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Narrador.
Camila se estaba preparando para salir con su amiga Mariela. En unos días empezaban las clases, y Camila lo quería aprovechar lo más que podía, ella odiaba el colegio.
Ella, estaba revolviendo todo su placard tratando de encontrar su remera con cuadros de colores, era una de sus favoritas.
Estaba con un jean rojo con una cadenita que le rodeaba la cintura, le encanta armar conjuntos de ropa coloridos y que resalten.
Al no encontrar la remera que quería, tuvo que salir de su cuarto para buscar su remera, sin olvidar el hecho de que ella no tenía una puesta, se ve que mucho no le importaba que su hermano la viera en corpiño, después de todo, era su hermano.
Danilo.
Estaba tirado en el sillón con Carlos, hablando de cualquier cosa.
— Todavía me acuerdo de la cara de Hernan cuando le metí alto caño. —dije mientras me reía.
— Uuh, me acuerdo. Lo dejaste ahí parado, quedo re duro. — dijo para después comenzar a reírse.
Seguimos hablando y riendo, pero nuestra charla fue interrumpida por la hermana de Carlos.
A ella, la había visto un par de veces nada más. Si, solo un par de veces.
Despegue mi mirada de Carlos, cuando ella habló.
— Carlitos viste mi reme... — se interrumpió ella sola.
Cuando me vio, se empezó a sonrojar, a tal punto de parecer un tomate.
Me quede mirandola, no sabía cómo reaccionar.
Carlos se paró y la agarro de la muñeca, arrastrándola hacia afuera.
Camila.
Estaba parada al frente del tender, ya con mi remera puesta.
— No tenes que salir así, aunque no haya nadie en casa. — dijo con el ceño fruncido.
Mi mirada estaba posada en el piso, estaba muerta de vergüenza.
— ¿Entediste?, parece que no me estás prestando atención. — volvió a hablar.
— No va a volver a pasar. — dije, por fin, mirándolo.
