Capitulo 50

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Maratón 3/5

- ¡Fini, no vas a tener tiempo! - Becky se quejó, sintiendo a Freen dándole besos a lo largo de su cuello. Ella podía sentir la sonrisa pegajosa que su novia abría al oír eso.

- Entonces vamos al baño... -murmuró la pelinegra, apretando la carne del muslo de Becky.

Una semana ya había pasado y el gran día de la entrevista de Becky por fin había llegado. La castaña succionó el aire casi con dificultad y miró en la mesita al lado de la cama el reloj marcar cinco y veintitrés de la mañana.

- Pero ella va a llamar a la puerta del baño. - Becky insistió, mordiéndose el labio inferior al sentir los dedos de Freen deslizarse hacia abajo de su blusa, tocando la piel de su vientre.

- Podemos decir que nos estamos bañando y que ella espere un poco. - dijo Freen, sentándose en la cama y empujando a Becky para sentarse con ella. - Vamos, cariño... sólo un rapidito... no hemos tenido sexo desde que saliste de la cárcel. - Freen apeló poniéndose un pico en los labios. - La semana fue agotadora para ambas y por eso siempre dormimos pronto y, bueno, por las mañanas ya sabes lo que pasa...

- ¡Tiaaaa! - La voz fina irrumpió en la habitación, haciendo suspirar a Freen. Ella había despertado a las cinco de la mañana ese día para tratar de tener un poco de tiempo libre con Becky, pero su sobrina decidió levantarse temprano también, por lo visto. - Buenos días, ¡buenos días! - Judie dijo sonriente al abrir la puerta.

- ¡Buenos días, mi amor! - dijo Freen, dirigiéndose a Becky. -Te dije que fuéramos al baño. -susurró, haciendo reír a Becky.

- ¿Ya podemos comer? - Judie preguntó, viendo a Freen reír.

-Primero ve a tomar tu baño. - dijo Freen, viendo la cama hundirse así que la pequeña subió en la misma. - Becky y yo también vamos a tomar el nuestro y nos encontramos en la cocina .

- Pero tengo hambre. - Judie se quejó y Becky la miró, cruzando los brazos.

- Rosa aún no ha llegado. -La castaña dijo y Judie suspiró. - Entonces sé una buena chica y obedece a tu tía, si no, ella se pondrá muy triste. -Judie asintió frenéticamente al oír eso.

- ¿Voy a escoger mi ropa y tú me ayudas en la ducha? - La chica le preguntó a Becky. -Sólo dime si lo estoy haciendo bien. La tía ya me enseñó qué hacer. - Dijiste orgullosa de si misma y Becky sonrió.

- Claro que te ayudo. -Respondiste suavemente.

- ¿Qué dijimos sobre no molestar a Becky mientras estoy aquí? - Freen preguntó y Judie la miro avergonzada.

- Tu tía es una pesada. -  dijo Becky al ver la carita de la niña. - No me molestas y yo te ayudaré, ¿sí? -Habló con una sonrisa en la cara.

-No quise decir que te molesta en general, sólo quería decir que tienes tus cosas que hacer y puedo ayudarla. - Freen explicó.

- ¿Entonces Becca puede ayudarme? - Judie preguntó y Freen se rió al ver la cara que hacía.

- ¿Pero antes ella me va a ayudar, de acuerdo? -  preguntó Freen. - Ya entra en el baño después de elegir la ropa que en unos minutos ella va allí.

- Bien. - La chica dijo que estaba emocionada, y salió corriendo a la otra habitación. Freen miró a Becky al oír su grito, lo que acabó haciendo que Judie se detuviera y la mirara.

- Sin correr, ¿de acuerdo? ¿Recuerdas nuestro trato? - La niña asintió antes de sonreír e ir caminando al otro lugar.

- ¿Cuál es el secreto que hace que siempre te obedezca? - preguntó Freen y Becky rió, negando con la cabeza inmediatamente.

PRISIONERA || FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora