PRISIONERA || FREENBECKY

Capitulo 28

- ¿Bec? - Freen llamó en mitad de la madrugada, haciendo a la castaña abrir los ojos inmediatamente.

- ¿Qué? - Preguntó medio dormida y Freen se dio vuelta en la cama, enterrándole la cara en el cuello.

- Tuve una pesadilla. - Dijo bajito y Becky no dijo nada, sólo envolvió uno de sus brazos alrededor de Freen y comenzó una caricia suave.

- ¿Quieres contarme? - La castaña preguntó y Freen asintió.

- Yo salía de aquí y tú te quedabas... y yo nunca te volvía a ver. Tú no querías dejarme visitarte, en esa mierda de pesadilla. - dijo Freen y el silencio se extendió por el ambiente.

- Shhh.. - Becky habló, depositando un beso en el cabello negro. La pelinegra la abrazó fuertemente antes de volver a hablar algo.

-Es exactamente lo que harás, ¿no? - Freen preguntó y Becky la miro. A pesar de la oscuridad podía ver con claridad los ojos tristes de Freen.

-Soy pobre fuera de aquí. - dijo Becky por fin. - No tengo a nadie afuera. Ni siquiera tengo dónde quedarme. - Confesó. -Nunca fui a la universidad, y tengo antecedentes, lo que hará que mis posibilidades de conseguir un trabajo sean más difíciles. - Su mano fue a la cara de Freen únicamente para enjugar una lágrima solitaria. - ¿Es eso lo que quieres para tu vida?

- Te quiero en mi vida y no importa el resto, Becky. -Freen habló y la castaña humedeció los labios.

- Te mereces algo mejor, Freen. Alguien que pueda ser...

-- ¡No! -La pelinegra la cortó. - No necesito a alguien rico, ya soy y sé que el dinero no puede comprar amor. -Habló firmemente. - No necesito de alguien formado en algo, Becky. Mira, puede que no tengas un lugar en la alta sociedad, pero me cuidaste mejor que nadie antes.

- Cuando tu salgas, me quedaran un año y medio, Freen. - dijo Becky tristemente. - Puedes encontrar a alguien afuera y...

- ¡No! -La cortó de nuevo. - Un año y medio no es nada cerca del resto de nuestras vidas. - Becky sintió sus ojos arder, nadie había insistido en ella de esa manera.

- Me conoces desde hace dos meses Fini.

- Pero me he dado cuenta de que el corazón de la chica que me dio una nota hace años no ha cambiado y me gusta eso de ti.

- ¿Podemos... no hablar de eso ahora? - Becky pidió y Freen asintió tristemente.

- Está bien. - dijo Freen y se inclinó, aplicando un beso en los labios de la castaña antes de darse la vuelta, tirando del brazo de Becky junto con ella, haciéndola abrazarla. Hacía semanas que Becky no dormía en su cama, Freen siempre la quería allí con ella.

- La tercera vez que nuestras vidas se cruzaron fue en un hospital. - dijo Becky de la nada, abrazándola más fuerte. - Y es por esa vez que sé que te mereces algo mejor que yo. -Freen se giro a ella rápidamente, analizando minuciosamente sus rasgos.

- No puedes decirme sólo eso. -Dijo y Becky se rió.

-Yo puedo, en realidad, pero no lo haré. - Ella dijo. - Mi abuelo tenía una rara enfermedad pulmonar y por eso vivía internado. - Ella empezó, no viendo por qué ocultarle eso a Freen. - Él necesitaba dos cirugías, pero era un valor exorbitante y no teníamos condiciones, así que yo trabajaba de cualquier cosa que apareciera.

- ¿Eran de Florida? - Freen preguntó y Becky asintió.

- Nos mudamos aquí porque conseguimos un lugar en un hospital mejor para él. - Becky explicó. - Él estaba a punto de morir y yo sentía mi mundo entero derrumbándose, sin embargo fui contemplada con la noticia de que el número de habitación de mi abuelo habia sido sorteado por una donadora y con ese dinero pudimos pagar una de las cirugías que pasamos años posponiendo. Eras tú, Fini... - Freen vio el labio inferior de Becky temblar y llevó una mano a la cara de la castaña, espantando las lágrimas con el pulgar.

- Siempre hago donaciones a hospitales, pero no tenía ni idea de la magnitud de mi ayuda. -Freen confesó y Becky sonrió tristemente.

- Me regalaste siete meses más con mi abuelo y nunca, nunca lo olvidaré. - Dijo, abrazando más a la pelinegra. -Siempre quise agradecerte, pero nunca tuve la oportunidad, así que gracias, Freen.

- ¿Siete meses? - preguntó Freen confundida y Becky asintió.

- Como dije, necesitaba dos cirugías. Sólo hicimos una. -Freen sintió que su corazón se comprimía en su pecho y su boca se secaba.

-Como... por qué tú no... deberías haberme contactado. Yo podría... - Maldito planeta donde sin dinero permitían morir a alguien. ¿Qué tipo de crueldad era ésa? -Lo siento, Becky. Perdóname, yo podría...

-No. No te hagas esto, mi amor. - Becky pidió al ver que Freen había empezado a llorar. - No podías saber nada. Sin ti moriría en semanas. Me diste el mejor regalo del mundo, siete meses más con él. - Dijo, viendo a Freen todavía desolada. - Sólo te conocí allí por Freen Sarocha, sin rostro, sólo un nombre. Cuando te vi entrar aquí y ser anunciada como Freen Sarocha no pude creer que las dos personas que más admiré en la vida eran la misma persona.

- Lo, ¿por qué no intentaste contactarme?

- Eras rica e importante, nunca dejarían que una pobre hablara contigo. Te busqué en las redes sociales, pero no te encontré. -Becky confesó. - Y ni siquiera te conocía para pedirte todo eso del dinero.

- Te lo daría. Cielos, te lo habría dado sin pensarlo dos veces. -Habló con firmeza. -Por favor, perdóname.

- Sé que me lo habrías dado. -dijo Becky sonriendo débil. -Eres tú, la persona dueña de un corazón gigantesco.

- Me siento impotente y vacía. - Freen habló y Becky la besó dulcemente en los labios.

- Eres el ángel de mi vida, no deberías sentirte así- Dijo Becky

- ¿Entonces por qué sigo sintiéndome así? -  preguntó Freen sintiendo un agujero en su pecho y Becky suspiró.

-Porque esa eres tú. Tiendes a sentir la necesidad de mejorar el mundo y odias las injusticias. Esa eres tu, Fini. -La pelinegra humedeció los labios, aún frustrada.

- Si pudiera haber salvado a mi padre lo habría hecho, Becky. No puedo creer que podría haberte ayudado. Yo no...

- Sé cómo te sientes. - dijo Becky. - Yo también intenté salvar a mi abuelo, pero mira la diferencia entre una rica y una pobre... Tuve que terminar presa para eso. - Freen levantó la cara y la miró.

- ¿Qué quieres decir, Becky? -La castaña suspiró. Diría que la razón por la que fue arrestada sin remordimientos, le diría porque Freen la tenía por completo.

Le diría porque finalmente se sentía lista para ello.

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