Las dos caras de Bruno.

Capitulo 37: 4 Fases.

 El tratamiento empleado en un trastorno de identidad disociativo (trastorno de personalidad múltiple) se realiza en diferentes fases. Cada fase del tratamiento tiene una duración individual diferente y, según las circunstancias, se puede realizar en repetidas ocasiones.

*En primer lugar, lo más importante es la creación de la relación terapéutica, que debe posibilitar al afectado involucrarse en el tratamiento. 

*En el segundo paso del tratamiento del trastorno de identidad disociativo es muy importante el fomento de la comunicación y colaboración entre las diferentes identidades parciales. Se trata de conocer las diferentes personalidades parciales.

*En la fase siguiente debería tener lugar una cuidadosa revisión del trauma. Esto requiere un proceso especialmente cuidadoso, ya que el afectado debe recibir apoyo para enfrentarse a los duros recuerdos sin disociarse. El objetivo consiste en aceptar lo vivido como parte del pasado sin que los viejos desencadenantes vuelvan siempre a provocar las estresantes imágenes de los recuerdos. 

*El objetivo de la última fase del tratamiento del trastorno de identidad disociativo es la integración y fusión de las identidades parciales. Los afectados deben poder y aprender a vivir como una única persona y aceptar el pasado como parte de su vida. Para ello, se ha de tener en cuenta si los afectados aspiran a esta integración como objetivo del tratamiento. Dado el caso, se ha de respetar su elección de mantener la variedad de identidades.

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-Hasta ahora van 3 fases de 4.-Dice el doctor observando la vista desde la ventana de cristal del cuarto.

-Me alegra.-Respondo con normalidad... aun que por dentro tengo la emoción a flor de piel.-Comencemos con la otra fase, ya quiero terminar.-Me levanto del asiento y estiro mi cuerpo.

Estos últimos 3 años no han sido tan malos, mi familia esta mas unida que nunca... y yo, estoy bien.

-Me agrada tu entusiasmo Bruno.-Dice el doctor sonriendo con algo de falsedad, en sus ojos se le nota nervioso.

-¿Ha pasado algo?.-Pregunto curioso.

Da un largo suspiro.-¿Acaso se me nota demasiado?.-Pregunta melancólico, si darme tiempo de responder habla.-Es mi esposa.-Comenta dirigiendo su mirada a cualquier parte del cuarto.-Esta embarazada.-Termina la frase con dolor.

-No te asustes, en verdad es un hecho maravilloso.-Digo acercándome a el.-A un que apeste al principio.-Digo soltando una risita.

-Ese no es el problema.-Dice enfrentando mi comentario.

-¿Entonces, cual es?.-Pregunto confundido.

-Yo no puedo tener hijo... Ese es el maldito problema.-Grita el Doctor que me atiende.

-¡Que gran problema!.-Digo con mis ojos bien abiertos.-Seguro que hay un mal entendido.-Digo tratando de calmarlo.-No creo que Emma sea de la clase de chicas que van por allí revolcándose con los hombres.-Digo a la defensa de la chica, en lo poco que conozco creo que ella es incapaz de engañar a su esposo.

-Yo trato de pensar igual.-Comenta con las manos en su cabeza.-Yo trato de pensar el por que.-Dice entre lagrimas.-¡Pero no lo logro!.-Termina desesperado.

-Oye, tranquilo. Seguro que ella lo hizo por alguna razón que nosotras no estamos viendo.-Le doy palmadas en la espalda.-Eres un excelente psicólogo, ahora, trata de comprender a tu mujer, trata de saber por que lo hizo.-Termino.