✨FERMIN✨
Otra vez no dejaba de pensar en la niña con la que me choque en ese centro comercial de Granada, cuando tenia unos 14 año creo.
Era mona pero vergonzosa y eso era lo que me llamó la atención de ella.
No me enteré de que Pedri vino a por mí, tenía el coche en el taller y no lo tenían listo hasta la semana que viene.
-¿Otra vez pensando en la niña esa? - pregunto riéndose.
-si - dije - aunque creo que ya sé quién es.
-¿Cómo decías que se llamaba? - pregunto Pedri.
-Irene - dije - pelo marrón, muy delgada y bajita.
-teniendo en cuenta que tú tendrías unos 14 años - dijo - ha podido cambiar ella también.
-voy a buscarla en Instagram - dije y me puse a buscarla, me salieron 20 mil Irenes - si supiera cómo se apellida o algo a lo mejor.
-¿Y la que estabas mirando? - dijo Pedri - puede ser esa.
-a lo mejor - dije - pero no creo.
-ya aparecerá - dijo - a lo mejor te has cruzado con ella o te has echo una foto.
-ya se como encontrarla - dije - tenía una pulsera con mi nombre creo.
-pues ya sabes cómo encontrarla - dijo.
Nos bajamos del coche y salimos al campo para entrenar.
En todo el entrenamiento no paraba de pensar en ella y repetir una y otra vez ese momento en mi cabeza.
✨ IRENE ✨
Decidimos ir a la Ciutat para ver si parábamos a Pedri y a Fermín, aunque como haya otra jauría de adolescentes de 12 años como la primera vez que fuimos, no volvemos más.
Cogimos nuestras camisetas que fuimos corriendo a la tienda oficial y nos las hicimos con nuestros nombres y nuestra edad.
Me puse un pantalón vaquero blanco y un top.
Yanira se puso lo mismo que yo pero solo que un top azul
Salimos hacia Ciutat que no nos pillaba tan lejos, también es que encontramos un camino en el que se tardaba 10 minutos menos, asi que mejor aún.
Cogimos un bolso blanco para que lo firmasen también y para meter las llaves de la casa.
-hoy es nuestro día - dijo Yanira.
-espero que no haya otra jauría de adolescentes - dije riéndome - y que no salgas mal tu
-que graciosa estás - dijo irónicamente y yo me reí.
Llegamos a Ciutat antes de que saliesen y esta vez no había jauría.
Nos sentamos en el borde de la acera a esperarlos.