Arthur había rogado a todos los dioses que conocía, que por favor su hijo naciera sin problemas y su esposa no sufriera demasiado.
El tiempo había pasado volando estos meses, Merlin sujetaba con fuerza las sábanas bajo sus manos y trataba de reprimir sus quejidos de dolor, mientras cerraba los ojos y buscaba regular su respiración; su padre biológico y Gowther le habían enseñado trucos de meditación que parecían estar funcionando.
-¿No creen que han pasado muchas horas?- le dice nervioso al médico y la partera.
-No majestad, es el tiempo normal además es su primer hijo y lo está haciendo muy bien- explica el hombre.
-Asi es, ya casi lo logras Merlín- le dice la mujer mientras prepara varias mantas.
-Estoy bien…- le dice la pelinegra abriendo un poco los ojos mientras Arthur le pasa un paño húmedo por la frente.
-Si, claro tú siempre estás bien- le responde serio.
-No pelees con ella en este momento- le dice Morgause dándole un codazo.
-No estoy peleando, solo digo que no tiene por qué fingir para que no me preocupe.
-¡Callate!- le responde la pelinegra mientras uno de los jarrones con agua explota debido a su magia que se libera un poco.
-¿Ves lo que hiciste?- le dice Morgause mientras va a recoger las piezas de porcelana.
-Lo siento- se disculpa Arthur y se queda en silencio los restantes minutos.
El médico le da una señal a Merlín que debe pujar con cada contracción y después de un rato finalmente un llanto llena la habitación. Morgause es quien carga al pequeño y lo coloca sobre él regazo de su madre, quien aún respiraba agitada, pero que no duda en tomarlo y dedicarle una sonrisa.
-Se parece a ti- le dice Morgause al ver su cabello oscuro, pero sus ojos se abren revelando el mismo tono que el de sus hermanos.
-Felicitaciones es un niño muy sano y fuerte- le dice la partera mientras lo revisan.
-Majestad ¿No piensa decir nada?- pregunta el doctor mientras Arthur aún sigue sin reaccionar solo cautivado viendo la escena y pensando que todo se trata de un sueño.
-¿Ya soy padre?- pregunta después de un rato y Merlin siente un pequeño deseo de darle un golpe para hacerlo despertar, mientras Morgause solo se ríe.
***
El consejo de eruditos se reúne en el salón de siempre, toman sus plumas y libros, para comenzar a escribir, apuntando el día y la fecha en que el nuevo príncipe había nacido.
Mordred.
Ese era el nombre que sus padres habían elegido. Al ser hijo de alguien a quien consideraban una plebeya, compartiría su derecho a heredar el trono con el hijo varón de cualquiera de sus tías, así como con el primogénito de Ginebra y con el que fuera esposo de Gawain.
-Es una situación un tanto complicada- dice uno de los viejos- En el futuro cuando su majestad se retire, podría haber muchos problemas.
-No creo que Lady Morgana vaya a tener hijos a estas alturas, no hemos sabido nada de ella y es probable que incluso se escapará con algún simple campesino o algo así.
-Veo que es de familia- se burla uno de los viejos.
-En cuanto a Gawain, es una niña muy rara, los rumores dicen que incluso es una maga y sueña con unirse a la milicia antes que ser una princesa, dudo que un noble elija a un potro salvaje como ella.
-Lady Morgause puede tener aún un varón.
-Se lleva muy bien con su hermano, al igual que Lady Ginebra, es lo mejor para garantizar que los futuros príncipes sean amigos.
-Lady Merlín y su majestad proponían dividir el reino en varios territorios y que cada uno gobierne una región en específico, ya luego el más capaz será quien se elija como monarca principal.
-Sus ideas innovadoras son también muy inocentes, me parece una tontería pensar que las mujeres puedan tener el mismo derecho de sucesión que los hombres.
-Quien sabe, en el futuro puede ser que incluso lleguen a dirigir las naciones- dice uno.
-Es ridículo- ríen los más viejos.
***
-No los soporto a veces- dice Merlín quien espía la conversación gracias a Orlondi.
-Viejos tontos- le secunda Arthur quien tiene en sus brazos a Mordred- Ya entiendo por qué nuestros reinos viven siempre en guerras absurdas, por cosas que se pueden solucionar.
-¿Has hablado con el rey de Liones?
-Si, a pesar de lo que pasó con su hermano, me ha ofrecido su apoyo y nos ha enviado obsequios, según Ginebra su hijo podría ser un buen novio para Gawain.
-El príncipe Tristan- dice Merlín con una risa.
-Si, el niño que parece princesa, aunque Gawain tampoco tiene nada de encanto femenino, por eso Ginebra dice que podrían ser una buena pareja.
-Suenas como tú hermana tratando de juntar a la gente a conveniencia.
-Me pregunto dónde estará- suspira Arthur mientras nota como el bebé despierta y se mueve en sus brazos- Hola- lo saluda mientras juega con sus manitas- Veo que estabas prestando atención a nuestra charla, pero no te preocupes, tú puedes ser lo que quieras, un mago, un caballero, o simplemente viajar y vivir aventuras.
-Y sobre todo no tienes por qué fijarte en la hija de Ginebra- dice Merlín tomando a su hijo.
-Merlín eso es una broma.
-No lo sé, la veo muy convencida cada que lo dice- responde.
***
Mordred ahora tenía 4 años, solía tener insomnio por las noches, a veces su madre se quedaba con él para que pudiera dormir, está vez había logrado conciliar el sueño, pero despertado en medio de la noche.
Su vista estaba fija en el armario de su habitación, Orlondi estaba dormido en el borde de su cama, la respiración del niño se acelera un poco cuando la puerta de este se abre lentamente, sin embargo no grita, ni hace ninguna reacción.
Una figura femenina emerge desde el interior y camina hasta el borde la cama, tarareando un suave melodía, el vampiro no parece notar su presencia.
-No te asustés pequeño- dice la mujer mientras pasa su mano por el cabello de Mordred.
-¿Tia Morgana?- dice bajito.
-Así que sabes quién soy.
-Te he visto en las pinturas que decoran el salón en el ala oeste y también… se que eras la persona que me ve dormir por las noches.
-Sin duda eres un prodigio igual que tú madre ¿Me tienes miedo?
-No, no siento que quieras hacerme daño, no eres como el abuelo.
-¿El abuelo? ¿Te refieres al rey Uther?
-No, él también viene a verme algunas veces, pero hablo de mi otro abuelo, siempre me dice cosas malas de mis padres, no le agradan mucho, a ti tampoco, pero no los odias, solo estás triste ¿Por qué estás triste tía Morgana?
-Me han pasado muchas cosas, pero tú puedes ayudarme a que no esté triste, ¿te gustaría venir conmigo?- le ofrece la mano y el niño sale de la cama.
-Está bien, iré contigo- le responde.
-¿En serio?
-Si, está bien si voy contigo- le sonríe el niño mientras toma su mano y luego abren la puerta de la habitación, desapareciendo en medio de la noche.

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The Kingdom
FanfictionMerlín una de las últimas hechiceras de Brittania, llega a la vida de Arthur Pendragon desde muy corta edad. ¿Cómo cambiarán el destino uno del otro? ¿Puedes enamorarte de la persona a quien juraste proteger?