Capitulo 23

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- ¿Demore? - preguntó Becky riendo al entrar en la celda aún con el pelo mojado y Freen sonrió, viendo a Becky recoger su cepillo de dientes e ir al lavabo.

- Debo besar demasiado bien para que estés tan desesperada. - dijo Freen, riendo con la lengua entre los dientes al ver a Becky fusilarla con los ojos. - Sólo quise devolvértela, lo siento.

Ella puso su atención en el libro que leía, pero la verdad es que no leía nada. Estaba concentrada en cómo su corazón se había acelerado al ver a Becky entrar en aquella celda y, no, no se trataba de sexo, sino de cómo su corazón se venía acelerando cada vez que la castaña se acercaba.

Un mes. Un largo mes, mes donde todo podría haber sido peor, pero Becky no había dejado que pasara. Ella había cuidado de Freen incluso cuando todavía llevaba la máscara de durona.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió que su cama se hundía y luego ella giró la cara hacia Becky, quien sonrió antes de enterrar la cara en su cuello. Ella suspiró y cerró el libro.

-Mira quién está toda cariñosa. - habló Freen riendo y luego se quejo al sentir que Becky mordió su hombro.

- No te burles de mí. - Becky se quejó y Freen se dio la vuelta, atando su cintura con uno de los brazos.

-estoy bromeando, tonta. - dijo Freen, dándole un beso largo. -Te adoro así. -Habló, pincelando su nariz en la de Becky.

- ¿Me adoras, hm? - Becky habló, inclinándose para tomar los labios de Freen en un beso manso. La pelinegra dejó el libro y se entregó totalmente al beso, sintiendo la textura de aquellos labios rosados y helados por el reciente cepillo de dientes.

La lengua suave de Becky se encontraba con la suya gentilmente, mientras la mano de la castaña se deslizaba hacia abajo de su blusa, arrastrando las uñas, delicada y lentamente por su piel, haciendo que su cuerpo entero se erizara.

- Tenemos una hora hasta que la policía empiece a revisarnos para apagar las luces. - Becky habló contra sus labios. - ¿Está segura de que quieres continuar con esto ahora o prefieres esperar? - Freen la miro intensamente antes de responder.

- Una hora da para divertiremos mucho, ¿no crees? -  preguntó Freen y Becky asintió, alejandose de ella antes de atar la famosa sábana en los barrotes y quitarse la blusa, dejando el sostén negro a la vista para luego volver a acostarse, esta vez sobre Freen, pegando sus bocas sin perder tiempo.

La pelinegra sintió una sensación extraña en su estómago y abrió los ojos sin dejar de besar a Becky, viendo el rostro blanco y extremadamente delicado pegado al suyo, los ojos cerrados, destacando las pestañas negras y perfectamente diseñadas; Ella tenía una expresión de pura satisfacción en su rostro mientras se besaban y los cabellos mojados caían sobre sus hombros. Allí mismo Freen se enteró de que estaba jodida.

El toque sencillo y suave de Becky por dentro de su camiseta hizo que Freen se sintiera flotar, cerrando los ojos únicamente para dejarse sentir las nuevas sensaciones que su cuerpo le estaba proporcionando. Becky se inclinó más sobre ella y comenzó a distribuir pequeños y delicados besos por su mandíbula, migrando hacia su cuello, haciendo a Freen alzar ligeramente el cuello para dar acceso total a la castaña.

Su corazón latía frenéticamente y ella intentó disfrazar el hecho de que jamás se había sentido así antes. Allí no era sólo lujuria, había algo más, algo que sería mejor si Freen no sintiera, pero era demasiado tarde. Eso ya había consumido cada fibra de su ser.

La pelinegra jadeo cuando Becky sujetó la carne de su cuello entre sus dientes antes de deslizar la lengua hasta el lóbulo de su oreja, haciendo latir su centro. Sus manos, que hasta allí estaban inmoviles, fueron a la espalda de Becky, soltando el broche del sostén de la castaña para luego arrastrarlo lentamente por sus hombros, haciendo a Becky levantar su tronco para que Freen tire de la pieza de sus brazos. Ella sacó el sostén de sus brazos y fue sorprendida cuando Freen la giró en la cama, tomando la posición de arriba. Ella fue a levantarse para quitarse la camiseta, pero olvidó que era una litera y terminó golpeando la cabeza en la cama de arriba, llevando una mano hasta la cabeza antes de pronunciar un "Ouch."

PRISIONERA || FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora