Becky respiró hondo tan pronto como su pie volvió a pisar el suelo; el aire fresco levemente frío invadió sus pulmones, haciéndola cerrar los ojos para sentirlo esparcir su cabello. Sus ojos se abrieron automáticamente en cuanto sintió los dedos fríos de Freen entrelazándose con los suyos.- Han pasado tres años, Freen. - dijo Becky finalmente, notando una línea formándose en la cara de Freen, tirando de su sonrisa junto.
- Ven conmigo. -dijo Freen , tirando de la mano. La mirada de la castaña capturaba cada milímetro de visión, desde los pájaros cantando en aquella tarde hasta la hierba extremadamente verde, contrastando con el azul del cielo. - Creo que aquí está bien. - La chica habló, sentándose en la hierba y cruzando las piernas. Becky la siguió con los ojos antes de sonreír.
-Wow. - La castaña dijo y Freen la miro.
- ¿Qué? ¿No te vas a sentar conmigo? -La pelinegra preguntó y Becky se mordió el labio inferior.
- No es eso. Es que... creo que nunca me he sentado en un parque antes. - Ella dijo. - Digo, no para disfrutar de la vista.
-Creo que algunas rutinas no permiten eso. - Freen habló. - ¿Te sientas aquí cerca? - Usó su tono más tierno, no dejando otra opción para Becky sino sentarse a su lado, volviendo a entrelazar las manos.
- Estoy libre. - dijo Becky después de unos segundos, todavía no creía que después de tanto tiempo ella estaba en libertad. Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Freen antes de que ella asintiera.
- Nunca te había visto con otra ropa que no fuera el uniforme. - Ella dijo, analizando a Becky con adoración. - Digo, no después de que me arrestaron. -Se corrigió al recordar que la vio, aunque de un vistazo, en el pasado. - Eres aún más hermosa. - Becky suspiró y humedeció sus labios.
- ¿Puedes... decirme qué pasó ahora? -preguntó Becky lo que realmente quería saber, viendo a Freen asentir y empezar a explicar todo lo que había ocurrido, sin dejar nada a un lado.
La chica hacía algunas pequeñas pausas sólo cuando veía una sonrisa tímida nacer en los labios de Becky conforme iba entendiendo que todo no había sido más que un malentendido.
- Y entonces... - dijo Freen, mirando el antebrazo blanco de Becky antes de comenzar una delicada caricia en el. - ¿Todavía somos novias o ya no me quieres ahora que estás libre y seguramente tendrás un harén de mujeres a tus pies? - Becky rió bajito.
- No seas tonta. - pronunció Becky sutilmente, removiendo un mechón intruso de la cara de Freen. -No hay forma de que no te quiera. -La mirada de la pelinegra se levantó lentamente, mirando a Becky. Sus mejillas se sonrojaron ligeramente antes de que una sonrisa brotara en sus labios.
- Te extrañe mucho. - murmuró Freen, inclinándose unos pocos centímetros sólo para deslizar la vértice de su nariz por la cara de Becky en una caricia cargada de ternura. Los ojos se encontraron después de eso y la intensidad contenida en ese intercambio de miradas hizo que ambas suspiraran al mismo tiempo.
Fue Freen quien tomó la actitud, chocando la superficie de sus labios sobre los de Becky, sintiendo a la chica corresponder con el mismo afecto. La pelinegra gimió bajito en puro deleite en el encuentro de lenguas; jamás se adaptaría a la forma como se sentía cada vez que se besaban: Como si estuviera flotando o en alguna especie de burbuja, donde la gravedad dejaba de existir.
- Siento haber creído los rumores. - murmuró Becky todavía con las bocas juntas, recibiendo un beso largo de Freen, que apoyó un brazo en su cintura mientras el otro estaba sobre la hierba sosteniendo el peso de su cuerpo y sentandose aún más cerca.
-Olvídalo. Ya pasó. - Freen habló.
- Empezaron ese estúpido rumor de que le habías dicho a la guardia que preferías no decirme nada y nunca volviste a buscar tus cosas... Yo...
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PRISIONERA || FREENBECKY
Random¿Que harías si por un golpe del destino, fueras presa siendo inocente? Freen Sarocha no se asustó tanto cuando fue mandada a juicio, al final su familia tenía la cuenta bancaria desbordando de dinero lo suficiente para pagar el mejor abogado del pa...