Los ojos de Freen analizaban de lejos a la castaña de ojos marrones sentárse en la mini tribuna al otro lado del patio. Ella todavía tenía la pose seria y fría.Hacía cerca de una semana desde que hablaron y después de aquello Becky no le contestaba más. Freen había intentado de todo, pero había sido imposible. Becky realmente se había enfadado.
- ¿Pelearon? - La voz de Nam sonó detrás de Freen, haciendo la menor asentir.
-Fui un idiota con ella. - dijo Freen y Nam miró a Becky, frunciendo los ojos ligeramente debido al sol intenso.
- Eres muy valiente. - dijo Nam. - Nadie aquí se atrevería a ser idiota con ella después de saber que casi mata a la antigua líder de aquí. --comentó. -Sólo no la mató porque la otra se rindió.
- ¿Esas informaciones son verídicas? - preguntó Freen.
- Dicen que sí. Dicen que la mujer murió días después y que fue Becky quien la mato, pero no llevo la culpa porque supo disfrazar el crimen.
- Becky no sería capaz. - Freen murmuró y Nam se rió.
- ¿Te estás enamorando? -Preguntó. -Porque sólo así puedes creer que ella no sería capaz. Ella es la líder de aquí, Freen.
Freen se quedó callada. No discutiría sobre su opinión con nadie más, al final nadie allí conocía a Becky como ella. Estaba allí hace poco tiempo, pero a pesar de eso aún era la persona que más conocía a Becky allí. Claro que quizás Noey y Irin conocían mejor a la chica y exactamente por eso no discutían sobre Becky. Nadie entendería.
-No me estoy enamorando. - dijo Freen. - Pero me gusta mucho.
- Tres semanas y ya estás enamoradita. - dijo Nam riendo, soltando un pequeño ronquido.
- No estoy muy bien para humor hoy, Nam. Lo siento. - dijo Freen tristemente, sonriendo débil antes de caminar hasta su celda.
Aquel día la luz del sol no haría diferencia. Iba a ser un día feliz, ella había organizado en su agenda esa fecha desde hacía meses. Su sobrina cumplía tres años y ella ni siquiera podía darle un abrazo, quién dirá aquel montón de cosas que había organizado.
Ella se sentó en su cama y se puso a llorar bajito, preguntándose dónde había errado en su vida para estar pagando un precio tan alto. Su abogada no había vuelto a dar noticias, mucho menos su hermana.
¿Cómo estaría Judie? ¿Preguntó ella sobre Freen? ¿Se habría acordado Friend de comprar el unicornio para la niña en su nombre?
Con el corazón roto Freen apoyó la cara en las rodillas, abrazando las piernas para llorar en posición fetal. Ella siempre peleaba con su hermano. ¿Cómo no pelear? Era bastante irresponsable. Claro que tenía apenas dieciocho años, pero tenía una hija a quien debía responsabilidad y muchas veces no la ejercía, dejando el cargo vacante a Freen.
La niña estaba más apegada a su tía Freen que a su propio padre. A pesar de tantas peleas, Freen y Heng habían pasado horas organizando aquel día. Algo que jamás se repetiría. Ni Judie cumpliría tres años otra vez y ni Freen tendría a su hermano para organizar algo en conjunto. El nudo se apoderó de su garganta y ella se desplomó en un llanto intenso, pero paró cuando sintió una mano en su hombro.
- Hoy es el cumpleaños que mencionaste, ¿no? - preguntó Becky, ignorando toda la frialdad del transcurso de la semana y Freen asintió, teniendo sus ojos hinchados y rojizos.
La castaña suspiró y se sentó a su lado, trayéndola a sus brazos en un abrazo apretado. Freen no vaciló, cayendo en un llanto fuerte, teniendo su cara enterrada en la curva del cuello de la castaña.
- Sh... -Becky susurró y Freen la abrazó aún más fuerte, dejando sus defensas abajo.
- Yo la cuidaba como una madre. - dijo Freen en medio del llanto y Becky suspiró. -Contaba historias y jugaba con ella. Yo... la extraño mucho.
- ¿Cómo es? - preguntó Becky, queriendo entretener a la pelinegra. Freen respiró hondo, pensando en lo que diría.
- Es dulce, divertida. -Comenzó, recordando la pequeña figura. -Ella tiene el color de mis cabellos y ojos, pero su piel es un poco más clara. - dijo Freen, secando algunas lágrimas antes de esquivar el abrazo de Becky para mirarla. - Ella es tan inteligente para su edad, tienes que ver, Becky... - Becky suspiró, viendo un brillo hermoso centellear en los ojos de la pelinegra.
- Ella parece adorable. - Becky dijo y Freen finalmente sonrió.
- Cielos, lo es. - dijo Freen y Becky puso la esquina de los labios en una media sonrisa.
- ¿Te gustaría hablar con ella? - preguntó Becky y Freen asintió tristemente. - Sabes esta mañana conseguí algo... - dijo Becky, sacando algo de su sostén. - Tengo que devolverlo a las cinco, pero ¿qué tal si conozco su voz? - Freen abrió la boca en completa sorpresa al ver un teléfono celular en la mano de Becky.
- ¿De verdad me lo prestarías? - Freen preguntó y Becky se rió.
- ¿Bromeas? Me hiciste sentir curiosidad por esta niña. - Becky habló y Freen sonrió. - Sólo espera un minuto, voy a llamar a Irin para que vigile mientras estamos en la llamada.
- ¿Estamos? - Preguntó Freen confundida.
- ¿De verdad crees que no la voy a saludar? - preguntó Becky y Freen se lanzó en sus brazos, abrazándola fuertemente.
-Cielos, te besaría ahora mismo. -Freen comentó. -Gracias, Becky. Nunca lo olvidaré. - La castaña sólo asintió un poco incómoda porque Freen había dejado un beso en su mejilla y luego se levantó.
- No hace falta que me lo agradezcas. - Ella dijo, desapareciendo de allí. Cuando volvió vio que Freen se había lavado la cara y estaba golpeando el pie ansiosamente contra el suelo.
- ¿Y entonces? - Freen le preguntó con expectativa y segundos después vio a Irin parar frente a su celda, con los brazos cruzados mientras Becky cubría parcialmente la vista del lado de afuera con sábanas.
- Ven aquí. - Becky pidió, sentándose en la cama de Freen con la espalda en la cabecera, de espaldas a las rejas y Freen se acercó, sintiendo a Becky tirando hacia el centro de sus piernas antes de sonreír. - Girate hacia adelante. - dijo Becky riendo, viendo que Freen estaba paralizada mirando sus labios. - ¿Tu hermana tiene alguna red social o algo para hacer video-llamada?
-Tiene. - respondió Freen y Becky sonrió.
-Entonces ponla en línea. Haremos una videollamada. - Becky no podía entender el tamaño del sentimiento que despertó en Freen al ayudarla con eso y, aun peleadas, era demasiado bueno volver a estar entre los brazos de la castaña.
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PRISIONERA || FREENBECKY
Ngẫu nhiên¿Que harías si por un golpe del destino, fueras presa siendo inocente? Freen Sarocha no se asustó tanto cuando fue mandada a juicio, al final su familia tenía la cuenta bancaria desbordando de dinero lo suficiente para pagar el mejor abogado del pa...