Nuevos Amigos.

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Emma buscaba mantenerse entretenida ayudando, habían llegado personas nuevas a la comunidad que Michonne había llevado con ella, las mismas que la habían ayudado cuando los atacaron en el cementerio y ahora uno de ellos y Alden estaban perdidos.

- Tara, déjame ir contigo - le pidió cuando se enteró que saldrían a buscarlos - Alden también es mí amigo, necesito... asegurarme de que esté bien

- Emma no se si sea buena idea, con todo lo que pasó - la rubia respiró hondo y tomó la mano de Tara

- Por favor, puedo hacer esto... se que estabas enojada conmigo por irme, yo estaba enojada porque me sentí desplazada por ti pero eso quedó en el pasado... ya nada importa, no desde que lo mataron. Sabes que puedo hacerlo - Tara miró a Emma, sabía que estaba mal todavía pero también sabía que la chica sabía moverse afuera y le vendría bien alguien como ella.

- Bien Em, puedes venir pero debes obedecer lo que diga incluso si no estás de acuerdo

- Puedo hacer eso - le respondió encogiéndose de hombros

- ¿Necesitas un arco? - la rubia negó con la cabeza

- Quiero la espada de Jesús... si no te molesta me gustaría conservarla hasta que....

- El hubiese querido que la tengas, se que entrenaban juntos y sabrás usarla - la interrumpió Tara - andando entonces - Emma comenzó a caminar hacia la salida pero Daryl la alcanzó deteniendo su paso

- ¿A donde vas?

- A buscar a Alden - le respondió queriendo seguir caminando

- Emma no es necesario, ellos pueden encargarse - La chica sabía que estaban preocupados por ella pero aún así debían entender que no era una muñeca que necesitara protección, podía ocuparse de lo que había que hacer porque en todos esos años que se sintió vacía había aprendido a hacerlo aún a pesar de no tener motivos para ello.

- No voy a perder a nadie más a mano de esa gente Daryl, puedes entenderlo o puedes enojarte conmigo, la cosa es que de todas formas voy a salir - la chica lo miró a los ojos para que supiera que no iba a cambiar de opinión

- Emma no... no quiero pelear - le pidió

- No lo hagas, volveré pronto - le dijo dejando un beso en su mejilla para después correr hacia donde el grupo la esperaba - okey andando - les dijo mientras tomaba el cinturón que Tara le ofrecía con el cuchillo y la espada de Jesús, la miró por unos segundos antes de abrocharla a su cintura.

El camino por el bosque era lo más silencioso que podían, ahora no solo debían preocuparse de los caminantes sino de aquellos que lo parecían pero no lo eran.

- Lamento lo de Jesús - Kal los acompañaba y se puso a su lado mientras caminaban

- Es gracioso como la gente sigue diciéndome eso, como si fuera la única que sufre por su... muerte - le respondió Emma suspirando - Ustedes estaban juntos desde el principio Kal, yo debería decirte eso a ti

- ¿Sabes porque lo hacemos? - la chica negó con la cabeza - Cuando Jesús llegó aquí, apenas si estaba dos días antes de volver a salir... siempre fue así, todos estábamos agradecidos y se ganó nuestro respeto pero no dejaba que nadie se acercara lo suficiente como para quererlo. Hasta ese día que llegaste después de la tormenta de nieve. ¿Lo recuerdas?

- Solo se quedó por el invierno - negó la chica recordando esos días donde todo era más tranquilo y él empezó a ganarse un lugar en su corazón

- Eso jamás lo detuvo antes Emma, se quedó por ti y construyó un hogar, no solo un lugar al que volver cada tanto, sino un verdadero hogar. La gente te dice que lo siente porque para nosotros es como si fueras su... viuda. Se que no estaban casados pero se siente así, todos lo sentimos así. Lo hiciste feliz y le mostraste otra forma de vida, para nosotros que los vinos enamorarse y construir algo juntos fue suficiente porque incluso cuando te fuiste siguió peleando para que Hilltop sea lo que es hoy por si un día volvías.

A Dónde Vayas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora