Honzuki no Gekokujou | Un noble comerciante

Capítulo 11: Conociendo a la encarnación de una Diosa

Mañana será mi reunión con Aub Alexandria, aún sigo pesando en los motivos por el cual cambió su agenda para atenderme, sin mencionar la impaciencia de ir al castillo y averiguar el paradero de esa hermosa Diosa.

Los preparativos fueron hechos para hacernos pasar por plebeyos comerciantes. Solo iríamos Romina, su caballero guardián, Rafael y yo; Lord Teobaldo nuevamente estaría en la biblioteca. Lady Albertina sigue visitando la escuela del templo, así que no tengo porque preocuparme. Luego de preguntarles a algunos soldados, nos dirigimos en carruajes a la parte norte de la ciudad donde se encontraba la zona comercial, había numerosas tiendas y restaurantes al parecer. Solo podía notar a Romina queriendo entrar en cada tienda, debo tenerla vigilada cuando sea la visita oficial a la ciudad.

Por fin llegamos a una tienda de moda, nos sorprendió el diseño del edificio. Era único de grandes ventanas con varios trajes y vestidos en exhibición, que se observaban a los lados de la puerta de entrada. Romina y su caballero guardián querían compran todo lo que se exhibía pero las detuve, solo necesitábamos investigar las tiendas.

Todos los edificios usaban el mismo patrón de exhibición en sus tiendas, unas eran de ropa y accesorios, otras de libros y papel, dulces y pasteles. Una de las tiendas tenía un nombre inusual, [Farmacia] vendían ungüentos, protectores solares y varios tipos de medicinas para la piel, dirigidas a nobles y otros para plebeyos, era una idea única. También nos encontramos con el famoso restaurante italiano, recordando que hacía mucho tiempo había visitado el que estaba en la ciudad de Ehrenfest.

Estaba encantado y fascinado, esta ciudad era una maravilla y solo habíamos visto un par de tiendas no más. Preguntamos por la Compañía Plantin, hasta que por fin habíamos llegado, le pedí el favor a Rafael para que estuviese pendiente de Romina, no deseaba que causara algún problema. Cuando ingresamos en la tienda había varios aprendices arreglando los mostradores con libros y todo tipo de papelería. Un Joven casi de mi edad se nos acerca y nos saluda... "Bienvenidos a la Compañía Plantin, soy el encargado, mi nombre es Lutz, en qué puedo ayudarlos" estaba sorprendido de lo educado que era. Nos presentamos y le explico que somos comerciantes de Olympia y queríamos saber cómo funcionaba su compañía, ya que deseábamos trabajar en la industria de la imprenta en un futuro.

Lutz nos miraba con cara de alerta y sospecha, "El dueño se encuentra trabajando en el gremio de comerciantes, pero les puedo dar un recorrido mientas les explico las actividades de los aprendices, más allá de eso no puedo mostrarles cómo hacemos los libros, solo si Aub Alexandria lo permite" esto confirmaba lo difícil que era obtener esta patente, pero con el respaldo de Aub Olympia creo poder lograrlo.

La compañía solo trabajaba con papel Ehrenfest, tinta, herramientas para escribir, cortar, pizarras, tizas, diferentes artículos hecho de papel y sobre todo libros. Luego comencé a negociar con Lutz la compra de un buen lote de libros, mientras Rafael me apoyaba en tono de burla. "Vamos Benno tu puedes, demuéstrale que eres el mejor comerciante", por alguna razón Lutz se me quedo mirando de una manera incomoda y sospechosa, preguntando el motivo por el cual fui llamado así. Romina que nunca había escuchado ese nombre, también me pregunto, solo podía decirles que mi madre siempre había pensado que ese el nombre que debía tener un comerciante exitoso.

"...jajaja...Ciertamente su madre tiene razón, estimado Benno" decía Lutz con una gran sonrisa en su rostro. Sera que es un nombre común para los comerciantes de este territorio, bueno eso no es importante.

Lutz me comento que para poder trabajar en la industria de la imprenta debía negociar primero con Aub Alexandria y después con el Maestro del Gremio, que a su vez era el dueño de la Compañía Plantin. Después Gutenberg los artesanos exclusivos del Aub, harían un viaje para enseñar a los artesanos del territorio. Pero que la industria aún era muy secreta y no sería fácil obtener el permiso sin un buen respaldo, Drewanchel tercero lo tuvo muy difícil, pero después de mucho esfuerzo se aprobó la fabricación de papel y libros en ese ducado.