Capítulo 15 - Enfrentar la realidad - Secretos del alma II

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«El amor se hace más grande y noble en la calamidad...»

El amor en los tiempos del cólera - Gabriel García Márquez


Remia, Crystel, Residencia Windsor - 19 de Junio - Año 525

Rhys bajó a la planta baja, no sabía muy bien qué hora era, pero no era tan tarde... Su madre estaba en la casa, la vio pasar de una habitación a otra mientras caminaba por el pasillo... Tenía algo que hablar con ella, pero antes de eso necesitaba saber cómo estaba Vlas.

—Mamá... —la llamó, al entrar a la habitación.

Clio se encontraba acomodando algunos libros en los estantes recostados a las paredes de la habitación. Ella se dio la vuelta al oír su nombre.

—¿Qué sucede cariño? —preguntó, dejando de lado lo que estaba haciendo, y volviéndose a su hijo.

—¿Has podido hablarle? —preguntó él, ni siquiera fue necesario que mencionara su nombre, ella iba a entender.

—Oh... No, anoche dejé algo de comida en su puerta, hoy también... Pero no da respuesta —respondió Clio, con su voz un poco afligida.

—Vaya, sabía que esto sucedería. —Rhys rascó su nuca. Hacía dos días sucedía lo mismo con su hermano, ya comenzaba a preocuparse—. Sé que te hace sentir mal que él esté actuando así, mamá... Perdón por eso, a mí también me duele verlo en ese estado.

—No es tu culpa, cariño... Era inevitable, ahora sólo queda ayudarlo a salir adelante, y apoyar lo que él quiera, sin importar la decisión que tome. —Clio posó su palma en la mejilla de su hijo, y sonrió débilmente.

—Mamá... —musitó Rhys, él sabía a qué se debía ese gesto. Era miedo—. Está bien, me siento igual... Pero, es el deseo de Vlas, y sí él quiere priorizar la vida de ella, no podemos hacer nada.

—No puedo perder otro hijo, Rhys... No quiero volver a pasar lo que pasé cuando Demian se fue, o cuando no estuviste a mi lado estos últimos diez años... Ahora que los tengo a mi lado, ¿Por qué tengo miedo de quedarme sola otra vez? ¿Por qué nada puede salir bien por lo menos una maldita vez en nuestras vidas, Rhys? No podemos ser felices... ¿Qué hicimos para merecer este castigo?

«No llores mamá... Todo estará bien», pensó Rhys. Abrazó a su madre apenas ella comenzó a llorar. Ella se aferró a sus brazos, y él sostuvo su tristeza... La compartió. «¿Todo estará bien? Quizás soy demasiado optimista».

Diez años atrás usó las mismas palabras para con Demian, y él no tuvo salvación frente al destino que les aguardaba, esa maldición que no tenía final. Ese parecía ser su único poder, maldecir a quienes más amaba con simples palabras esperanzadoras... Él no era su madre, sólo ella podía ser capaz de otorgar esperanza, él era un demonio, y su sentencia era la tragedia, aquella que los iba a atormentar hasta que pudiera acabar con todo para siempre. Por eso no quiso decir nada, y se tragó el consuelo, así como el dolor que le causaba verlos sufrir.

Era mentira que todo estaría bien, él sabía que si Vlas elegía la vida de Zenda por encima de la suya... Su alma se desvanecería por la eternidad, y sólo quedaría su recuerdo en sus vidas. Comprendía la actitud de su madre, comprendía que ella, más que nadie, quería que Vlas no tomara esa decisión, porque amaba a Vlas más de lo que amaba a cualquier persona. Él también amaba a Vlas, pero de la misma manera, aceptaba lo que fuera que él quisiera para su vida, porque amarlo significaría dejarlo ir... Si ese era su deseo.

LA LEYENDA DEL SCIRE - Di Rem-WindsorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora