Capítulo 3 - Rhys Windsor

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«Desordené átomos tuyos para hacerte aparecer...»

Puente - Gustavo Cerati


Fons, Ash, Aeropuerto Internacional «Rey Delta» - 1 de Junio - Año 525

RHYS

Estuve diez años alejado de mi familia, de un lugar a otro, viviendo de todo un poco, pero luego de que muchas cosas sucedieran en ese lapso de tiempo, voy a volver a Remia. Me enteré de lo sucedido y al ver el desastre que había ocurrido en Ajax no pensé dos veces la posibilidad de regresar, volver a verlos y asegurarme de que se encontraran a salvo, y afrontar ese miedo que me persigue desde que abandoné Remia, de una vez por todas. Será incomodo verlos después de tanto tiempo, aunque estoy seguro que me olvidaré de esa sensación apenas vea a mamá y a Vlas, porque los he extrañado mucho en diez años, y porque les hice una promesa... Les dije que volvería. Aunque eso no quita que no funciona así con mi padre, él fue la principal razón de que haya abandonado todo después de que los primeros dieciocho años de mi vida haya sido aquel que parecía tenerlo todo para ser el siguiente líder de Remia, su sucesor. Luego de la muerte de Demian todo se desvirtuó y el final de mi vida en Remia se dio cuando en una discusión con mi padre me obligó a abandonar todo lo que me unía a ellos, desde mi apellido, hasta mi herencia y estatus social, y cuando ya no me quedaba nada, sólo me encontraba perdido, entre tantos sentimientos que nunca llegaron a concluir, por esa razón me fui... Dejando todo atrás.

Aun así, el tiempo pasó, ya no tengo dieciocho años, no soy la misma persona que fui cuando era el príncipe de Remia, y también perdí el miedo que le llegué a tener a Rygal Di Rem alguna vez. Ese miedo se convirtió en esperanza, la esperanza de ver de nuevo a Vlas y a mamá. A ellos fue a quienes más le afecto mi partida, y aunque yo también sufrí al separarme de mi familia, igualmente tuve que hacerme fuerte y no pensar en lo mal que me sentía luego de tener que abandonar mi vida, y dejar a las personas que más quería y me importaban en Remia. Por su propio bien.

No seré capaz de explicarles todo lo sucedido en estos últimos diez años y la razón por la cual no volví antes, sé que nunca me entenderían, cuando ni siquiera yo puedo hacerlo. Sé que mamá podría hacerlo, ella estuvo ahí esa noche cuando abandoné Remia, fue la última persona que estuvo a mi lado antes de que todo se acabara, ella lo supo, comprendió mi sufrimiento, porque pasaba por lo mismo que yo, pero Vlas era pequeño, y nunca estuvo al tanto de todo lo que sucedió ese día, a mamá le duele solo recordarlo, y no se lo contó, por esa razón, si tan solo él lograra conocer el verdadero trasfondo de todo lo acontecido y la verdadera razón de mi partida, tal vez podría llegar a perdonarme, aunque quizás no merezca tal trato luego de abandonarlo, y romper esa promesa que le hice cuando Demian murió.

Asumir que no era la misma persona que hace diez años podía llegar a ser arriesgado y algo demasiado subjetivo, aunque tenía argumentos para sustentarlo, con todo lo que pasó, un poco había cambiado. Gané y perdí personas, a la vez que cosas importantes, y sufrí más de lo que esperaba, aún con tal dolor en mi alma. Pero no todo fue malo, y tuve una luz a mi lado que me acompañó todo ese tiempo, fue lo que me llevó a cambiar y dejar de lado cualquier resentimiento que haya tenido hacia aquellos que me dieron la espalda, pero con quienes todavía tenía una deuda pendiente. Podría decir que no olvido mi pasado, pero que prefiero seguir hacia adelante sin mirar atrás, y no cometer ningún acto del que pueda arrepentirme más tarde. Ya tenía mucho de lo que arrepentirme, una carga que llevaré por la eternidad.

Mientras tanto...

—Diez años sin ver a tu familia... ¿Cierto? —preguntó Lara tomando asiento al lado de Rhys. Ella estiró su brazo intentando alcanzarle el vaso de café que él le había pedido.

LA LEYENDA DEL SCIRE - Di Rem-WindsorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora