VI

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La reina había fallecido unos meses atrás, y ahora pequeños grupos de bandidos enviados por otro reino atacaban algunos pueblos cercanos a Camelot, tratando de aprovechar el duelo por el que atravesaba el rey.

Arthur se había ofrecido a ir en lugar de su padre y guiar a los caballeros, ahora tenía 20 años y mucha más experiencia en combate, por lo que Uther lo dejó marchar, llevándose 80 de los guerreros; en tanto el resto del ejército vigilaría la capital.

Las tropas se dividieron, la mitad fue al este y la otra al oeste, dónde rodearon un pueblo y lograron repeler a los bandidos que planeaban quemar las casas. Mientras los guerreros luchaban, Merlín usa sus encantamientos para apagar el fuego, y también para mover escombros y poder rescatar a varias jóvenes que estaban atrapadas en una casa.

Después de varios combates finalmente los adversarios se rinden y escapan en sus caballos, la gente sale de sus escondites y comienzan a celebrar la victoria de Arthur, incluso el alcalde del lugar les ofrece una pequeña cena en agradecimiento.

-Iremos a tomar un baño- dice Ironside mientras marchan en grupos al río, dónde limpian sus heridas y también sus espadas.

Unos vigilaban mientras los otros se sumergían en el agua.

-Pensé que el hechicero vendría con nosotros- dice Pellgarde mientras se quita su ropa.

-Parece tener vergüenza, supongo que es por qué apenas es un niño- se ríe Ironside.

-Dejalo, simplemente fue criado con más modales que nosotros- explica Nanashi, quien conocía la situación de Merlín.

-Lo dices como si fuéramos unos salvajes- se ofende Ironside.

-He pensado que también es algo “rarito” y no solo por su edad- continúa Pellgarde- Aunque Gowther también lo es, no tuvo hijos y no volvió a casarse después de perder a su esposa, quizás son cosas de magos.

-Seguramente- sugiere Nanashi.

En tanto ellos estaban en la parte más ancha del río, Merlín estaba al lado de Arthur lavando su rostro en una pequeña vertiente y quitando los restos de cenizas de su capa.

-Puedo preguntar si hay algún lugar adecuado para que tomes un baño- le dice el pelinaranja.

-Estoy bien, no hay que molestar a estas personas- responde la maga- Además, soy quien menos se ensució.

-Te luciste, realmente te has vuelto muy fuerte.

-Tú también, luchaste casi al mismo nivel que tus caballeros experimentados.

-Es por qué Nanashi me enseñó bien- sonríe mientras ven al grupo que estaba en el río, llegar acomodando sus ropas- Bien supongo que ya terminaron.

-Majestad, es su turno si quiere tomar un baño, nosotros vigilaremos- dice Pellgarde.

Merlín se ve tentada a ofrecerse vigilar con ellos, pero luego sus mejillas se sonrojan al pensarlo, además ya había visto suficientes hombres desnudos esa tarde.

Los preparativos finalizan y la gente se reúne en el centro del pueblo, para ofrecer comida y bebida a los guerreros. Los hombres celebran felices, era la primera victoria al mando de Arthur, por lo que envían un mensajero de vuelta al palacio, con las buenas noticias.

-¡Pero no podemos olvidar al qué defendió el pueblo del fuego!- dice Mortlach mientras se levanta de su banca con una jarra de cerveza y se dirige a la figura encapuchada al lado del rey- ¡Por Merlín, el mago de nuestro pelotón!

Ella se levanta tímidamente de la mesa y da una reverencia, entonces una de las doncellas a quien había rescatado del incendio se aparece entre la multitud y se lanza a sus brazos.

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