veintitrés

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—¡Perdón!—dijo aterrado intentando recoger los papeles con una sola mano ya que con su brazo izquierdo sostenía a Jungwon.

—¡Deja mis cosas! Asqueroso niño.—la señora empujó al omega causando que cayera por completo al suelo.—Típico de omegas ignorantes que se embarazan de cualquier tipo, ¡deja de tocar mis cosas!

Sólo se había estrellado con ella mientras salía de la guardería, causó que sus cosas y sus papeles cayeran por el suelo.

Se quedó quieto abrazando a Jungwon, tenía miedo ya que la alfa seguía refunfuñando mientras recogía sus cosas.

—Yo lo siento...—murmuró bajando la mirada, mostrando respeto ante la alfa.—Lo siento.

—¿Qué pasa aquí?—Minho se dió cuenta de la situación y enseguida ayudó a Jeongin a levantarse.

—Este omega ignorante tiró mis cosas ¡recógelas!—gritó intentando golpearlo de nuevo pero Minho le detuvo la mano.

Jeongin y Jungwon ya estaban llorando ante tanta tensión de ambos alfas.

Afortunadamente Dahyun llegó a su lado ayudándolo a alejarse de la situación.

—¿Estás bien? ¿Qué fue lo que pasó?—habló cargando al bebé para arrullarlo y que dejara de llorar.—Innie.

—L-Lo siento mucho, yo no quería.—negó limpiándose las lagrimas, fue entonces que  Dahyun notó aquella marca en su mejilla izquierda, la alfa le había golpeado.—Y-Yo sin querer tiré sus cosas y se enojó mucho...

—¿Te golpeó?

Jeongin bajó la mirada para evitar problemas, no quería dar molestias y tampoco acusar a la alfa la cual tuvo razón para golpearlo según él.

—Innie muéstrame tu rostro, por favor.—se acercó y miró su mejilla izquierda, tenía marcado un golpe el cual ya se veía rojo casi morado.—Oh por dios, esto no se puede quedar así.

—¡N-No! Yo estoy bien, n-no pasa nada, fue mi culpa y por eso me golpeó.—tomó la mano de Dahyun para que no saliera de la habitación.

—Jeongin, debo ir a decirle a Minho que te golpeó, no se puede ir por ahí golpeando a cualquiera.

—No, no, por favor.—rogó con miedo, estaba seguro que si le reclamaban esa alfa volvería a golpearlo.—P-Por favor no vaya, se lo ruego.

—Bueno.—se rindió.—Pero déjame curarte.

Asintió dejando que aplicara pomada y dejara un curita donde le había roto, lo había golpeado con mucha fuerza y tuvo miedo de que también golpeara a Wonnie pero afortunadamente no fue así.

Minho entró a la habitación y su aroma amargo hizo que ambos se pusieran alerta.

—¿Te golpeó?

Bajó la mirada al suelo y Dahyun explicó que no quiso que le dijera nada, tan sólo escuchó que dijo que no debía ocultar ese tipo de cosas porque nadie tiene derecho a golpearlo.

Aunque le daba igual, no podía defenderse ante nadie y sabía que en cualquier momento alguien puede llegar y hacerle daño, es inevitable (según él).

—Lo siento, no quiero causar problemas y esa alfa estaba muy molesta conmigo, tenía miedo de que volviera a golpearme.—susurró aferrándose al mayor, el señor Honnie le proporcionaba tanta seguridad que podría estar abrazado a el por muchos minutos.

—Innie.—llamó Jisung desde la entrada de la habitación.

—¡Jisung! ¡Sunggie!—corrió donde el omega y ambos se unieron en un fuerte abrazo.—¡Ya no estás enfermo! ¡Hola, hola!

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