Para cuando Ron volvió ya había tendido la cama y abierto las cortinas.
Cale aún no había salido del baño y yo me encontraba en una esquina de la habitación, sin saber qué más podía hacer.
Ron no había vuelto solo, estaba acompañado de otros sirvientes que llevaban consigo diferentes prendas, cada una de ellas lucía extremadamente costosa con piedras preciosas incrustadas.
Mire un poco atontada la ropa, hasta que me percate de que los sirvientes que acababan de entrar, me estaban mirando fijamente.
Un poco nerviosa, me enderecé y miré a Ron, esperando que me dijera que tenía que hacer.
Y al hacerlo, me di cuenta de que Ron también me estaba mirando con mucha atención...
'¿Qué es... qué es...?'
Aunque ya me había logrado calmar, me sentía otra vez nerviosa, ¿por qué todos me estaban mirando?
Antes de que pudiera preguntar, Cale salió del baño.
Me miró, pareció levemente sorprendido por un instante, para luego, por alguna razón, bufar con sorna.
Ahora me encontraba más confundida.
Si fueran solo los nuevos sirvientes, podría suponer, que no esperaban verme aquí, aun así Ron y Cale también habían reaccionado de forma extraña y no podía comprender el motivo.
Ron procedió a servir el desayuno y Cale a seleccionar su ropa, nadie me dijo que hiciera nada y me sentía un poco ignorada.
Los otros sirvientes de vez en cuando me veían con ojos de lástima, lo que me dejó aún más confundida.
'Alguien, por favor, ¿podría decirme que está pasando?'
Me sentía algo nerviosa e incómoda, mientras veía a todos hacer sus respectivas tareas, y yo por otro lado, simplemente me quede parada en una esquina, recibiendo miradas de condolencia.
Al terminar de vestir a Cale, la mayoría de los sirvientes abandonaron la habitación y solo quedamos nosotros tres.
Cale se sentó a tomar el desayuno que Ron había preparado, por suerte el mayordomo se paró a mi lado mientras el pelirrojo comía.
Sin poder más con la intriga, le pregunté en un tono lo más bajo posible, sabiendo que no importaba que tan bajo lo dijese, él podría oírme, después de todo era un muy buen asesino.
-Sr Ron, ¿por qué todo el mundo me ve raro?
Al preguntar, Ron se quedó mirando mi cara, como si estuviera escaneando cada detalle, su sonrisa benigna seguía allí, pero por alguna razón sus ojos me parecían más fríos que antes, lo que me puso nerviosa.
-Parece que un insecto le ha picado la cara.
Me quedé un poco confundida, hasta que logré comprender a qué se refería Ron.
Mi cara se tornó roja de la vergüenza, para poco después ponerse pálida.
Los sirvientes que acaban de salir pensarán que Cale me golpeo, y esparcen un rumor desagradable, será algo similar a lo que esta sirvienta había hecho originalmente.
Eso ya era malo de por sí, pero el verdadero problema, es que mientras esos sirvientes van a pensar que Cale me golpeo, Ron pensara que yo me hice pasar por víctima de Cale.
Sentí que toda la sangre dejaba mi cuerpo.
¿Qué le haría Ron a una sirvienta que se atreviera hacer algo como eso?, ella no quería pensarlo, lamentablemente tenía que hacerlo, porque justo ahora estaba en esa posición.
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Donde estoy?
Fantasy¿Dónde estoy? Había terminado su jornada laboral. Recuerda haber tomado el bus hacia su hogar. Recuerda estar leyendo una novela en su móvil. Aun así no estaba ni en su casa, ni en el bus, ni siquiera en el hospital o en cualquier sitio conocido. -¡...