A Dónde Vayas.

Frontera.

Emma dejaba besos en la espalda desnuda de Daryl para despertarlo y cuando lo escuchó gruñir en la almohada sonrió

- Debes dejar de hacer eso linda si vas a dejarme solo- le dijo con la voz ronca

- Solo quería saludarte antes de irme - besó su mejilla y se dejó caer a su lado

- Quédate - le pidió abrazándola por la cintura mientras enterraba el rostro en su cuello

- Me encantaría pero tengo responsabilidades señor Dixon

- Solo lo dices porque te encanta patear el trasero de Aaron mientras entrenan - Emma rió y abrazo a su esposo

- Puede ser... estaría muy enfadada con Jesús si le hubiese enseñado mejor que a mí - Daryl sonrió y busco sus labios para besarla mientras la atraía más cerca de su cuerpo - Daryl - susurró ella al sentir sus besos bajar a su cuello

- Por favor... quédate... - ¿cómo podía resistirse a eso? Pensó Emma mientras dejaba que él continuara besándola, podría pasar toda la vida entre sus brazos sintiendo sus caricias y besos, así que se quedó porque por mucho que se divirtiera entrenando con Aaron prefería mil veces más hacer el amor con su esposo.

- ¿Día ocupado? - le preguntó la rubia cuando por fin pudieron saciar la necesidad que sentían por el otro, Daryl acariciaba su espalda desnuda luciendo pensativo y eso nunca es bueno.

- No... solo estoy preocupado por Lydia, se está haciendo cercana a Negan y eso no es bueno

- Se lo que piensas pero él está haciendo un esfuerzo Daryl y no... no redime lo que hizo, lo sé pero aún así... esta aquí y puede que no te guste pero ha sido bueno con ella, pudo escapar miles de veces y aún así a pesar de sus comentarios estúpidos, sigue trabajando y haciendo lo que le dicen.

- Lo se linda pero no puedo perdonar ni olvidar lo que hizo, soy consciente de que salvo a Judith y... Quizás tenías razón cuando dijiste que podía cambiar pero no puedo evitar como me hace sentir que siga aquí - Daryl suspiró y besó la frente de su esposa, no quería pelear por Negan o por cualquier otra cosa, estaban tan bien que no quería arruinarlo pero sabía que ella lo consideraba su amigo a pesar de todo lo que habia hecho y siempre habia sido motivo de discusión entre los dos.

- Te entiendo... no voy a intentar convencerte de que lo aceptes, ya me di cuenta de que eso no va a pasar así que solo ignora su presencia ¿si? No quiero verte estresado por eso - el cazador la miró extrañado de que simplemente dejara ir el tema, ella solía insistir en que solo necesitaba una oportunidad - ¿Que?

- Me sorprende que no insistas más - ella le sonrió y se incorporó para besarlo

- No voy a cambiar lo que piensas y no voy a pelear contigo por eso, simplemente no lo vale... podría hacerlo si quieres pero prefiero gastar mis energías en otra cosa - el cazador acarició su mejilla y le sonrió - Además algunos maduramos con los años - se burló la rubia, él la tomó de la cintura y los giró en la cama

- Repite eso - la retó besando su cuello, Emma cerró los ojos disfrutando sus caricias y cuando estaban a punto de dejarse llevar nuevamente alguien golpeó a su puerta, Daryl se acercó a su oído y le susurró - Solo ignorarlo, se cansarán de tocar y se irán - ella sonrió acariciando sus espalda para luego besarlo pero los golpes no disminuyeron

- ¡Daryl! ¡Emma! Necesitamos que vengan, tenemos un problema - la rubia sintió como el cuerpo de su esposo se tensó

- ¡Enseguida vamos! - gritó mientras tomaba el rostro de Daryl entre sus manos - Sea lo que sea lo enfrentaremos juntos - él le sonrió y la besó para luego levantarse y comenzar a vestirse, ella lo imitó y minutos después bajaban las escaleras para ver qué era lo que sucedía. Daryl la tomó de la mano porque era la única manera en la que podía sentirse tranquilo, sabiendo que estaba su lado, aún con todos los problemas que pudieran tener en Alexandria ella se mantenía firme para apoyarlo y siempre lograba calmarlo.