la realidad es que no tengo el dinero suficiente para irme con ella— me quedaré aquí y seguiré con mi búsqueda de trabajo. Sabes que en estos días pueden aparecer trabajos de verano.

Roma me mira en silencio, más no dice nada. Parece entender que he no importa lo que diga, no me va a convencer.

Ya tome la decisión de quedarme aquí sola, dejando a los demás que sigan el curso de sus vidas sin tenerme presente. Eso abarcar a mis padres, mi hijo, mi mejor amiga y mi novio.

Después de cenar Roma me deja sola y sale a una cita. Es viernes por la noche.

¿Quién en su sano juicio se queda un sábado por la noche en su casa?

Claro, yo.

Pasó nuevamente una semana desde que vi a Dione.

A estado llamándome desde entonces, pero ignoro sus llamadas. Así como también sus mensajes. No sé qué me pasa con ella, no sé cómo me puede molestar lo que pasó cuando tengo tan poco de conocerla.

Tal vez es solo decepción por pensar que ella podría ser diferente.

Aunque es una estupidez cuando apenas la conozco,  no debería de importarme lo que pase con ella.

Eres tú © +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora