Eres tú © +18

Capítulo 29

¿Has sentido algunas vez esas ganas de poder retroceder el tiempo o poder detenerlo?

Eso hubiera querido hacer yo cuando vi al amor de mi vida cayendo por las escaleras, mi grito se escuchó por toda la casa.

Olvidándome por completo de mi, corro escaleras abajo donde ahora está mi chica tirada. Lo tomo entre mis brazos llamándola una y otra vez pero no me contesta, no abre sus ojitos hermosos.

— ¿QUÉ HICISTE? —le grito a María, que nos mira desde lo más alto de las escaleras. Mis mejillas están empapadas de lágrimas— ¡LLAMA A EMERGENCIAS!

Vuelvo mi mirada a mi novia, me paralizo al notar que mi yeso ya no es blanco. Ahora está teñido de rojo, se a abierto la cabeza al caer.

María pasa por mi lado, por un momento creo que va a llamar a emergencias pero lo que hace me deja aún más en shock. Arranca con fuerza el cableado del teléfono.

— Espero con todas mis fuerzas que se muera —murmuro para luego salir de la casa.

Sollozo sintiéndome aún peor.

Dejo a Dafne con cuidado en el suelo otra vez y subo lo más rápido que puedo al segundo piso, para ir a la habitación y buscar el celular. Con mis manos temblorosas llamo al 911.

Podría llevarla yo misma al hospital pero no se si le estoy haciendo más daño, si tiene algún hueso roto.

Entre sollozos le explico al chico que atiende lo que a pasado. Me pide que me quede junto a ella y monitoree su respiración.

Pocos minutos después la casa de llena de personas, los paramédicos y policías.

Me dejan ir con ella al hospital, no suelto su mano en ningún momento mientras le pido una y otra vez que no me deje. Pero me obligan a soltarla cuando llegamos al hospital.

En ese momento dos policías se acercan.

— ¿Usted es la pareja de Dafne Allen? —asiento, la oficial me ayuda a sentarme al parecer es la única en notar que en cualquier momento puedo caer— Nos gustaría tomar su declaración.

— ¿Puedes contarnos qué pasó? —pregunta la oficial, siendo más empatica.

— Estaba... estaba con mi novia cuando.. María empezó a llamarme —murmuro con voz entrecortada.

— ¿Quién es María? —pregunta el oficial.

— Una chica con la que estuve —las lágrimas vuelven a salir, me siento culpable— Ella no acepta que volví con Dafne y... le hizo daño por mi culpa —sollozo.

La oficial pone una mano en mi hombro dándome apoyo.

— Dale unos segundos, aún está en shock —le dice a su compañero, el asiente— Respira. Sé que no es fácil, pero cuando puedas necesito que nos cuentes qué pasó, para nosotros poder ayudarlas a ambas.

Me toma nos largos minutos calmarme, el oficial me acerca un poco de agua.

Los padres de Dafne llegan, al igual que Roma y Owen. Intentan acercarse pero dos oficiales más se lo impiden y les pide que esperen mientras testifico.

— ¿Seguimos? —pregunta la oficial.

— Si —suspiro.

Le explicó a ambos oficiales lo que pasó desde el principio, con lujos y detalles. Aunque me duele recrear esa escena en mi cabeza, es importante que ellos sepan cada detalle y sobre todo que atrapen a la maldita de María.

Cuando ellos se van, los familiares de Dafne se acercan a preguntar. Mis padres llegan junto a mis hermanos, el último en llegar es Jace que no para de preguntar por su bebé.