XVIII

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Arthur había llegado a Camelot sintiendo un extraño vacío en su interior, sus caballeros no habían hecho ningún comentario sobre el tema de Merlín y al menos agradecía que respetaran eso. Pero era extraño volver a casa sin ella.

-Bienvenido- dice la voz de Morgana desde las escaleras.

-¿Qué haces aquí?

-Supe que fuiste a combatir hasta Cameliard, imagino que con tu victoria, tu compromiso con Ginebra finalmente se va a formalizar en un matrimonio.

-Si esa era tu idea, planeaste mal- dice mientras se reúnen cara a cara.

-No puedes seguir evitándolo.

-Claro que puedo soy el rey, además ella tampoco está interesada en esa unión, brinde mi ayuda, derrotamos juntos a quienes los amenazaban y ahora seguiremos siendo aliados como siempre.

-Escúchame bien- le dice Morgana- Esa corona sobre tu pelo de zanahoria no te da poder absoluto, hay leyes y acuerdos que deben respetarse, no es un juego y ¿Sabes lo que les pasa a los reyes que piensan que pueden hacer lo que les da la gana?

-Hablas como mi padre- niega con la cabeza- Supongo que los reyes así son derrocados, pero solo si sus decisiones son torpes, no he dañado a nadie, no hago las cosas por egoísmo, quiero lo mejor para todos, no solo para los nobles.

-¿No tienes idea de dónde estás parado verdad?

-¿Por qué no me lo explicas?

-Es más divertido que lo descubras por tu cuenta, pero ahora tienes una reunión pendiente con tu consejo de sabios, quieren hablar acerca de Merlín.

-Veo que las noticias viajan rápido- aprieta sus puños.

-No pongas esa cara, no son malas noticias, además ahora podrá dejar de fingir y quién sabe, quizás algún lord importante pueda fijarse en ella y tener un mejor futuro- lleva su mano a su menton- Es más creo que se me podría ocurrir alguien.

-¿Por qué no te buscas un marido propio de una buena vez y dejas de querer emparejar a la gente a tu conveniencia?- le grita el rey- ¿Qué? Tantos años soltera ¿No has encontrado a nadie que te aguante o acaso no te gustan los hombres?- La mujer de cabello castaño levanta la mano y le da una bofetada.

-No me hables así, sigo siendo tu hermana mayor.

-Por suerte y agradece que me enseñaron a no golpear a las mujeres, o…

-No hermanito- lo interrumpe- La suerte fue tuya, de haber nacido hombre tú ni siquiera estarías aquí hablándome y menos en ese tono.

Ella se retira y Arthur frota su mejilla mientras se dirige al gran salón. Los miembros del consejo le hacen una reverencia y lo invitan a sentarse en la cabecera de la mesa, la mayoría de los presentes eran eruditos, otros caballeros o herreros veteranos, y por supuesto Gowther.

-Majestad, nos alegra que regresará sano y salvo- le dice el líder de los ancianos.

-Fue una batalla muy difícil, pero hice lo posible para que las bajas fueran mínimas, nuestro poder militar no se ha mermado.

-Aun así fue una decisión peligrosa- le dice otro.

-Lo sé, pero como explique antes de partir, fue la familia real de Cameliard quien nos solicitó ayuda y aunque está casi al límite de nuestras tierras, es seguro que los enemigos habrían seguido avanzando.

-Lord Zeldris era el hermano menor del rey Meliodas de Liones, es claro que la relación entre ambos no era muy buena y era casi un príncipe renegado, pero también habrá que hablar personalmente con él, para evitar malos entendidos, además parece ser que quien acabó con su vida fue uno de los soldados de Cameliard- explica otro erudito.

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