XIX

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El grupo de soldados regresa a Camelot unos días después, son recibidos por varios habitantes del pueblo quienes los acompañan hasta sus casas. Nanashi es el último en cruzar la puerta del castillo, montaba un caballo gris y sostenía delante de él a Merlín.

Arthur se apresura a ir a su encuentro y la toma entre sus brazos con mucha delicadeza para bajarla.

-¿Por qué has vuelto en este estado?- la regaña mientras la carga.

-A mí también me alegra verte- dice con voz cansada.

-Sabes de qué hablo.

-No quería seguir un día más en Cameliard, además estoy mucho mejor- dice mientras él la coloca en el piso y ella trata de no tambalearse por el cansancio- Solo necesito dormir bien unos días- le sonríe.

-No me veas así- le dice Nanashi- Es igual de terca que tú y no iba a quedarse por más que le insistiera.

-¿Acaso te trataron mal?- le pregunta Arthur en voz baja.

-No, pero era incómoda la forma en que todos me veían como un bicho raro, ah y el padre de Ginebra se me ha insinuado también.

-Voy a matarlo, lo juro- dice el rey.

-Dejalo, mejor dime qué ha ocurrido estos días- Arthur pone una cara de preocupación y entonces algunos miembros del consejo real se acercan a la pequeña reunión.

-Lady Merlín- dice mientras le entrega una pequeña nota- Nos alegra que esté de regreso, aunque parece que su salud aún no se ha recuperado por completo.

-Yo, estaré bien, solo estoy cansada por el viaje.

-Bien, tómese unos días para reponerse y luego le agradeceríamos si se presenta a una pequeña junta con nosotros- dice mientras el grupo se retira.

-¿Me están expulsando verdad?- sus ojos dorados miran curiosos a Arthur.

-Luego te lo explico, ahora vamos adentro, imagino que no has comido bien estos días.

-De hecho si nos dieron bastantes víveres para el viaje, ya te lo dije solo estoy cansada.

Nanashi se despide con una reverencia y Arthur acompaña a Merlín hasta su habitación.

-Linda ropa- le dice mientras la observa quitarse el pesado abrigo y revela un vestido color marfil.

-Ginebra me lo obsequio junto a otras prendas, aunque si me lo preguntas prefiero usar mi ropa habitual, al menos para viajar o combatir.

-Bueno, ahora podrás comprar lo que te guste y vestirte como quieras.

-¿Qué pasó en estos días?

-Muchas cosas…- suspira- Pero mejor dime, ¿Realmente estás bien?- dice mientras acaricia su rostro.

-Si, es solo qué… quizás deba ir a hablar con Gowther en los próximos dias.

-Iré contigo, también me preocupa tu salud, temía… pensé cada noche en tomar un caballo y regresar a Cameliard.

-Eso se habría visto muy mal, no debes perder la cabeza y actuar tan imprudente, por alguien como yo.

-Merlín, eres lo más valioso que me queda- dice con un pequeño sonrojo.

-¿Qué quieres decir?

-Es complicado, pero digamos que todos parecen estar siempre conspirando en mi contra de alguna forma.

-Te diste cuenta también- le dice ella mientras se deja caer en la cama.

-No van a destituirte, por el contrario, ya eres parte oficial del consejo de sabios de la ciudad, lo que te otorga ciertos beneficios y también ciertas responsabilidades.

The KingdomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora