Capítulo 15

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Jungkook no supo en qué momento se durmió. Como siempre que Tae estaba cerca, su viejo amigo el insomnio no tenía lugar. Durmió sin sobresaltos y de corrido. Ya con el sol bien alto en el cielo, un sonido persistente y molesto lo obligó a abrir los ojos.

_ ¿Qué mierda es eso? _ preguntó con la voz pesada y con sus dedos jugueteando con las hebras de unos sedosos cabellos.

Entonces notó que algo, o más bien alguien, se movía perezosamente entre sus brazos, con un suave ronroneo de disgusto.

_ Creo que es el timbre _ balbuceó Tae con la voz grave, mientras se estiraba aún sin desenredar sus piernas de las contrarias.

En ese momento, el azabache recordó su poco favorable posición, en una cama donde no fue invitado. Mirando hacia abajo, vió la cabeza del castaño y sus inconfundibles rizos desperdigados sobre su pecho desnudo.

Solo bastaron unos segundos para que Taehyung se diese cuenta del espacio que lo rodeaba. Se quedó quietecito mientras lo procesaba, y despacio levantó la mirada hacia el rostro de Jungkook.

_ ¡¿Qué carajos estás haciendo aquí?! _ le gritó al tiempo que se sentaba de golpe.

_ Yo... puedo explicarlo, Tae.

_ ¡¿Por qué diablos estoy desnudo? _ bramó completamente atónito mientras se miraba a sí mismo vestido con solo el bóxer.

_ Para ser justos... desnudo, lo que se dice "desnudo", no estás.

_ ¡¿Qué pasó?! _ el castaño se levantó asustado y llevó una mano atrás como si quisiera constatar que todo estaba bien por allí.

Al verlo, Jungkook frunció el ceño.

_ ¿No pensarás que yo...? _ musitó sintiéndose ofendido por la desconfianza.

_ ¡No sé! Tú dime.

En tanto, el timbre volvía a sonar.

_ ¿Cómo crees que podría hacerte algo sin tu consentimiento, Tae?.

_ ¡Tú mismo me encerraste el otro día en el baño del hotel y te pusiste muy pesado! ¿Lo olvidaste? _ el castaño buscó su ropa desesperadamente, mientras el pelinegro dejaba la cama y lo seguía detrás.

_ ¡Estaba enojado y borracho, Tae! _ de fondo, el timbre repicó otra vez.

_ No importa el contexto. Lo hiciste _ dijó tomando sus prendas del mismo lugar en que las había dejado en el baño y comenzando a vestirse.

_ ¡Ese día no iba a hacerte nada ni aún estando borracho! ¡Mucho menos lo haría estando sobrio!.

Tae bajó la mirada. No sabía qué decir.

_ Puedo ser un idiota, pero no soy un maldito violador, Taehyung _ la voz del pelinegro se puso tensa y oscura _ No te atrevas a compararme con Do Yun.

Ante la mención de ese hombre, el castaño se paralizó. Sin embargo, pudo reconocer que sus palabras habían sido muy desafortunadas.

_ Yo... Lo siento. Fui muy estúpido. No debí decir eso. Discúlpame, por favor _ balbuceó despacio, y después terminó de vestirse _ Pero, dijiste que dormirías en el sofá, ¿qué hacías en la cama conmigo?.

_ La medicación te hizo efecto y te dormiste en la bañera _ el pelinegro vió como la cara del castaño se volvió a tensar _ No pude despertarte y... Yo solo te saqué de allí, ¿de acuerdo?.

La boca de Tae se abrió al igual que sus ojos.

_ ¿Tú me sacaste del agua? _ inquirió, cayendo en la cuenta de que, efectivamente, no recordaba haber salido por sus propios pies.

Entre Viñas y Cerezos 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora