Las aves cantaban aquella mañana, y levantándose temprano se arregló para su próxima visita. Caminando inquieta por la cocina observo como un calicó mínimo rascaba su ventana, con un rostro frustrado y agitando su cola con pequeños golpecillos rápidos.
- No su alteza, hoy tengo visitas... – farfullo Lana abriendo la ventana, acariciando al pequeño e impidiendo que este ingresara a su casa – luces enojado, acaso no te gusto el cerdo ahumado que te di? – murmuro rascando el gordito lomo del minino.
Pronto el timbre sonó, la mujer corrió a la puerta, mientras el minino inclinaba su regordeta cabecita, vislumbrando a lo lejos un pequeño ruiseñor distraído en el suelo cercano. Los ojos del minino se abrieron ampliamente con interés, hipnotizados ante aquel torpe ser, inclinándose con sigilo avanzo por el alfeizar, sin pestañear un segundo salto, con precisión en sus patas, alcanzando las suaves plumas que intentaban alzar vuelo.
Al abrir su puerta, una alta y esbelta mujer de liso cabello negro le devolvía la sonrisa a Lana, vestida con en un delicado vestido de falda lápiz azul navy, lucia relajada pero profesional.
- Hola, Soy Amara Robbins – comento sonriendo ampliamente – debes ser-
- Si, es correcto – aseguro Lana con una brillante sonrisa, antes de saludar con un beso en la mejilla – pasa
Tan pronto ingreso, el ojo profesional de Amara parecía captar de un solo vistazo el aspecto general y el ambiente del lugar. Guiándola a la cocina le ofreció una taza de café, acomodándose empezaron la reunión.
- Susan me comento que requerías renovar esta casa... - aseguro la mujer – pero el lugar luce-
- Nuevo – comento la pelirroja suspirando – es así, fue renovado hace unos años y no fue usado desde entonces, soy la primera inquilina desde la renovación. Aunque ciertamente no lo encuentro... - inclinando la cabeza busco la palabra que más se le acercaba a lo que sentía – reconfortante... yo eh vivido casi toda mi vida en la ciudad y aunque siempre quise una casa con jardín en los suburbios esto es...
- Demasiado... - sonrió Amara suspirando – lo supuse cuando Susan me comento que eras de Manhattan
La sonrisa de Lana se mantuvo, a pesar de que ciertamente iba a conversar con Frank sobre cuanta información libero a la corredora de bienes raíces que le recomendó para encargarse de sus compras inmobiliarias. Susan no parecía tener un buen control de su lengua, por lo que pasaría a la opción B para llevar sus asuntos.
- Tranquila Susan solo me dijo que eras de la gran manzana, es algo importante para mí saber de dónde provienen mis clientes, después de todo quiero apegarme a sus necesidades y que referencias puedo usar para venir preparada, me gusta ir más allá de solo recibir un pago por la renovación, mis clientes son como de la familia para mi – afirmo con prisa la mujer – pero si te incomoda, no necesitas decirme nada mas allá de lo profesional.
- Gracias, es bueno saber que veras este proyecto como una casa con cierta alma y no solo la renovación de alguien más – comento Lana
Suspirando converso con la mujer sobre las mejoras de color y muebles que quería reemplazar en la sala; subiendo a las habitaciones revisaron cada una de las 4 habitaciones superiores, encargando la renovación de muebles y repisas para el nuevo estudio de Lana.
Al finalizar llegaron al último cuarto, lleno de cajas embaladas, cosas que eran probablemente de Lachlan. Al abrir la puerta Lana se quedó viéndolo.
- Esta habitación si me permites decirlo, podría ser un buen cuarto de visitas, es espacioso y podríamos cerrar la conexión que mantiene con el cuarto principal para
- No, dejemos la conexión al cuarto principal – comento Lana sin apartar la vista – aun no lo usaremos, pero...
- Podrían – comento Amara sonriendo para sí misma, mientras escribía en una libreta las indicaciones
- Quizás – rio Lana con el rostro levemente sonrojado – probablemente deba hablar con mi esposo sobre las cosas aquí-
- No te preocupes, hay mucho tiempo antes de iniciar con la renovación aquí... – sonrió la pelinegra con una mirada cálida – por cierto, fui a revisar el departamento en el centro, está en buenas condiciones... con algunas fallas, pero nada estructural.
Pronto Lana recordó sus planes iniciales de mantener dos lugares, aun tenía mucho que pensar antes del regreso de su rubio estafador.
- Mantengamos las renovaciones básicas ahí, instalaciones de luz, agua y demás servicios – afirmo Lana - todo muy discreto, que las personas que refaccionan allá no vengan a este lugar.
- Correcto – confirmo la mujer que parecía tratar de mantener su lengua lo más sujeta posible pero sus expresiones al escucharla parecían decir todo
- Alguna pregunta? – murmuro Lana antes de ver a la pelinegra morderse los labios por reflejo, rápidamente una risa salió de Lana – Tranquila, puedes hacer cualquier pregunta que quieras
La pelinegra dudo por un momento, pero la curiosidad parecía matarla y Lana no quería que se hiciera ideas.
- No pareces estar en medio de un divorcio, pero tampoco quieres alquilar la nueva propiedad según se...
- Estoy planeando abrir un estudio de arquitectos, una oficina principal – confeso Lana – quiero asentarme y no sé si te lo dijo Susan, pero también soy arquitecta
- ¿Enserio? ¿¿Porque dejaste Manhattan?? – exclamo la mujer con cierta ligereza – es decir, debiste tener tus razones... pero es-
- La meca, lo sé, solo... quiero algo de paz – afirmo Lana con buen ánimo, era la primera vez que lo admitía, pero necesitaba esta paz que solo un lugar escondido daba – aunque necesito quitar ese horrible color de mis paredes y sacar los muebles antes iniciar mi "paz"
- Te entiendo, ese color solo me inspira tomar unas tijeras y apuñalar las paredes
Riendo Lana suspiro, después de todo era la charla más cotidiana que había tenido en un tiempo.
- ¿Te importa ir a tomar un café la próxima semana? Para ver los detalles de la remodelación y hablar un poco...
- Me encantaría – afirmo Lana con una sonrisa.
Era un nuevo comienzo y sabía que las cosas irían mejor. Haría lo posible para que funcionaran.
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Dear Villain : No me llames amor...
RomanceEl villano no puede darte un final feliz o si? Una par de fugitivos se esconden en un pequeño y pintoresco pueblo, fingiendo ser una feliz pareja de recién casados, sin sentirse como una pareja acuerdan ser simplemente "roomies". Aunque una chispa d...