A pesar de lo que habíamos hecho por la noche ninguno de los dos tuvo un sueño profundo así que en cuanto amaneció volvimos a la residencia. El suave sol de la mañana me calentó el cuerpo cuando caminé por las colinas verdes. San dijo que iría al taller mientras yo iba por mis cosas a su casa.
Cuando entré dejé escapar un profundo suspiro. No podía creer que ese sería el último día que estaría ahí. Me recargué contra las puertas, observé todo a detalle y con tranquilidad, desde el suelo pulido de mármol hasta el candelabro de cristal que colgaba del techo. No quería demorarme mucho, de lo contrario tal vez ya no podría irme.
Subí hacia mi habitación y al igual que en la entrada me detuve un instante para verlo todo. El fresco aire entraba por los ventanales totalmente abiertos. Ya no había ninguna cerradura para mí.
No tenía realmente muchas cosas, pero San dijo que si había algo que quisiera llevarme podía hacerlo. Recogería la ropa, los supresores, y a Monny... quien se emocionó mucho al verme de nuevo. Lamenté que tal vez él también extrañaría esa casa.
Tomé una maleta deportiva que estaba en el armario y guardé todo. Estaba terminando de empacar cuando escuché unos suaves golpes a la puerta. Se trataba de Wooyoung quien en cuanto me vio se acercó a abrazarme.
—Yeosang... tuve mucho miedo de que algo les pasara— fue lo primero que dijo —¿Cómo te fue? ¿Descubriste algo?
La ola de emociones y recuerdos cayó sobre mi de repente. Estaba a punto de contarle todo cuando otro par de golpes llegaron a la puerta. Wooyoung se giró para ver de quien se trataba y se sorprendió al ver a Hongjoong.
Yo lo había llamado. Para lo que tenía pensado hacer necesitaba que ambos me ayudaran. Nos quedamos en silencio por unos instantes. Hongjoong entró y cerró la puerta.
—Bien ¿Por qué me pediste que viniera? —preguntó con elegancia.
—¿Tu lo llamaste? — Wooyoung estaba confundido.
Hongjoong se adelantó hasta nosotros. Yo tomé aire antes de hablar.
—¿Recuerdas que antes de que fuéramos a la ciudad, me diste una prueba de embarazo?
Pude ver como la incomodidad recorrió a Hongjoong por un breve instante.
—¿Hiciste qué? —le preguntó a Woo y éste volteó a verlo con los ojos muy abiertos.
No les di tiempo de comenzar una discusión, lo que menos quería era prolongar por más tiempo mi estadía en esa casa.
—Me hice la prueba.
Los dos me observaron consternados. Comencé a asentir antes de hablar.
—Fue positiva. —un extraño dolor me recorrió la garganta, no sabía cuanto había deseado poder contarle a alguien más acerca de esto.
La boca de Wooyoung se abrió en una grande 'O' y su rostro palideció de inmediato, por su parte Hongjoong se quedo rígido, con las líneas de expresión de su rostro muy marcadas.
—¡¿Le dijiste a San?! —preguntó el castaño elevando un poco el tono de su voz. El mayor que estaba más cerca de él, pudo sostenerlo de la boca para que se callara. Esperamos unos segundos confirmando que nadie ajeno a esa habitación había escuchado. No pude evitar fulminarlo con la mirada.
—No, Woo, no le dije nada, y no pienso hacerlo —ambos clavaron con una fuerza sorprendente sus ojos en mi.
—¿De qué estás hablando? —esta vez fue Hongjoong quien habló.
—Creo que ambos saben perfectamente que no piesno quedarme en la casa. Tengo que hacer algo con respecto a los omegas. Tener un hijo en estos momentos no es una opción.
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La Casa De La Mafia: SANSANG
FanfictionSansang. Omegaverse. Kang Yeosang era conocido como Dóberman, un beta de los suburbios más peligrosos de toda la ciudad, dedicado a la trata de la raza más pura de la sociedad, los omegas. No recordaba cómo había llegado a ese negocio, ni tampoco c...