Capítulo 17

119 5 0
                                    




— Tienes una semana aquí y ya te quieres ir.

Dione se ríe luego de escucharme. Intenta acercarse pero yo estoy enojada por lo que me a contado hace poco.

Una semana a pasado desde aquel día donde se incendió su departamento, desde entonces se a estado quedando aquí en mi casa y para que mentir, me encanta tenerla aquí. Esto a hecho que nuestra relación se sienta más seria.

— Es cierto, Dione. No te vayas —mi hijo deja su desayuno a un lado para opinar. Ella lo mira con una sonrisa y se acerca para abrazarlo.

— Es que ya es tiempo de que busque nuevo depa —le dice.

Mi corazón se llena de amor al verlos juntos. Mi hijo le a tomado cariño a Dione y es que ella se lo a ganado. Siempre está pendiente a él, cuando no trabaja le ayuda con su tarea o se pone a jugar con él.

Incluso Roma está encantada de tenerla aquí.

Mi casa se siente como un hogar, lleno de ruido, diversión.

— ¿Acaso te estoy corriendo? —me cruzo de brazos, ella me mira con una sonrisa tierna— No me mires así... no quiero que te vayas. Y todos aquí coincidimos con que te quedes.

— Quédate, no quiero ser yo sola la que aguante a esta mujer —Roma entra a la cocina, se sirve una taza de café.

Dione se acerca a mi y me abraza, besa mi mejilla.

— Iré a lavarme los dientes, se me hace tarde —mi hijo se pone de pie— Dione te toca llevarme —le sonríe para luego irse. Si, a mi hijo le gusta que Dione lo lleve a la escuela.

— No te pongas así.

— No quiero que te vayas —miro a mi novia— no puedes acostumbrarme a dormir abrazada a ti y luego querer irte.

— Y me sugieres entonces, ¿Qué me quede aquí para siempre? —asiento, se ríe pensando que estoy bromeando. Al ver que no bromeo me mira con una ceja alzada— No estás jugando.

— Nop —niego con la cabeza.

— Ustedes me están incitando a que tenga novio —escuchamos a Roma quejarse, me rio— No es justo, se ven tan linda y cursi juntas.

— Estás envidiosa, admítelo —Dione le saca la lengua. Mi mejor amiga le enseña el dedo medio en broma.

— ¡Ya estoy listo! —mi hijo vuelve esta vez con la mochila en su hombro.

— Dione —tomo su mano antes de que se vaya— Piénsalo ¿Si?

— Lo haré, bonita —me sonríe.

Dione aprovecha que mi hijo es el primero en salir, así que se acerca y deja un beso en mis labios. La tomo de las mejillas y beso dos veces más sus labios.

— Que tengas un bonito día.

— Ustedes también —me sonríe. Toma sus llaves y sale de casa.

Roma se queda mirándome mientras se termina su taza de café, entrecierro los ojos porque sé no va a tardar en decir algo.

— Es increíble lo... diferente que te ves.

— ¿De qué hablas? —me rio.

— No quiero estar comparando tus relaciones pero es que ahora te ves... diferente. Más sonriente, feliz —me sonríe— Estoy viendo a otra Dafne. Una que por fin se siente tranquila en una relación.

— Dione me hace sentir segura, aunque no te miento, a veces me dan celos cuando otra chica se acerca.

— Sientes celos de que otras se fijen en tu novia —se acerca al fregadero y empieza a lavar su taza— No sientes celos porque ella mire a otras —me mira— Jace desde el principio dejó saber cómo sería en la relación, te lo dije una vez pero estabas cegada con él. Fueron varias veces las que te fue infiel.

Eres tú © +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora