Capítulo 18: Decisiones

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Termine de arreglarme con la ayuda de mi séquito, salimos rápidamente de la villa, directo a las puertas de ciudad. De camino note un gran movimiento de carruajes llenos de equipaje, al igual que bestias altas normales y de abordaje. 'Qué estará sucediendo, para que la ciudad tenga tanta vida...'.Cuando llegamos estaba sorprendido, no solo mi familia me esperaba, también se encontraba la madre de Romina.

"Madre, Emily cuanto tiempo sin verlas, espero hayan sido bendecidas con el viendo protector de Schutzaria...", estaba feliz y preocupado por su repentina llegada, teníamos mucho de qué hablar. "...Lady Manfreda, Dregarnuhr la Diosa del Tiempo, vuelve a unir nuestros hilos nuevamente". No esperaba que ellas llegaran tan rápido y mucho menos que estuviesen acompañadas de la representante de Aub Olympia. "Ciertamente Dregarnuhr vuelve a unir nuestros hilos, Lord Benjamín... Ventuhichte está creando un hermoso tejido con dicho hilo" me decía Lady Manfreda mientras me dedicaba una sonrisa pícara, sin poder entender el por qué.

"Es bueno volver a verte, oh poderoso Lord Ewigeliebe", mi hermana me sorprendió con su saludo, mientras arrugaba mi rostro con disgusto. Ya me había olvidado del asunto... que sepan de ese incidente, solo significaba que las provincias aún seguían hablando de mi llegada. "Emily, no me vuelvas a llamar de esa manera... desde que compre esa visa, mi viaje hasta aquí ha sido un fastidio...". Ella solo seguía riendo, mientras que mi madre me miraba con algo de disgusto. "Benjamín, no sé qué hiciste, pero desde mi llegada me han estado llamando de Lady Ewigeliebe...", cuando me dijo eso, mis ojos se agrandaron por la sorpresa, ahora entendía porque el disgusto de mi madre, Aub Alexandria le envió la visa Ewigeliebe para entrar a este territorio.

Dejando el regaño de lado, le pido a Gunter que nos dirija a las residencias de mi familia, al parecer mi madre tendrá una temporal, se había informado de su visita pero no que llegaría tan pronto, aun así las residencias de Ewigeliebe estarían listas para dentro de una semana, eso me recuerdo que toda la Delegación deberá regresar a las residencias que les corresponde. Otra cosa que me sorprendió fue que no venían en ningún carruaje, mi madre invoco una bestia alta de abordaje, parecida a mi animal heráldico, inflando su pecho dándome una señal de orgullo. 'Por lo visto han pasado muchas cosas desde que me fui de viaje'.

Después de acompañarlos a sus dormitorios, quedamos de reunirnos a la cuarta campanada para almorzar en la villa donde me hospedo, teníamos mucho de qué hablar. Cuando regresaba pase nuevamente por las puertas de la ciudad preguntándole a Gunter si algo pasaba por la gran cantidad de carruajes y bestias altas. "Mi Lord aún no estamos seguros, al parecer todos vienen a la inauguración de coliseo, pero no me informaron que serían tantos... pronto no podremos recibir más residentes" eso era entendible no podrían hospedar a tantos nobles y plebeyos ricos, aunque la ciudad sea tan grande.

"Las residencias de plebeyos ricos están llenas y estamos dirigiéndoles a las ciudades vecinas para que se hospeden, pronto haremos lo mismo con los nobles que lleguen a nuestras puertas, ya se avisaron a los soldados y nobles caballeros para que detengan el paso en esas ciudades..." Gunter me explicaba con una mirada cansada... se notaba que estaba estresado por la llegada de grandes olas de nobles.

Un momento después un caballero Alejandrino se acercó a Gunter, desenrollando un papel parecido a un pergamino con un mensaje. "Capitán Gunter a partir de este momento, solo permitirá el paso a los nobles que tengan visas Flutrane, Schutzaria y Ewigeliebe. Cerraras las puertas para las demás visas, deberán dirigirlos al sur para que se hospeden en las ciudades vecinas de Edimburgo, Dublín y Nottingham...", Esas eran órdenes directas de Lord Ferdinand, algo grande estaba pasando sino que otra explicación podría tener esta invasión de nobles y plebeyos.

Honzuki no Gekokujou | Un noble comercianteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora