Mi sonrisa es única e incomparable, la mirada de Martha me ataca; lentamente se acerca mientras que yo cuelgo el teléfono.
-Tiempo sin verte ARES.-Me comenta forzando una sonrisa algo precavida, mientras se sienta a mi lado.
-La ultima vez que nos vimos fue hace casi como dos meses, la ultima vez que Bruno me dejo tomar el control, cuando casi obtiene el jugoso cuerpo de Abigail.-Digo con toda la intensión de provocar sus celos, se ve tan bella cuando se enoja, tal ves es una de las cosas que comparto con Bruno y claro, Abigail también .
-¿Con quien hablabas?.-Pregunta sin mas.-Con Abigail.-Ella misma se responde.
-Tenia que pagar...-No termino de hablar cuando siento como la mano de esta acaricia mi cuello.
-Si quieres te ayudo a cobrártelas.-Dice sonriente mientras se acerca peligrosamente a mi rostro.
-No necesito ayuda.-Digo rozando mis labios con los suyos.
-A un a si me ofrezco.-Dice atacando mis labios y empezando un juego que no creo que gane.-La odio.-Dice refiriendo se a Abigail.
-¿Se puede saber por que?.-Pregunto uniendo nuestros cuerpos y recostando nos a la gran cama.
-No importa.-Dice atacando mis labios sin piedad.-Siempre quise hacer esto.-La escucho susurrar.
Una sonrisa tan tierna se le posa en sus labios, sus manos juegan con mi ropa, su piel cálida hace contacto con la mía, al cerrar mis ojos y disfrutar sus caricias no puedo evitar el recuerdo de Abigail en mi mente, es como si lo que estuviera haciendo estuviera mal, es raro en mi.
Mis labios devoran cada parte de los suyos, sus labios rojos me indican que estoy haciendo un gran trabajo, comienzo a quitar su blusa, esta tan ansiosa que me facilita las cosas, ella misma se apresura a despojarse de las prendas que separan nuestra piel; sus manos desbotonan con rapidez mi camisa como si de una experta se tratase, una sonrisa se posa en mis labios al sentir la tan deseosa.
-¿Por que odias a Abigail?.-Pregunto mientras beso su cuello y lentamente bajo por su pecho.-Dime la verdad.-Sentencio mientras beso sus pechos algo desesperado.
-Por que me quito a Bruno.-Dice entre jadeos, no se si fue por el calor del momento que no pudo mentir o tan solo no pensó que traería consecuencias.
Lentamente subo mis manos acariciando todo a su paso, con mi boca distraigo sus sentidos, jugando a un mas rudo con sus senos y lentamente mis dedos se posicionan en su cuello, sin mas aprieto el agarre impidiendo la llegada de aire a sus pulmones, esta al sentir el agarre entierra sus largas uñas en mis manos intentando aflojar lo.
-No me compares con Bruno...¡¡Perra!!.-Grito en la ultima parte intensificando el agarre, están liviana que solo es una pluma en comparación con mi fuerza.-Acaso piensas que por que Bruno no se acueste contigo piensas que yo lo are solo para quitarte la decepción.-Comento con un tono maniático; veo como sus rostro lentamente se va tiñendo de rojo.
-No te comparo.-Dice con mucho esfuerzo, su vos se ve interrumpida con cada palabra, ver sufrir realmente me hace feliz.
-Claro que si lo haces.-Comento lanzando la contra la pared, esta con el impacto intenta levantarse y correr o tan siquiera fue eso lo que me hizo creer, pues al intentar atraparla esta me impacta la cara con una patada muy fuerte, logrando que mi nariz se rompa.
Rápidamente la rabia va cegando me; un rápido golpe en la nuca provoca que caiga de rodillas, la busco con la mirada un poco borrosa, al parecer me dio en un punto donde afecta la visión y el equilibrio; la veo a recostada a una pared un poco lejos de mi, en sus manos hay una jeringa con un liquido muy conocido, ella quiere dormirme y no la dejare hacerlo, por primera ves en toda mi existencia Bruno no esta luchando.
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Las dos caras de Bruno.
Storie d'amore-¿Que es lo que te ocurre?.- le digo dando le una bofetada.- te he dicho que no quiero estar mas contigo, no me busque mas.- le digo saliendo de mi casa. -No me importa.- lo escucho susurrar, mientras sus fuertes brazos me cargan hacia su auto. ...