Arthur levanta a la pequeña Gawain quien a sus tres años era bastante hiperactiva.-Tio Atu- se queja mientras él la sube al carruaje- no me quiedo il.
-Parece que se ha encariñado contigo- le dice Morgause.
-Sabes que pueden venir cuando quieran, está sigue siendo tu casa- responde él.
-Gracias y rezaré todos los días para que los dioses te den sabiduría y te protejan siempre- dice abrazándolo y besando su mejilla, como cuando era un niño pequeño- Nos vemos- se despide mientras sube al carruaje también.
El grupo se aleja hasta desaparecer, Merlín los observa desde la ventana de la biblioteca, aunque aún no podía estar tranquila, todavía quedaba la más importante, lady Ginebra quien al parecer también había aceptado seguir con el compromiso.
Algo le causaba enojo, no solo con Arthur y ella, sino consigo misma. Sabía que si llegaba a sentir algo por el ahora rey, sería una cosa que no tendría futuro, aún cuando Uther ya no estuviera, había ciertas reglas que hasta un rey debía obedecer.
***
Arthur suspira cansado dentro de la habitación que había sido de su padre, la corona encima de su cabeza se sentía como si pesara una tonelada, por lo que ya no soportadolo la arroja a una esquina de la habitación y se tira de rodillas en el piso, a unos metros de la cama.
De nuevo sentía esa opresión en el pecho, sus pulmones trataban de jalar el aire, pero este seguía faltándole, quería gritar pero no encontraba su voz, quería llorar o salir corriendo, cualquier cosa pero su cuerpo no se movía, apoya sus manos también en el piso y cuando su vista comenzaba a oscurecerse, siente unas manos sosteniendo su cabeza.
-Mírame- escucha la voz de Merlin- ¿Arthur que tienes? ¿Estás bien?- niega con la cabeza y ella trata de levantarlo, ayudada con un poco de magia logra moverlo hasta la cama donde desabrocha su camisa y escucha su corazón acelerado- Trata de respirar con calma- dice y se acomoda junto a él, sosteniendo su cabeza sobre sus rodillas.
Arthur cierra los ojos y sigue su recomendación, las manos femeninas peinan su cabello tal como él hacía cuando era pequeña y tenía una pesadilla, mientras es arrullado por su voz que le repite que todo estará bien, que ella está allí con él y que no va a irse a ningún lugar. Finalmente ya más calmado, vuelve a abrir los ojos y nota que Merlín está llorando.
-¿Estás bien?- repite su pregunta y entonces él se incorpora y la abraza, aferrándose con fuerza a ella, como si de eso dependiera su vida y luego busca besar sus labios.
Ella le corresponde, y se deja tumbar en la cama con él encima, dándole cortos besos, hasta que un ruido los interrumpe.
-¡Lo sien...to! - exclama la voz entrecortada de Ginebra quien apenas se había asomado y visto la escena. La de cabellos vino cierra la puerta de la habitación y escuchan sus pasos al echarse a correr.
-¡Mierda! Olvide que seguía aquí- dice Arthur agitado.
-Deberías ir tras ella- le dice Merlín mientras acomoda su ropa y se levanta, pero él la detiene.
-¿Por qué usas ese tono?
-Por que ahora ella será tu esposa no es así, los ví en el jardín.
-Eso... lo siento, mira... tenemos que hablar muchas cosas, pero no es lo que crees.
-Soy consciente de que no la amas- le responde- Pero eso no quita que...- Arthur la calla con un beso.
-Ya te lo dije, tenemos que hablar y si ire a buscarla, pero no por lo que estás pensando, déjame aclararte las cosas, por favor- le súplica y ella vuelve a confiar en él.
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The Kingdom
FanfictionMerlín una de las últimas hechiceras de Brittania, llega a la vida de Arthur Pendragon desde muy corta edad. ¿Cómo cambiarán el destino uno del otro? ¿Puedes enamorarte de la persona a quien juraste proteger?