Lo verdaderamente difícil [Xiao X Aether] [Lyney X Aether]

26- Necesitados de respuestas

Fontaine, Francia

Para ser sincero, Aether ya sospechaba lo que su pareja le estaba preparando como regalo de aniversario, lo ha llegado a conocer muy bien que nada le sorprende, pero aún así, lo espera con ansias.

Una maravillosa cena, por supuesto.

Aún recuerda el primer aniversario de noviazgo, Lyney lo llevó al cine a ver una película de comedia, posteriormente lo llevó a comer a un restaurante elegante y regresando a casa es obvio lo que sucedió, tuvieron una noche pasional.

Y este año, la sorpresa fue, una comida casera hecha completamente por Lyney aunque a este no se le de del todo bien cocinar algo que no sean dulces.

— Se ve exquisito, Lyney. — Dijo Aether quien se encontraba sentado en espera de que su pareja termine de ordenar la mesa. — Haz hecho mis comidas favoritas.

Lyney sonriente y satisfecho por haber sorprendido a Aether, sirvió los platos que hacían falta y sostuvo la barbilla de Aether para que le mirase a los ojos.

— Ma vie, tú te mereces todo lo hermoso y bueno de este mundo y trato de ser eso para ti. — Con su pulgar acarició con suavidad la mejilla del chico  frente a él.

Ciertamente Lyney tenía un trato muy lindo con él y de muchas formas eso lo hacía sentir bien, es una relación muy sana y para nada tóxica, Lyney confía en Aether y Aether en Lyney.

— Yo para el aniversario... Tengo una sorpresa mayor para ti. — Aether sonrió ampliamente. — Lynette se está encargando de eso en estos momentos y lo traerá enseguida.

— ¿Que será? Debe ser algo grande para que necesites la ayuda de mi hermana. — Lyney frotó su nariz con la de Aether en un gesto tierno de cariño y amor puro. — Te amo, Mon lapin.

— ¿Lapin...? Ese es nuevo, qīn ài de. — Aether cerró los ojos al sentir la cercanía de Lyney para nada incomoda.

Lyney es una persona que ama expresar su amor a palabras y actos de servicio, le encanta consentir a su pareja y decirle siempre y a todas horas lo maravilloso que es tenerlo en su vida, eso hace con Aether cada vez que puede y un día tan especial como hoy, no será para nada la excepción.

Pronto, un beso lleno de cariño se hizo ver, no se profundizó, más bien, fue un pequeño beso travieso de piquito, pero muy tierno.

Aunque la paz se vió completamente arruinada cuando hubo unos golpes a la puerta que los hizo salir de su ensoñación.

— Lynnette debe traer ya tu regalo, ¿Estás listo para verlo?

— Me pregunto que será. — Lyney sonrió.

— Tu quédate aquí, sentado que yo voy. — Aether se puso de pie.

Invitando a Lyney a sentarse, Aether caminó feliz hasta la puerta de su habitación, definitivamente el regalo que le tiene preparado a Lyney será el mejor regalo que podría haber en la vida, sabe lo mucho que ama a los pequeños animales y en especial a los gatos.

Es uno muy pequeño, de pelaje negro y hermosos ojos verdes, lo encontró a las afueras del teatro cuando salió de ver a Lyney una ocasión y le pidió a Gaming cuidar del pequeño al menos unos pocos días para que Lyney no se enterara, posteriormente, Gaming se lo entregó a Lynnette.