— No sabía que estarías aquí.Es lo único que me sale decir cuando Jace y yo estamos solos, alejados de las demás personas. Miro de reojo a donde está Dione, con sus padres y hermanos. Ella luce más seria de los normal, nunca la había visto así.
— Cuando me dijiste que no podías, pensé que saldrías con Donovan o algo parecido. No me imaginé que me estabas rechazando para venir a esta fiesta con esa chica —Se cruza de brazos, no paso por alto que cuando se refiere a Dione, lo dice con desagrado.
— Ya había quedado con ella, no iba a cancelarle a último minuto —suspiro— Lo siento ¿si?
No sé porque me disculpo, pero lo hago. Al final siempre siento que hago las cosas mal.
— Ya no importa —niega con la cabeza, pero su expresión me dice todo lo contrario. Jace no deja pasar las cosas así tan fácil— Compartimos un rato aquí y nos vamos a tu casa.
— Yo... —miro hacia donde está Dione, la veo entrar a la casa. Quiero ir detrás de ella, hablar sobre lo que está pasando. Pero no es el momento, ni el lugar. Miro a Jace, que está esperando mi respuesta— Esta bien.
Me paso el resto de la noche junto a Jace, pero es como que si no estuviera con él. Cuando habla con las demás personas, sonríe, conversa de diferentes temas. Pero cuando se queda a solas conmigo, se queda en silencio o simplemente toma su celular. Solo habla conmigo si yo le hago alguna pregunta.
No vuelvo a ver a Dione hasta una hora después, la vuelvo a ver junto a su familia, sostiene una copa con su mano derecha.
Nuestras miradas hacen conexión, quiero ir, pero Jace toma mi mano.
— Es hora de despedirnos —entrelaza nuestros dedos y me lleva con él hasta donde están toda la familia reunida— Señores Lombardo, a sido un placer asistir a su fiesta.
— El placer a sido todo nuestro —El señor estrecha la mano de mi novio y luego dirige su mano a mi. La tomo con cuidado— Fue un placer tenerles aquí compartiendo con nosotros.
— Gracias... —sonrío leve.
Suelto su mano, Dione parece estar esperando a que me despida de ella. Abro la boca dispuesta hacerlo, decirle que luego la llamaré. Pero Jace vuelve a interrumpirme, se despide nuevamente de todos y sin darme tiempo, me lleva con él.
Cuando estamos fuera de la casa me suelto de su agarre.
— ¿Por qué fuiste tan grosero? —estoy enojada, muy enojada. Para ser sincera no se si es por la forma en que me sacó de la fiesta o porque no pude compartir en ningún momento con Dione.
— ¡Vi como te miraba! —se sube al auto, hago lo mismo y me pongo el cinturón— Vi las miradas que ella te estaba lanzando.
— ¡Ay por favor! —le alzo la voz, poniéndome a la defensiva.
— No me quieras ver la cara de estúpido, Dafne —Pone el auto en marcha— Es obvio que le gustas a ella. Le gustas a la hija de mi maldito jefe.
— ¿Es tu jefe? —pregunto sorprendida— No me jodas.
¡Lo que me faltaba!
— Si, es mi jefe. ¿De dónde diablos conoces a su hija? —me mira de reojo, para seguir con la mirada en el camino— ¿Sabías tú que es lesbiana?
— Si, si lo sé, ¿Y eso que? —lo miro más enojada que antes— ¿Cuál es el problema con que Dione sea lesbiana?
— No me digas que ahora tus nuevas amistades son de esos.
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Eres tú © +18
RomantikSinopsis. Dafne se sentía fracasada, porque así la hacía sentir la sociedad. Se suponía que a su edad ya estuviera casada, viviendo con su hijo, con un buen trabajo y una relación perfecta. ¡Pero para nada era así! Su vida era todo lo contrario. ...