Freen puso la sonrisa más bonita que tenía en su rostro, falsa, pero nadie lo sabría. Becky le pidió que sonriera para disimular, así que lo haría.El camino a la celda de Becky parecía eterno y ella hizo lo que la castaña le pidió: dejó a muchas presas verla entrar en el lugar. Irin levantó la cabeza y se levantó al ver a Freen allí.
- Voy a buscar a Mani. Cierren la sábana que dejo el aviso allí afuera y llamo a alguna idiota para avisar si viene alguien. - dijo Irin antes de retirarse. Becky saltó de la cama de arriba y tiró de la sábana, tapando la visión de ambas para el lado de fuera y Freen tragó en seco.
- ¿Ella, Mmm, es tu compañera de celda? - preguntó Freen y Becky negó.
- No comparto celda con nadie. Irin comparte la celda con alguna idiota por ahí. -Ella dijo y Freen suspiró, viendo que su pie empezaba a temblar de ansiedad.
- ¿Por qué he venido? - preguntó Freen y Becky la miro, apoyándose en la litera antes de cruzar los brazos y sonreír, levantando una ceja.
- ¿No es obvio? - Freen la miró sin dar respuesta por un momento, hasta que recordó que necesitaba hablar.
-Huh, en realidad no. - Becky asentó y apuntó a la cama de abajo.
-Puedes quedarte en ella por ahora y tengo algunos libros debajo de la litera. Puedes leer un poco si quieres, nos quedaremos aquí un tiempo para que crean que estamos teniendo sexo.
Freen se sintió aliviada internamente, pero cientos de dudas rodeaban su mente.
- ¿Por qué haces esto? - preguntó Freen cuidadosamente.
- Me llamo Becky. -La otra dijo al azar.
-No pregunté tu nombre. - contestó Freen y sólo entonces se acordó con quién hablaba.
Ella tenía que perder esa manía de decir todo lo que realmente quería, ya no era la jefa millonaria, ahora era sólo una novata, lo suficientemente estúpida para haber respondido malcriadamente a la persona más temida de toda la prisión.
- Sé exactamente lo que me preguntaste, no soy sorda. - Becky lo dijo secamente. - Resulta que no quiero contestar.
- Lo siento. - dijo Freen, agachandose a buscar un libro para leer. -Dios, me encanta este libro. - Freen dijo con los ojos brillantes al ver un libro de novela policial entre la pila de libros. - Recuerdo haberlo leído cinco veces.
- Estamos en paz. - habló Becky, apoyándose en la pared para tener una mejor vista de Freen.
- Olvidé pedirle libros a mi hermana para que me los trajera, así que no tengo nada que leer. - dijo Freen, leyendo hoja por hoja.
- Puedes llevarte cualquiera que quieras. - dijo Becky y Freen levantó la cabeza, mirando a la chica.
- Gracias. - Freen habló sinceramente. - Sé que no quieres hablar de por qué estás haciendo esto, pero significa mucho para mí. - Becky asintió y Freen volvió a mirar los libros.
- Estoy leyendo esto. - dijo Becky al ver a Freen pasar por el libro de poemas de una autora que conocía. - ¿Te gustan los poemas? Estoy sorprendida. - dijo Freen sonriendo y pudo ver el comienzo de una sonrisa querer dar en la cara de Becky.
-Leo de todo, no me limito a los géneros. Si la sinopsis llama mi atención tendrá mi lectura o si ya conozco al autor y me ha gustado algo de él, apostaré mis fichas en sus libros. - Ella respondió y Freen asintió.
- Lo he leído, pero me encanta. ¿Puedes seguir leyendo, pero en voz alta? - preguntó Freen y Becky parecía pensativa.
- ¿Podemos turnarnos? - Ella preguntó y Freen asintió, un poco sorprendida por eso, acostándose en la cama de abajo y viendo a Becky subir a la de arriba con el libro. - No te acostumbres a esto.
-Entendido. - dijo Freen riendo.
-Sólo lo hago porque me encanta leer y no porque me lo pidas. - Becky lo dijo fríamente.
- Lo sé. -El silencio predominó por unos segundos, hasta que la voz de la castaña llenó el ambiente.
- Y en el amor me encontré inestable, y en el amor me encontré segura, el amor ya fue mi desgracia, sin embargo, también fue mi cura. - Freen sonrió al oír la voz siempre grosera sonar dulce y llena de vida al recitar el poema.
-Al amor me di, por amor lloré, pero a pesar de tantas controversias, jamás olvidé a quién con el alma amé. - dijo Freen junto con Becky, al final amaba ese poema.
El silencio se instaló en el ambiente después de eso. Becky quería seguir leyendo, pero sin entender por qué, estaba temerosa. Haber oído a Freen decir algo con tanta pasión la hizo sentirse extraña.
Llevaba toda la vida solitaria para permitir encantarse por una desconocida.
Se enfrentaría a una prisión entera de reclusas, pero huiría de una sonrisa dulce de la pelinegra.
- ¿Qué tal si vamos al patio? - dijo Becky después de unos minutos. - Hemos estado aquí unos buenos minutos. Al menos un rapidito podría haber dado, pensarán que fue eso.
- Oh, está bien. - dijo Freen, salió de la celda sólo para ver a la policía Noey sonriéndole a Irin. Le pareció extraño, pero cada uno con su vida, pensó.
Sintió que sus latidos se desplazaban por todo su cuerpo cuando Becky entrelazado sus manos, jalándola hacia el patio.
Freen, por primera vez, vio ese camino a través de la visión de Becky: Conforme iban pasando, todas las reclusas bajaban las cabezas o desviaban la mirada.
- ¿Por qué tienen tanto miedo de ti? - preguntó Freen en un susurro y se sorprendió al oír una risa baja de la castaña.
- Preguntas demasiado. - dijo Becky, subiendo las mini-gradas de madera y tirando de Freen en su regazo tan pronto como se sentó.
- ¿Tendré que caminar, Mmm, contigo todo el tiempo? - preguntó avergonzada.
- Sólo en los primeros días para que todos sepan que no deben tocarte. - dijo Becky y Freen se sentó en sus puernas, pasando un brazo por su cuello, temerosa, sólo para estar más cómoda en la posición. - Después podrás volver con tus amigas e ir a mi celda de vez en cuando para que no levantemos sospechas.
- Me gustaría saber un día por qué estás haciendo esto por mí. ¿Me lo dirás? - preguntó Freen y Becky suspiró, asintiendo.
- Un día, Sarocha. - dijo Becky, mirando alrededor sólo para ver a tres líderes de cada grupo juntas, acercándose a ellas con Millie.
- ¿Qué pasa? - preguntó Freen confundida al ver a la castaña apretarla contra su cuerpo.
-No te atrevas a alejarte de mí bajo ninguna circunstancia. ¿Entendido? - preguntó Becky solemnemente y Freen se sentó, preocupada. Becky respiró hondo y puso la expresión más inflexible en su cara.
Las líderes nunca se juntaban, algo bueno no saldría de allí.
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PRISIONERA || FREENBECKY
عشوائي¿Que harías si por un golpe del destino, fueras presa siendo inocente? Freen Sarocha no se asustó tanto cuando fue mandada a juicio, al final su familia tenía la cuenta bancaria desbordando de dinero lo suficiente para pagar el mejor abogado del pa...