Adivina quien

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-Señorita Nadya, lo está haciendo muy bien.

-Muchas gracias Sr. Ron.

-Me alegra que se esté adaptando a su puesto.

-Se lo debo a usted, gracias por tenerme paciencia y enseñarme tanto.

Realice una leve reverencia siguiendo la etiqueta que he estado aprendiendo, el viejo mayordomo parecía complacido.

-Eso es todo por hoy, puede ir a descansar.

Era considerablemente temprano, Cale se había marchado muy temprano del castillo y no volvería hasta la noche, lo sabía porque de hecho fui yo quien se lo pidió.

Necesitaba moverme un poco por el castillo, y para ello necesitaba más tiempo libre. El pelirrojo se lo tomó con mucha calma y estuvo totalmente de acuerdo con la idea.

Aunque por algún motivo me repitió como unas 8 veces, que no causara problemas.

'Yo no causo problemas, no se que estaba insinuando'

Aunque no podía estar molesta por eso, después de todo, ayer fue un gran día, luego de discutir algunas cosas, logré convencerlo de jugar cartas.

'¡Si pared, te he superado!'

Lo mejor es que realmente pareció disfrutarlo, aunque al principio estaba reacio.

Como dato adicional, he de decir que es un excelente jugador. Solo logré ganarle en las primeras rondas de cada juego, luego perdí miserablemente. Únicamente pude ganarle en juegos que dependían más del azar, lo cual era un poco vergonzoso. Cale no dejaba de tener una sonrisa de suficiencia cada vez que perdía. Aun así fue bastante divertido.

Bueno, volviendo a la actualidad, estaba buscando a Elis, no para lo que puedes estar pensando.

Elis no puede ayudarme a reunir chismes, eso era por supuesto porque las sirvientas la ignoran y la apartan de forma bastante notoria. Sigo sin saber el porqué, no podía recordar nada en el diario que pudiera justificar esa reacción.

Aun así, la estaba buscando, para cenar con ella y para buscar a otra persona.

Tenía en mente alguien que estaría gustosa de ayudar y que sería también discreta al respecto. Conocía el nombre y una vaga descripción, demasiado vaga lamentablemente.

Pero por supuesto no podía estar 100% segura solo con lo que leí en el diario, así que estaría evaluando todo antes de por fin hablar con ella.

- Buenas noches Elis.

-Buenas noches Nadya.

Elis lucía nerviosa, sabía el motivo, y me encantaría decir que yo no lo estaba, pero estaría mintiendo.

El motivo?

Por ridículo que parezca, es porque íbamos a cenar en la cocina 1. Habíamos estado evitando el sitio, no creo que sea necesario que explique el porqué.

A pesar de todo, había convencido a Elis de ir a cenar allí.

La justificación fue simple.

'¡Que se vayan a la mierda, cenare donde quiera!'

Por supuesto, no dije eso, pero era básicamente, que no podía estar evitando a todos de forma indefinida, así que simplemente iría a cenar allí de forma normal.

Tenía la esperanza de que no fuera tan malo, había ya pasado una semana desde que comenzaron los rumores, es cierto que seguía escuchando los murmullos, pero quien sabe, tal vez estaban hablando de otra cosa y yo simplemente estaba algo paranoica luego de aquel día donde Elis tuvo que rescatarme.

Estaba cruzando los dedos, aunque interiormente sabía que estaba siendo absurdamente optimista.

Suspire

-Nadya, aún podemos ir a otro sitio.

Hice una pequeña mueca.

-Sé que puedo, pero también quiero hacer esto.

Este pequeño ángel apretó mi brazo.

-Gracias por acompañarme.- Dije mientras devolvía el apretón.

Esto sin duda era desagradable para mi, pero no podía olvidar que también debía serlo para ella.

Entramos a la cocina sin problema, la misma era ruidosa por defecto, así que no note que la gente estuviera concentrada en mí, bueno... no toda al menos, pues sí que podía ver a algunas personas mirando a hurtadillas, pero bueno, era mejor de lo que esperaba.

Hice un esfuerzo consciente para no suspirar y acompañe a Elis a tomar nuestra cena.

Nos sentamos en una mesa vacía a cierta distancia del resto. Tenía una vista panorámica del sitio, era bueno ya que eso facilitaría mi búsqueda.

-No fue tan difícil - Dije sonriendo.

Mi pequeño ángel me devolvió la sonrisa, relajándose un poco.

Comimos tranquilamente hablando de cualquier cosa, mientras miraba de vez en cuando a nuestro alrededor.

Aún no encontraba a la persona en cuestión, aunque bueno, con lo poco que sabía eso era normal. Nombre, pelo castaño, delgada y que solía lucir nerviosa, eso último siendo el único rasgo destacable.

Quiero decir, había mucha gente con el pelo castaño, como yo por ejemplo, además la mayoría de las sirvientas eran delgadas tanto que sentía que no valía la pena mencionar eso como un rasgo particular. Y sobre el nerviosismo... No veía a nadie que entrara en esa categoría, es más, me atrevería a decir que yo parecía la persona más nerviosa dentro de la cocina.

-¿Estás bien?

'Se los dije'

-Si... solo estaba pensando en Edna, me preguntaba como le esta yendo.

-Lo siento, no lo sé.

-Esta bien, no tienes por que disculparte, solo me preocupaba un poco por ella.

Sentía que estaba jugando un adivina quien en la vida real.

Como sea tendría que seguir viniendo y paseándome por el castillo hasta encontrarla y luego de hacerlo tendría que asegurarme de que fuera realmente la persona adecuada para esta tarea.

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Un abrazo a todos, espero estén bien.

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