El villano no puede darte un final feliz o si?
Una par de fugitivos se esconden en un pequeño y pintoresco pueblo, fingiendo ser una feliz pareja de recién casados, sin sentirse como una pareja acuerdan ser simplemente "roomies". Aunque una chispa d...
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Sosteniéndola entre sus brazos la coloco sobre el sofá, mientras buscaba con rapidez un botiquín. La joven observaba la mirada seria del galeno, que buscaba con rapidez en las gavetas de la cocina el botiquín de primeros auxilios.
- Estoy bien... - murmuro Lana con lágrimas en el borde de los ojos, mientras el galeno se acercaba a limpiar sus heridas con cuidadosa profesionalidad.
- No, no lo estas- contesto rebuscando en el botiquín- tienes un corte y estas helada... este maldito botiquín parece de juguete... - intentando calmarse cerro los ojos y respiro hondo, fue cuando un par de manos acercaron el rostro de Lachlan hacia ella.
- Todo está bien, yo estoy bien y es gracias a ti... - murmuro viéndolo directamente a los ojos
Abrazándola, el galeno acaricio el rostro de Lana, mientras sentía un nudo formándose en su pecho; con el botiquín en mano, siguió su trabajo y con suavidad limpiaba el dorso la planta de los pies de la joven e intentaba revisar los restos de vidrio.
- No duele tanto como tú crees... - lamento Lana, viendo aun esa mirada de culpa y reproche contra sí mismo en sus ojos violetas, lo conocía demasiado para saber que se culpaba del incidente – debí llevar zapatos...
- No, no deberías tener cuidado porque estas en casa ... - susurro con los dientes apretados – no cuando yo te prometí que nadie te volvería a lastimar...
Viendo el rostro de angustia del rubio Lana toco la mejilla del pálido hombre
- Lachlan sabes porque no uso zapatos o calcetines? – susurro Lana, mientras acariciaba las suaves ondas doradas en la cabeza del angustiado hombre – cuando era niña mi padre no solía venir muy seguido a casa, casi siempre estaba con una Nana – murmuro con una sonrisa de nostalgia - pero los días que venía, yo me quitaba las medias o zapatos porque era la única oportunidad donde podía jugar a ser perseguida por él, corría y me reía por toda la casa dando saltitos como un patito porque él me decía que iba a pisarme los pies... - con una sonrisa de nostalgia y un suspiro encontró los ojos de Lachlan fijos en los de ella – con el tiempo me acostumbre a no llevarlos cuando estoy en casa... no los llevo cuando me siento cómoda o segura y eso no va a cambiar... - murmuro suavemente - porque estas tú, aquí... conmigo...
Acariciando el rostro de Lachlan, observo como la miraba con sorpresa y una mezcla de sentimientos encontrados, no podía leer aquella mirada, pero podía sentir por su toque al rozar sus piernas que estaba más tranquilo.