Servitude

veinticinco

—Jungwon... Jungwon, ¡no! ¡No! ¡Déjalo!—abrió los ojos y lo primero que vió fue a Felix cargar a Jungwon llorando.—Señor Felix, s-señor Felix, ¿qué pasó?

—Innie buenos días, Wonnie despertó llorando, sólo eso.

Suspiró tranquilo y miró el techo de la habitación, había miles de figuras pintadas de diferentes colores, sonrió de manera inconsciente por tan linda obra, miró toda la habitación y cayó en cuenta que no era el hospital, recordó lo que había pasado y aunque le dolió, se sentó.

—¡¿Qué pasó?! ¡Ay no! A-Ah, no puede ser, ¿qué hice?—se miró las manos y las piernas y estaba todo bien aunque la ropa era diferente y tenía un olor peculiar, todo su cuerpo estaba bien (dejando de lado los golpes), ¿entonces por qué estaba dormido?—¿Qué hice?

—No has hecho nada, sólo te quedaste dormido en el sofá.—se sentó en la cama y con cuidado le entregó al bebé quien de inmediato dejó de llorar.—Wonnie te necesitaba para descansar, ya desayunó y recientemente le di un buen baño.

—Gracias p-por todo,—desconcertado, siguió mirando la habitación y por último la ventana, recordó qué intentó saltar dos veces y que Hyunjin le detuvo.—¡Ay no! ¡No puede ser!

—¡Innie! Calma cariño, vas a lastimarte.

—No, no, d-debo irme, debo esconderme... s-si alfa me ve va a...—no logró terminar por el ruido de la puerta siendo abierta, al notar quien era no tardó en bajar la mirada y aferrarse a su bebé.

—Buenos días, Jeongin.—se acercó y dejó la bandeja de comida a un lado del omega.—Traje desayuno para ti.

Lo captó como una orden y de inmediato comenzó a comer intentando ocultar el terrible temblor en su mano pero era imposible por el miedo que tenía de Hyunjin, en cualquier momento volverá a tomar con fuerza su brazo y a mirarlo con enojo y desprecio, lo sabía y debía hacer lo posible para no hacerlo enojar más.

—Jungwon fue encontrado en la puerta de un orfanato ayer por la noche.—dijo el alfa de manera seria.

El omega soltó de golpe la cuchara y aferró sus dos brazos a su bebé.

—¿Por qué mentir, Jeongin? ¿Por qué nos mentiste? Jungwon no se merecía eso.

Ni siquiera se movió un poco, no tenía caso que dijera la verdad porque no iba a creerle, no tenía caso intentar defenderse porque cualquiera puede hacer con el lo que quisiera, así que no importaba si el alfa lo tiraba a la calle o lo hacía pasar por cosas dolorosas por mentir.

—Contéstame Jeongin.—mandó aún sin acercarse.

—L-Lo siento.—murmuró y quiso llorar al ver unas manos cerca, sabía lo que quería así que sin rechistar le entregó su bebé a Felix, no hizo nada al escuchar la puerta ser cerrada.—Lo siento.—murmuró de nuevo sintiendo la intimidante mirada del alfa, ahora sería su fin porque estaba a solas con el, no quería imaginarse lo que le haría.

—¿Por qué dijiste tal cosa? Incriminaste a mi madre en algo muy grave cuando ella no hizo nada, ni siquiera sabía. ¿Por qué mentir? ¿Por qué abandonaste a Jungwon? ¿También fue mentira que ese "Alfa" te encontró?

—Yo... lo siento.—temblaba terriblemente y se levantó de golpe cuando sintió al alfa acercarse, retrocedió hasta que su espalda pegó en la pared.

—Jeongin, respóndeme. ¿Acaso también mentiste sobre ese alfa? Porque no encontramos a nadie cerca, ningún sospechoso.

—¡No! ¡Y-Yo no...!—se quedó callado, el no mintió pero si lo decía iba a ser lo mismo.—P-Por favor que no duela... n-no le diga a Jungwon de mi, por favor que no sepa nunca de su verdadero padre... p-por favor que no duela...