Capítulo 9

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Era conocido por todos que la familia Park nunca escatimaba gastos a la hora de ofrecer a sus socios, clientes y amigos un ágape, pero esta vez se estaban luciendo. Habían contratado un grupo de destacados sommeliers que impartían conocimientos básicos de cata utilizando una variedad de etiquetas de Bodegas Kim. Más allá de los exquisitos entremeses y los increíbles vinos, el gran salón era todo un derroche de buen gusto. Enormes arreglos florales y delicadas lámparas de caireles daban luz y color al lugar. Y en el centro, una plataforma forrada en terciopelo tenía como fondo una amplia pantalla con la cara de Taehyung y su vino. Los acordes de Bajofondo amenizaban la noche envolviendola en un exquisito ambiente de tango contemporáneo. En las paredes, una serie de fotografías tomadas por el propio Taehyung, daban al lugar un aire de galería de arte que hacía todo aún más elegante y sofisticado. Los invitados quedaban sorprendidos frente al talento del castaño, y la magnificencia de los paisajes de Mendoza con reverdecientes viñedos, caudalosos ríos y la imponente cordillera de Los Andes. Todos ansiaban conocer las bellezas de tan increíble lugar.

Jungkook, con Yoo Bi prendida de su brazo, bebía su sexta copa de vino y se mantenía al fondo del salón donde no era visible para la gran mayoría. Estaba manteniendo una insulsa charla con un antiguo cliente de las épocas de Min&Jeon, hasta que el hombre se hartó de su falta de interés y siguió su camino saludando a otros conocidos.

_ Fuiste muy grosero, Jungkook _ le reclamó la chica _ Realmente no entiendo cómo la gente te aguanta.

_ Por lo mismo que me aguantas tú. Soy rico y mi dinero habla por mí.

_ Hoy los que hablan por tí son tus ojos. Es obvio que alguna mierda te metiste, porque tus pupilas están dilatadas.

_ No empieces a joder o te mandaré a Gongju esta misma noche.

_ Quizas no me niegue esta vez _ le advirtió ella, en un inútil intento de amenaza _ Eres un idiota cuando bebes, no quiero ni imaginar hasta dónde llegarás estando drogado.

_ Pues no será entre tus piernas, no te ilusiones.

El pelinegro se sintió aliviado cuando la chica, ante sus hirientes palabras, optó por callarse. Era obvio que su atención se centraba en otras personas. Más precisamente, en las que se encontraban cerca de la mesa central. Allí, Yoongi y Jimin, departían alegremente con los señores Park, mientras el mismo niño que había visto anteriormente, sonreía tomado de la mano de Min y este le acariciaba el pelo.

_ "¿Desde cuándo Min se volvió niñero? _ pensó desconcertado por la actitud paternal de su ex socio _ ¿Por qué el niño no está con sus padres?".

Su mirada vagó hasta dar con el pelirosa. Jin, orgullosamente colgado del brazo de Namjoon, reía de algo que comentaban un par de señoras de la alta sociedad busanesa.

_ J-Jungkook... ¿Esa no es tu madre? _ Yoo Bi estaba sorprendida de ver a "su" suegra allí.

El azabache llevó su mirada hacia donde ella le indicó y la vió. La señora Jeon, vestida con un elegante vestido azúl noche y con una enorme sonrisa en su rostro, se acercaba al grupo tomada del brazo de un apuesto y sonriente pelirrojo, Jung Hoseok.

_ ¿Qué mierda...?.

Lo más shockeante para Jungkook, fue ver cómo el pequeño corría a abrazarla y ella lo levantaba en sus brazos para besarle las regordetas mejillas, mientras Hoseok acariciaba su cabeza.

_ N-no entiendo nada _ musitó Yoo Bi sin dar crédito a la actitud de la mujer, a quien ella recordaba como un ser apático y desprovisto de emociones _ ¿Estás seguro que el niño es hijo del pelirosa de anoche?.

_ ¿Yo? ¿Cómo voy a estar seguro yo, si la que sugirió eso fuiste tú? _ le recordó Jungkook.

_ Si... bueno, es lo que parecía.

Entre Viñas y Cerezos 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora