Capitulo 18: Amanecer +18

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Pronto cualquier pensamiento se esfumo de su mente, Lana sintió como aquellas grandes manos la tomaban de las caderas y empujar nuevamente contra ella; una dura estocada y el sonido de sus cuerpos uniéndose una y otra vez, resonaba no solo en sus ...

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Pronto cualquier pensamiento se esfumo de su mente, Lana sintió como aquellas grandes manos la tomaban de las caderas y empujar nuevamente contra ella; una dura estocada y el sonido de sus cuerpos uniéndose una y otra vez, resonaba no solo en sus oídos sino en toda la habitación, solo cubierta por aquella respiración cruda, entremezclado por lo que creía que era su propia voz, ambos sonando como animales y desbordando de un apabullante placer.

Podía sentir cada embestida contra su cuerpo, mientras la llevaba rápidamente hacia el clímax, pronto su cuerpo estallo en medio aquel salvaje ritual entre ellos, sintió su mirada nublada y la voz en su garganta tan seca tras los gritos de amor que había dado durante toda la noche. Pronto sintió el duro cuerpo Lachlan estremecerse, mientras hundía su nariz contra su sien y respiraba duramente contra su oído.

Los ojos de Lana se apartaron de aquel rostro tan apabullante y sensual, mientras encontraba exhausta la luz del amanecer entrando por la ventana y por primera vez sintió que la mañana llegaba demasiado rápido en verano.

- No... - murmuro Lachlan con el ceño fruncido y tomando la barbilla de Lana – solo mírame a mi cuando estamos juntos... solo piensa en mí... - balbuceo antes de besarla suavemente, mordiendo aquellos carnosos e hinchados labios.

Por su lado la pelirroja sonrió y acogiéndolo entre sus temblorosos brazos, dejo que este siguiera besando su piel centímetro a centímetro.

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Lachlan

Aquella mañana Lana se había quedado profundamente dormida, por lo que sin despertarla el rubio se alisto con rapidez para ir a la oficina, firmaría unos papeles y regresaría a casa antes de que ella despertara. Después de todo estaba seguro que ella dormiría hasta después del mediodía.

Sacando la camioneta de la cochera, pudo encontrar un inusual brillo en su hogar, talvez la falta de sueño le jugaba una mala pasada, pero cuando estaba retrocediendo lentamente vio una preocupada pelirroja correr desde el porche con un teléfono en las manos.

Sonriendo, Lachlan olvido la hora y solo deseo abrazarla una vez más. Deteniendo el auto, la vio correr descalza con apenas una de sus camisetas colgando de sus hombros, abriendo la puerta del auto bajo para sostenerla. Con una sonrisa satisfecha descendió del coche esperando que esta saltara sobre él, pero aquel abrazo nunca llego.

En un parpadeo la alegre mujer que corría hacia él estaba tirada de rodillas sobre el pasto intentando retroceder, mientras pedazos de vidrio se clavaban en su piel, levantando el rostro en busca de su ayuda.

El tiempo pareció pasar en cámara lenta, mientras ella temblaba llena de sangre. Todo paso tan rápido, el rubio la cargo hacia dentro de la casa abierta, recostándola sobre el sofá; contemplándola herida, empapada en su sangre, junto a brillantes vidrios no solo en sus pies, sino también en rodillas, su codo derecho y la palma de sus manos. 

Dear Villain : No me llames amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora