Capitulo 5: ¿una cena?

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Narra Abigail.

-Entonces, ¿quieres ir a cenar?.-lo miro con desdén.

-Se supone que me llevarías a casa.-Le informo mientras acomodo mi cuerpo lateralmente para verlo a la perfección.

-¿Eso es un no?.-Pregunta chistoso mientras comienzo a confundirme.

-Yo no dije eso.-Le indico mientras el solo me regala una mirada tierna y juguetona.

-Entonces, ya esta decidido, si quieres cenar conmigo.-Sonríe mientras toma una curva haciéndonos ir en sentido opuesto a mi casa.

-Yo no te dije eso, no me confundas.-Digo pasando las manos por mi cabeza en forma de desespero.

-¿Te confundo?.-Pregunta el burlando de la forma mas descarada posible.

-Deja de jugar.-Anuncio mientras el solos se burla y insiste una y otra vez en el me confunde, a un que eso no es del todo mentira, creo que pierdo los estribos que me caracterizan cuando solo pienso en lo que pase esta mañana en el baño de la escuela, acaso nunca se borrarían esos recuerdos que solo aparecen cuando quieren.

-No juego, solo me causa gracia la expresión tan dulce que tu cara hace mientras te enojas, siempre lo he dicho.-Dice el mientras acelera el auto, mis nervios aumentan conforme a la velocidad que toma este.

-¿Que dices siempre?.-Pregunto mientras miro los arboles pasar muy rápido.

-Que te ves tan linda cuando te defiendes de todo y todos.-Dice mientras yo solo aguanto mi corazón en mi pecho para que no se salga por mi boca.

-¿No crees que vas un poco rápido?.-Le pregunto agarrando un poco de la camisa ajustada que lleva.

-No te preocupes nada te pasara mientras yo este contigo, ¿acaso tienes miedo?-Me pregunta mientras yo solo pienso como voy a morir.

-Vamos muy rápido, es solo eso, yo no tengo miedo-Le digo mientras el solo ríe.- Pídemelo.-Indica el.

-¿Pedir?.- Pregunto mientras solo me digno a mirar lo, al parecer solo acelera y acelera.

-Pídeme que me detenga.-Sentencia mientras ya comienzo a temblar, realmente me gusta la velocidad pero esto es exagerado, va muy rápido, como un auto puede llegar a tanta velocidad sin destruirse, tal vez exagero pero realmente me aterra la idea de morir y dejar a mi familia atrás, es precisamente por eso que me preparo para superar cualquier reto, solo me detendrá la muerte.

Mis manos tiemblan mientras mis ojos solo se fijan en el, mis lagrimas intentan salir pero uso toda la fuerza de voluntad que tengo para contener algún símbolo de debilidad ante el. Al ya no encontrar refugio en mi interior no me queda mas remedio que pedir.

-Deten el auto.-Le indico mientras el solo me ignora.

-Pídelo, suplica.-Me indica sin quitar la vista de la carretera.

-Por favor detén el maldito auto.-Grito mientras solo lo veo acelerar, se acerca a un auto por atrás, eso realmente me mata.

-Dilo.-dice el mientras acelera aun mas.

-Tengo miedo, me da miedo, por favor detén el auto.-Le grito, acto seguido gira a su izquierda entrando por una carretera realmente sola y detiene el auto.

-No fue tan difícil aceptar la verdad.-Lo escucho mientras una de sus manos acomoda un mechón de cabello detrás de mi oreja.

Miro sus ojos son tan cálidos, mantiene su calma aun que este en peligro, me mira como si solo quisiera cuidarme a un que casi me mata de un susto.

Las dos caras de Bruno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora