The Kingdom

XXIII

Caminan protegidos por el cubo perfecto, las gradas se van formando a su paso, mientras escuchan como la cueva donde habían estado todo ese tiempo se derrumba a sus espaldas y el suelo se sacude bajo sus pies. La luz del sol finalmente les golpea la cara al llegar a la superficie, todo a su alrededor está cubierto por una cortina de polvo.

Se alejan hasta un lugar seguro y Merlín se deja caer al suelo, visiblemente agotada y sujeta su bastón.

-¿Lo logramos?- dice Arthur, también con el límite de sus fuerzas.

-Si...- responde cansada, el rey ve su mirada triste y sabe que es por lo que pasó con su padre y su hermana, aunque Merlín se hiciera la fuerte, ese tipo de cosas le afectaban.

-¿Qué tan lejos estamos de Camelot?

-Nos tardaría un mes llegar desde aquí- le responde ella.

-¿Tanto? ¿Pero cómo llegaste tan rápido entonces?

-Aprendí un hechizo, para viajar de un lugar a otro en instantes, se llama Teletransportación, pero me tomará un poco de tiempo poder conjurarlo de nuevo para volver.

-Ya veo, ¿Crees que podría ayudarte? Ya sabes cómo con las gradas para salir de ese lugar.

-No, el tipo de poder que posees es diferente- le explica- Es una magia muy inusual.

-¿Cómo fue que lograste salvarme?

-Supuse que mi padre te usaría como... como un sacrificio para la criatura que buscaba invocar, y a cambio él usaría un hechizo para que está le obedeciera, pero recordé una runa muy sencilla, la de Intercambio, así que los papeles se invirtieron y aunque al final era casi imposible controlar esa cosa, al menos no te lastimó, pero al hacer contacto contigo te paso algunas de sus habilidades.

-Así que esté era el poder que tú padre quería conseguir.

-Si, en alquimia lo llaman Transmutación, la capacidad de moldear las cosas a tu antojo y convertir un objeto en otro, no sé cuánto tiempo conserves ese poder, talvez sea algo pasajero, o podría ser permanente- dice Arthur toma una pequeña piedra del suelo y comienza a cambiar su forma hasta volverla totalmente esférica.

-¿Qué pasará contigo?- la ve preocupado.

-Su plan era usarme para extraer seres de ese mismo tipo las veces que fueran necesarias, si bien una buena parte de mi magia fue drenada, con el tiempo volverá a recargarse.

-¿Significa que estarás debilitada un tiempo? ¿Te hará daño?

-Él tenía razón en una cosa, temía a mi propia fuerza y eso me limitaba, pero ahora que la entiendo mejor, se qué estaré bien.

-¿Y esa cosa que logró traer, podría regresar?

-Cerré el portal y de hecho él o eso, había estado hablándome desde hace mucho tiempo, y creo que estaba molesto, pero no conmigo.

-Claro, imagina estar tranquilo durmiendo en tu dimensión y que un tipo loco te moleste cada tantos años y te trate de secuestrar- ella suelta una pequeña risa- Yo también habría estado molesto.

Merlín se acerca a él y revisa sus heridas, sin duda le dejarían más cicatrices en su cuerpo, pero no eran mortales, improvisa un par de vendajes con tiras de su traje y se las coloca.

-Es una lastima que un vestido tan bonito se hubiera desperdiciado- le dice mientras la ve romper la prenda que ya estaba rasgada.

-Puedes descontarlo de mi sueldo- dice acomodándose a su lado y esperando que sus fuerzas volvieran un poco.