Atípico

177 53 11
                                    

Cale estaba pinchando su comida.

Me pregunto si algo malo había sucedido durante el desayuno familiar, no podía dilucidar nada por mi cuenta, pero preguntar parecía increíblemente fuera de lugar como sirvienta.

No hubo ningún tipo de grito mientras el pelirrojo estuvo dentro y cuando salió, Deruth no parecía alterado, aunque tal vez tenía una cara de sorpresa.

'Tengo curiosidad...'

Mierda, tal vez si soy un poco chismosa.

Pero comprenderme, el pelirrojo tiene 10 minutos pinchando con el tenedor su desayuno sin comer nada.

¿Estaría muy mal si preguntara?

Un poco frustrada con la situación, decidí preguntar por lo que sería más razonable desde mi posición.

-Mmm Joven maestro Cale, desea que le traiga algo diferente para desayunar.

-Mmmm...

...

Ok ahora me estoy preocupando.

Ir hasta la oficina del conde, tomarlo del cuello y agitarlo hasta que me diga que sucedió, sería excesivo, ¿verdad?

Considerando el historial, me decantaba más a pensar que ese hombre había hecho algo.

'Cálmate, no puedes hacer eso, al menos que quieras que te despidan de forma inmediata'

Tome una bocanada de aire y me senté en la mesa, enfrente de Cale.

A la mierda la etiquetan como sirvienta, ¡estoy preocupada!

-¡Hey!, ¿estas bien?

El pelirrojo por fin reaccionó, me miró con un poco de sorpresa, para luego cubrirse la cara con ambas manos. Luego, volvió a mirarme con un aire de frustración.

-Tu y la etiqueta no os lleváis bien, ¿no es así?

Estaba segura de que ahora estaba sonrojada, intenté no darle importancia y seguí adelante.

-Ciertamente, deje que lo reformule.-Me aclaré la garganta, puse una mano sobre el pecho y con el tono más cortés que puede sacar volví a insistir- Joven maestro Cale, ruego me disculpe si mi preocupación resulta inoportuna, pero quisiera saber si se encuentra bien o existe algo que le perturbe o moleste.

Una sonrisa torcida fue la respuesta que recibí.

-¿Alguna vez te he dicho que eres una sinvergüenza?

-No, es la primera, pero ya me ha llamado loca dos veces.

Cale bufo con sorna.

-Entonces, joven maestro, ¿se encuentra bien?

El pelirrojo desvió su mirada y cruzó los brazos.

Parecía estar pensando en algo, así que decidí no interrumpir.

Lamentablemente cuando ya parecía estar preparado para responder.

Toc toc.

Alguien decidió tocar.

El pelirrojo miró a la puerta, luego a la mesa con el desayuno y sin avisar se precipitó a la puerta para abrirla él mismo.

Quedé un poco desconcertada por la reacción, por supuesto me levanté y lo acompañé, sería muy malo si alguien me viera sentada en la mesa mientras la persona a la que sirvo va a abrir la puerta.

-¿Qué quieres?

-A.. esto...

-Deja de tartamudear, y responde.

Donde estoy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora