A Dónde Vayas.

Rescate.

Después de la charla que tuvo con Daryl, el cazador la dejo sola porque así se lo pidió, necesitaba descansar y preparase mentalmente para lo que podría pasar. Cuando empezó a amanecer la chica rastreó el campamento y los encontró desayunando

- Hola - los saludó quedándose parada junto al caballo, Carol enseguida se puso de pie y fue a abrazarla

- Bienvenida de vuelta - le dijo haciéndola sonreír, ojalá todos reaccionarán de la misma manera al verla.

- Me alegra verte Carol, me gusta el nuevo look - la mujer rió y le señalo un tronco para que se sentara

- ¿Desayunaste? - Emma se encogió de hombros, la verdad estaba demasiado nerviosa para preocuparse por la comida o cualquier otra cosa que no fuera el reencuentro que tenía por delante - Ten, luces como si fueras a desmayarte - le dijo la mujer al ver lo pálida y ojerosa que estaba, aunque quisiera echarle la culpa al viaje lo cierto era que así se había visto en los últimos años pues las pesadillas eran constantes y solo podía dormir unas pocas horas seguidas hasta que el miedo la obligaba a permanecer despierta.

- Gracias - le dijo mientras bebía el líquido que calmo la sed y hambre de los últimos días.

- Dime ¿que estuviste haciendo todo este tiempo?

- Nada, volví a la cabaña de mí abuelo después de reencontrarme con mí hermano. Estuve allí todo este tiempo, las cosas se pusieron... difíciles y decidimos marcharnos. Ellos fueron en busca de un nuevo lugar pero yo quería venir a ver cómo estaba todo por aquí... no lo sé supongo que no hice mucho - Daryl no podía evitar escuchar cómo su voz sonaba apagada, sus ojos ya no brillaban como antes y su sonrisa no llegaba nunca a ellos, a pesar de todo seguía siendo la chica más hermosa que hubiese visto en su vida.

- Es bueno tenerte aquí, ¿Piensas quedarte en Hilltop? - la rubia hizo una mueca, no sabía que pasaría una vez que cruzara las puertas de su antiguo hogar, ni si tendría la posibilidad de hacerlo.

- No lo sé... las cosas no quedaron en los mejores términos con Jesús - le confesó llamando la atención del cazador quien nunca habia podido saber que era lo que había pasado entre ellos.

- Seguro que todo estará bien - la chica se limitó a asentir y desayunar, luego de recoger todo se pusieron en marcha, Daryl iba liderando la caravana seguido por Carol y Henry en su carreta y Emma al final pues no quería seguir forzando al caballo. Su corazón se aceleró al ver los muros de la comunidad aparecer ante ella, todo parecía tan igual y al mismo tiempo era diferente, el paso de los años se notaba en todos esos grandes cultivos que había. Las puertas se abrieron y Daryl las cruzó primero, Emma en cambio se tomó unos minutos para tranquilizarse y cuando avanzó solo pudo sorprenderse por lo mucho que todo había cambiado. Bajó del animal y se acercó a dónde todos se estaban saludando.

- Hola Paul - su voz atrajo la atención de todos, su mirada y la del pelilargo se encontraron y antes de que pudiera decir algo, un arma le apuntó a la cabeza

- Tu no eres bienvenida aquí

- Siempre es un placer verte Tara - le dijo mientras sentía como le arrancaba el arco de la mano

- Tara suficiente - le dijo Jesús

- Ella se fue, no tiene derecho a volver y pensar que la vamos a recibir con los brazos abiertos - la chica se había vuelto más hostil con los años o quizás Emma no recordaba que siempre fue así, por lo menos al principio, hubo un tiempo donde ella y Rosita se habían vuelto cercanas.

- Dije ¡suficiente! No es el momento - Jesús se puso serio, igual que la última vez que hablaron, Emma jamás lo había visto así antes de ese día y agradecía que interviniera en su favor. Tara no tuvo más remedio que obedecer, después de todo Jesús era el líder de Hilltop ahora. El pelilargo se acercó a ella y la abrazó - Me da gusto tenerte en casa - lo dijo en un susurro que solo ella escuchó y la hizo sonreír, no creía que la recibiera tan bien pero su corazón se alegro por qué al menos alguien se alegraba de su vuelta.