En su presencia

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Las primeras palabras del pelirrojo al salir del baño fueron

-Voy a salir, no me busquen.

Ron y yo realizamos una reverencia y respondimos al unísono.

-Que tenga un buen viaje joven maestro.

Cale no se retiró de inmediato, se quedó unos segundos viendo en nuestra dirección antes de salir por la puerta. Nada más salir juraría que escuche un suspiro.

Gire a ver a la única fuente de ruido que quedaba en la habitación, pero el viejo mayordomo tenía su inmutable sonrisa benigna en su cara.

'Serán imaginaciones mías'

-Sucede algo señorita.

-Esto... no, no es nada. Solo me preguntaba si hoy realizaremos la limpieza antes de las clases de etiqueta.

-Señorita aprecio su entusiasmo, pero realmente considero que es mejor que se tome el resto del día.

-Per...

-Si se enferma por sobre esforzarse, no podrá continuar con su trabajo- antes de que pudiera decir algo para replicar, continuo- No permitiré que espere hoy al joven maestro si no descansa apropiadamente.

Me puse otra vez roja.

Quería responderle algo, pero fui incapaz al final solo abrí y cerré mi boca como un pez mientras estaba segura de que debía lucir como un tomate.

-Espero que pase una buena tarde.

Sin tener la capacidad de hablar, me incliné y salí de la habitación de forma un poco tosca.

En el pasillo estaba Cale, al parecer escuchó mis pasos, porque se dio la vuelta en poco tiempo.

-¿Qué pasó? ¿Te subió la fiebre?

Preguntó en tono burlón.

Por dentro tenía que preguntarme si existía alguna forma de ponerme aún más roja. Aun asi respondí con una naturalidad que no sentía.

-Joven maestro, ¿Está preocupada por esta servidora?

Tsk

-En absoluto.

Sostuvimos la mirada por unos instantes hasta que...

tap tap

*Susurros*

Tsk

El pelirrojo me tomó de la muñeca y me metió en una habitación al azar. Nos quedamos en silencio junto a la puerta. De un momento a otro los susurros de convirtieron en palabras que podía entender.

-¿Crees que sea verdad?

-No lo sé, pero imagínatelo.

-Yo escuche que la embriagó para luego...

-Pero yo escuche que evitó que destrozara un bar

'¿Qué mierda?'

Entonces era esto lo que estaban cuchicheando toda la mañana.

Mis ojos se encontraron con los del pelirrojo, él no parecía nada sorprendido con lo que escuchaba, simplemente me miró y puso un dedo sobre sus labios.

Asentí y nos quedamos en silencio, mientras las voces se hacían mas fuertes mientras mas se acercaban a nuestra ubicación.

-Esa chica estaba desesperada por dinero, no me sorprendería que se vendiese.- dijo una tercera voz.

-Pero si fuera por eso, no tendría sentido que detuviera a esa basura en el bar.

-Eso debe ser una exageración, nadie en su sano juicio haría eso, seguro se lanzó a besarlo y se vería como un intento de detenerlo o algo por el estilo.

Donde estoy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora