Capitulo 42 : Wild.

5 2 0
                                    

Un vacío desolador se apoderaba del corazón de Lana mientras se tambaleaba en el umbral de su casa, el teléfono en su mano temblorosa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un vacío desolador se apoderaba del corazón de Lana mientras se tambaleaba en el umbral de su casa, el teléfono en su mano temblorosa. Las mentiras de Lachlan la dejaron sintiéndose perdida y desamparada, necesitada de respuestas que parecían escaparse de su alcance.

Con un suspiro tembloroso, Lana tomo su teléfono y marcó el número de Belle. Cada pulsación del teclado resonaba en el silencio de la habitación, un eco sordo de su propia angustia y desesperación.

- ¡Hola? - la voz de Belle resonó al otro lado de la línea.

- Belle... - Lana empezó, su voz temblorosa con emociones contenidas.

- ¿¿Lana?? ¿Dónde estás? - exclamó Belle, con un tono cargado de ansiedad - Te he estado buscando durante meses...

- Tal vez solo debiste preguntarle a Nikki...- murmuró Lana, tratando de mantener el ánimo ligero, pero el silencio en el otro extremo de la línea la golpeó con fuerza - Antes de que digas algo más...

- Lana... solo dime dónde estás - la voz de Belle tembló con preocupación - Estaré ahí de inmediato.

- Belle, estoy bien... Todavía estoy con Lachlan - Lana trató de tranquilizarla, pero el pánico en la voz de su amiga la hizo titubear.

- NO... no, no, no - Belle maldijo al otro lado de la línea con desesperación.

- Belle, cálmate, sé que piensas que es un idiota- Lana intentó agregar un toque de ironía en su voz, pero la seriedad de la situación lo impidió. – Pero-

- ¡Una mentira, una maldita mentira! - Belle exclamó con nerviosismo - Lana, Nikki ha estado desaparecida desde que te fuiste... desde entonces no he sabido nada de ella...

Lana no podía entenderlo, después de todo había intercambiado correos con su ex secretaria, hace menos de una semana que hablaba con ella. {Como podía ser posible?} pensó.

- ¿Qué? - Lana se quedó sin aliento, las palabras de Belle golpeándola como un balde de agua fría. - Belle, ¿estás diciendo que...?

- Lana, estás con un maldito psicópata - Asevero Belle con rapidez, su voz temblorosa con el peso de la verdad - Nunca llamé a los reporteros, te lo juro, averigüé quién informó sobre lo de la universidad... la persecución... eran hombres de Seymour... todo fue su plan.

- Belle... no, él no... - Lana trató de negarlo, cuando sintió un nudo en la garganta, la realidad se desmoronaba a su alrededor. - ¿Cómo... cómo obtendría la información... mis cosas, los nombres... todo?

- Lana, tienes que salir de ahí, dime dónde estás- la urgencia en la voz de Belle hizo eco en el corazón de Lana, recordándole la gravedad de su situación.

Lana sintió un nudo en la garganta mientras procesaba la impactante revelación de Belle. La tensión se acumuló en su pecho, pero trató de mantener una fachada de calma. Con un intento torpe de humor nervioso, Lana soltó una risa forzada.

- Tengo que irme. Te llamaré más tarde, ¿de acuerdo? Adiós...- afirmo Lana, aunque el temblor en su voz traicionaba su ansiedad.

Sin esperar una respuesta, Lana colgó el teléfono y se quedó mirando la pantalla en blanco durante un momento, sintiéndose atrapada entre el deseo de huir y la necesidad de enfrentar la verdad.

Realmente quería creerle, quería escuchar una explicación, pero sabía que le creería aun si le dijera una mentira; mordiendo su labio inferior intento no llorar.

{Sin importar a quien ame... siempre termino destrozada}

Con el corazón palpitando en su pecho, necesitaba pensar. Lana giró sobre sus talones y se dirigió hacia el auto estacionado frente a su casa. Pero cuando se acercó, la visión de la llanta ponchada la detuvo en seco.

Una risa hueca escapó de sus labios mientras observaba la llanta, el resentimiento y el miedo ardían ferozmente como una llama salvaje. Decidiendo dejar atrás el auto y sus problemas por un momento, Lana se lanzó a correr.

Cada paso resonaba en la noche, el sonido de sus propios latidos mezclándose con el eco de sus pensamientos tumultuosos. El viento fresco golpeaba su rostro mientras sus pies golpeaban el pavimento en un ritmo frenético. Cada paso parecía llevarla más lejos de su pasado, pero también la acercaba a un futuro incierto.

Pero mientras más avanzaba, más podía notar el dispar sonido de sus pasos y su corazón, contra otro par de pies sobre la acera. Un escalofrío recorrió su espalda, helándole la sangre en las venas y haciéndola correr más rápido, cada vez más lejos de la oscuridad que se cernía a su alrededor.

Instintivamente, se volvió para mirar sobre su hombro y vio una sombra oscura siguiéndola a distancia. Cambiando de ruta, corrió hasta que sus piernas dolían, corrió por las zonas mas iluminadas, sin embargo, siguió escuchándolo.

El corazón de Lana se aceleró mientras se daba cuenta de que no estaba sola. ¿Quién la estaba siguiendo? ¿Era alguien enviado por Lachlan o alguien más? Con el miedo palpable en el aire, Lana aceleró el paso, decidida a llegar a un lugar seguro antes de enfrentar a su perseguidor.

Dear Villain : No me llames amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora