A Dónde Vayas.

We Don't Work.

Emma respiraba lentamente mientras miraba su objetivo con el arco preparado para disparar, sabía que tenía que hacer esto bien o se arrepentiría. Oculta entre los arbustos, completamente quieta como si estuviera congelada, aspirando el aroma a bosque después de la lluvia de día anterior, liberó la flecha que dio directo en su objetivo. Bajó el arco y sonrió por la victoria, salió de donde estaba y se acercó a su víctima

- Parece que es un empate - le dijo Daryl a su espalda al ver a la ardilla atravesada por dos flechas diferentes, la chica volteó a mirarlo y negó con la cabeza, definitivamente aquello le recordó a la primera vez que se vieron

- Te rindes demasiado rápido Dixon - le contestó divertida - ¿Quieres hacerlo más interesante?

- ¿Que tienes en mente?

- Una presa más, el primero que la atrape y gane puede pedirle lo que quiera al otro y no podremos negarnos - Daryl sonrió ante esa propuesta

- Tienes un trato Em - Extendió la mano para que ella la tomara y tiró de ella para acercarla - yo jamás pierdo una apuesta - le susurró haciendo que la rubia se pusiera nerviosa y se alejara con las mejillas sonrojadas.
Daryl rastreo lo que parecía ser otra ardilla y ambos se separaron  para cazarla por su cuenta, el cazador fue el primero en disparar pero falló y su flecha quedó clavada en el árbol, la rubia en cambio corrió para acercarse más pero si flecha de todas formas erró y lo peor de todo era que había perdido de vista al animal

- ¿Buscabas esto? - le preguntó Daryl al verla mirar los árboles, cuando giró para verlo notó al animal en su mano y negó con la cabeza - Parece que gané

- Fue suerte - le dijo ella encogiéndose de hombros

- Admite que soy bueno - la chica rió por el deja vú que toda la situación le provocaba.

- Puedes reclamar tu premio - él se acercó hasta ella, se acercó tanto que solo estaban a unos centímetros el uno del otro y acomodó el cabello de la chica detrás de su oreja antes de sonreírle

- Lo voy a hacer, solo que no todavía - le dijo en voz baja, Emma sonreía sus piernas aflojarse ante sus palabras y desvió la mirada dando un paso hacia atrás mientras se maldecía por como la afectaba tenerlo tan cerca, en cambio Daryl estaba encantado por ver cómo ella reaccionaba ante él.

- Volvamos a la cabaña ¿Quieres? - llevaban toda la mañana internados en el bosque y aunque no habían cazado mucho habían pasado un momento muy divertido.

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- Estoy muerta, creo que voy a irme a la cama - había pasado una semana desde que Daryl había llegado y habían sido de los mejores días que Emma había pasado en mucho, mucho tiempo. Aunque por las noches se abrazaban para dormir, nada había pasado entre ellos más que algún comentario que los pusiera nerviosos y los hiciera sonrojarse o como sin darse cuenta se acercaban buscando tener un poco de contacto con el otro. Todo parecía tan natural que apenas se habían dado cuenta pero los días pasaban y Daryl estaba cada vez más seguro de que quería eso con ella, quería vivir el resto de sus días de aquella manera y formar su propia familia. Pero asi como quería quedarse allí con ella también quería volver a casa, extrañaba a todos por allá y aunque sabían que el cazador se iría por esas dos semanas, no quería preocuparlos. Emma en cambio estaba segura de que cuando el momento de irse llegara le dolería demasiado perderlo, jamás le pediría que se quedara porque durante esos días él había estado hablando del futuro y aunque ella lo escuchaba con una sonrisa, cada vez que hablaba de lo mucho que le gustaría formar una familia un nudo se formaba en su garganta, ella jamás podría darle eso que tanto quería.

- Terminaré estás flechas y también me iré a acostar - le respondió, ella se puso de pie y beso su frente antes de retirarse a la habitación. Se paró en la ventana mirando como la luna llena iluminaba las copas de los árboles mientras se perdía en sus pensamientos hasta que se bostezó y decidió que debía alejar esos pensamientos de su cabeza, estaría bien, ellos seguirían siendo amigos cuando él se fuera. Se quitó los zapatos y el pantalón y busco algo más cómodo para dormir, encontró una camisa larga que pertenecía a Daryl y se encogió de hombros pensando que no le molestaría que la usara, así que se quitó el suéter y la remera que tenía quedando en ropa interior, se colocó la camisa y cuando estaba por comenzar a cerrar los botones la puerta se abrió. Daryl se quedó mirándola recorriendo su cuerpo, tenía que admitir que la idea de hacerle el amor se le cruzaba por la cabeza cada vez que la tenía entre sus brazos, cada vez que ella le sonreía o cada vez que se acurrucaba a su lado buscando calor, pero había tratado de alejar esos pensamientos de su cabeza para darle su espacio a la rubia. Pero verla allí parada, semi desnuda y solo usando su camisa era más de lo que cualquier humano podía soportar. Caminó lentamente hasta ella y tomó su rostro entre sus manos para besarla, ella lo abrazó por la cintura mientras sus labios se movían en perfecta sincronía. Daryl bajo sus besos hasta el cuello de la chica ganándose unos cuantos suspiros de su parte y deslizó la camisa que la chica usaba por sus hombros para poder sentir su piel. Ella en cambio lo ayudo a quitarse la ropa y juntos se dejaron caer en la cama, besando y explorando cada rincón de su piel hasta que él se separó para mirarla.