Diario

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Para detallar mi habitación, era una habitación de tamaño mediano, tenía una cama individual, un armario empotrado, una mesita de noche y un pequeño tocador, me pareció que estaba bastante completo considerando que era solo la habitación de la servidumbre.

Suponía que eran los beneficios de trabajar para la familia Henituse.

Dentro del armario había otros trajes de sirvienta y dos conjuntos que supuse sería mi ropa de diario, en el tocador no había mucho más, un peine, un cepillo, el espejo con el que estuve jugueteando hace nada y algunas cintas.

Por lo visto no tenía nada de maquillaje, no estaba segura de si era porque era costoso o si por el contrario simplemente no existía la costumbre de maquillarse.

Ya al final, en la mesita de noche, podría decir que ahí estaban las cosas más importantes de toda la habitación, primero tenía una bolsa con dinero. No estaba segura de si era mucho o poco, pero tenía dinero y eso siempre era un punto a favor y segundo y más importante que todo lo demás, un diario.

Nunca he entendido porque a alguien le gustaría escribir sus cosas en un diario con el riesgo de que alguien más pueda leerlas, pero justo ahora bendecía a todas esas personas que tenían dicha costumbre.

Ya que cierto imbécil, había olvidado darme información básica para poder moverme en este lugar, tenía que agradecer a la Nadya original por haber escrito esto.

Decidí empezar por el final y leer lo último que se había anotado, por suerte en el encabezado de la página ponía la fecha de ayer.

"Esa idiota vaca intento acercarseme otra vez, no entiendo como no puede comprender que no soporto ver su estupida cara de cachorro inocente"

'Cachorro inocente... no se estará refiriendo a esa dulce chica, ¿verdad?'

"Se cree muy especial solo porque tiene esos lindos ojos azules y porque es una vaca tetuda, esa Elis es lo peor, quisiera que me dejara en paz de una vez"

Por un momento sentí la necesidad de romper este diario en un montón de trozos.

Como podría hablar tan mal de la única persona que realmente se preocupo por mi, cuando todos los demás simplemente pasaban de largo, estaba preguntando si la dueña original de este cuerpo estaba bien de la cabeza, además de ese lenguaje.

¿Qué es?

¿Estaba celosa porque Elis tenia mas pecho?

Aunque solo la había conocido por un muy breve tiempo, la ira al leer la forma tan despectiva en la que el dueño original del cuerpo se estaba dirigiendo a mi querido ángel salvador, me estaba molestando mucho.

'Calmate, necesitas información, primero sigamos leyendo'

Parece que las siguientes líneas se habían escrito en otro momento del día.

"Me han dado una terrible noticia, mañana tendré que trabajar para esa basura, ¿que debería hacer?, ¿que pasa si ese idiota intenta tocarme?, tal vez debería escupir en su comida, es solo escoria, no entiendo porque siquiera tiene sirvientes"

'Olvídate de volverlo trizas, ¡lo que realmente tenía que hacer era volverlo cenizas!'

Arranqué la hoja y la convertí en confeti.

'¡Estúpida mujer, tabla de planchar pretenciosa y con serios problemas de autoestima!'

Por un momento olvide, que al llamarla tabla de planchar, me estaría insultando a mi misma.

Tock tock

Di un pequeño sobresalto, tomé el diario y lo enterré en la parte más profunda de la mesita de noche, antes de acercarme a la puerta.

Al abrirla, para mi sorpresa, era cierto mayordomo pelinaranja, con una sonrisa jovial que estuve buscando por la tarde.

-¿Hans?

-Buenas tardes Nadya, El conde desea hablar contigo, podrías acompañarme.

-Si... por supuesto. - dije con una sonrisa, que esperaba no se viera forzada.

'No me iran a despedir por lo de esta mañana, ¿cierto?'


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