Las dos caras de Bruno.

Capitulo 4: parís.

Al llegar a mi casa de inmediato corro a mi cuarto, no quiero contar con la suerte de encontrar me con alguien de mi familia y menos ahora que tengo chupones por todas partes.

Entro a mi cuarto, este es realmente sencillo pero todo se ve tan bien que no me quedan ganas de envidiar le a nadie, Escucho el tono de mi teléfono, mis manos se estiran para alcanzar lo, al tenerlo en mis manos demoro unos cuantos segundos en contestar, no sé si me conviene.

-Hola, Aby ¿Dónde estás?-Pregunta Rene Hiller, del otro lado de la línea, por si se lo preguntan si, es el hermano de Martha Hiller, es mi mejor amigo.

-En casa, déjame en paz, tengo un dolor de cabeza único.-Digo mientras que escucho su carcajada retumbar en mi cabeza.

-Que tanto es cierto que te fuiste con Bruno Rivera.-Afirma Rene con calma, pero sé que está conteniendo la risa.

-Es mentira, ¿Quién dijo eso?-Pregunto un poco alterada y confusa.

-Te lo diré si vienes a acompañarme, mi hermana parece que va a salir, paso por ti dentro de media hora.-Dice colgando el teléfono, sin darme tiempo de negar.

Mi resaca está a flor de pies al parecer no cesaría el dolor, pero es normal cuando no estas acostumbrada a depender de una botella.

Levanto mi cuerpo hasta el baño, mojo mi piel con unas gotas frías, recojo mi cabello largo y lo levanto enrollándolo en forma de tomate, termino de abrir la manija de la regadera y mi piel es mojada completamente en agua fría que pronto llega a ser agradable; escojo unos short cortos color blanco y una blusa roja con estampados coloridos, maquillo un poco mi cara y pronto estoy disimulando mi estado.

Después de unos cuantos minutos Rene llega en su auto, él no es rico pero tampoco le hace falta en dinero, llega con una chaqueta negra que cubre sus brazos, su sonrisa me indica que algo bueno le paso, aquí el problema es saber si en verdad es bueno, Rene no se llamaría buena compañía pero es uno de los pocos amigos en los cuales les confiaría mi vida.

-Por tu cara de tonto sé que algo te ha pasado.-Le digo subiendo en su auto mientras este solo me observa tratando de ocultar su gran sonrisa.

-Al fin la he conseguido.-Anuncia el arrancando emocionado.

-¿Qué has conseguido?-Le pregunto mientras aseguro el cinturón de seguridad y lo observo fijamente.

-He conseguido la beca en Francia, estoy dispuesto a irme en unos meses cuando acabe el colegio, apenas se haga diciembre estaré viajando para comprar un apartamento.-Me dice concentrado en la carretera.

-Me alegro.-Le informo besando sorpresivamente su mejilla, mientras que el solo abre sus ojos por la impresión.

-Gracias.-Me dice regalando me una sonrisa maravillosa.-Vente con migo.- Mis ojos se abren y una sonrisa de tonta se me estampa en la cara.

-Rene, sabes que tengo responsabilidades aquí, no puedo dejar a mi familia.-Le informo haciendo que él me mire un poco decepcionado.

-Trabajaras allá, les mandaras dinero mensual.-Trata de convencer, pero eso no tiene caso.

-Si quiero cuidar a mi familia tengo que estar aquí con ellos.-Le digo mientras veo como estaciona su auto en la cochera de su casa.

-No te quiero dejar aquí.-Anuncia el acorralando me en el asiento del auto.

-Debes comprenderme.-Le digo sintiendo su respiración cerca.-A demás me seguirás queriendo, así que va a dar igual.-Le digo mientras bajo del auto evitando me esa situación incómoda.

-Porque te quiero no me permito dejarte.-Lo escucho mencionar mientras me sigue lentamente.

-Estaré bien, no seas un amigo sobre protector.-Le digo burlona mente mientras escucho risas por toda la casa.-¿Quien esta aquí?.-Le pregunto mientras termino de entrar a su sala.