The Kingdom

XI

-Tu habitación ya no se ve tan grande- dice mientras se recuesta en la cama retirando su capa y zapatos.

-Es por qué creciste, a mi también me parecía enorme la habitación de mis padres y este castillo parecía tan impresionante cuando era niño- Arthur comienza a quitarse algunas de sus prendas y le ofrece una camisa limpia a Merlín- Pero cuando creces las cosas cambian.

-Más bien nuestra forma de verlas es la que cambia.

-Si, quizás, siempre me pareció muy lejano el día en el que llegaría a ser el rey, mi padre era una figura muy fuerte y respetable, que estaba seguro pasarían muchos años antes de querer cederme su lugar.

-Lo harás bien, por qué ya no eres débil y creo que toda la presión que te imponía era para que fueras incluso mejor que él.

-Talvez… no dudo de que mi padre nos quisiera, pero nunca supo expresarlo- dice sentándose en la cama dándole la espalda a Merlín y ella se apoya contra él.

-Sabes algo, de las pocas cosas que recuerdo es que mi padre nunca me veía a mi, es extraño es como si solo fuera un objeto o algo así, nunca le importó lo que yo sintiera, solo…

-No tienes que hablar de eso.

-Quiero hacerlo, con el tiempo he recordado que él también me estaba entrenando para algo.

-Lo sé, mi padre me lo dijo- suspira mientras siente la tibia respiración de Merlin- Dijo que desde que llegaste aquí, Gowther notó que las cosas que él te enseñaba tú ya las conocías, lo que significa que alguien te las había enseñado antes.

-Se que me obligaba a hacer cosas que no me gustaban, fue por eso que escape, o al menos eso recuerdo.

-Ya no importa, ahora estás aquí- se pone nervioso al notar las manos de la hechicera ahora masajeando sus hombros y siente sus labios rozar su cuello- ¿Qué haces?- pregunta aún sin girarse.

-Lo que dijiste hace un rato, sobre tener más experiencia… hay algo que me gustaría intentar.

-No, no lo creo- dice levantándose.

-¿Por qué solo soy tu sirviente?

-No, por qué aún eres…

-¿Qué? ¿Una niña? No podremos avanzar en esto si me sigues viendo de esa forma, además los chicos ya pueden beber o enlistarse como aprendices de caballero, y las chicas ya pueden casarse, incluso se que la reina de Liones ya fue madre.

-Lo sé, pero…

-He probado ser tan hábil como algunos adultos, e incluso superé a mi maestro- continúa su explicación con ese brillo desafiante en sus ojos, algo que a Arthur le gustaba mucho, pero también lo odiaba pues sabía que no se daría por vencida hasta tener una respuesta favorable.

-Lo sé, lo sé y créeme que te respeto, a pesar de tu edad y no solo yo; pero creo que quizás te he confundido con todo lo que hago.

-¿Solo jugabas conmigo?

-¡No! Si te quiero y precisamente por eso jamás me atrevería a… a hacer algo inapropiado contigo.

-¿Nunca? ¿Si te lo pidiera en unos años, seguirías sin aceptar?

-No lo… no tengo que ser yo, seguramente habrá alguien…- las palabras se tropiezan en su garganta, no quería siquiera imaginar a alguien más cerca de Merlín- Quiero decir que no creo ser la persona correcta.

-¿Quién sino el rey al que juré servirle?- le dice mientras comienza a deslizar la ropa fuera de su cuerpo, haciendo que Arthur trague grueso sintiendo su temperatura subir- ¿O realmente, nunca me verás como a una mujer?