Capítulo 4

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Dary

¡Estoy en Inglaterra!

En Londres específicamente. - eso dicen.

No sé por qué pero me emociono - supongo que al ver la vista. Todo es tan majestuoso,  es más, disfrutaría  esto al 100% si no estuviera secuestrada.

Mientras estuve bajando del avión.  Junto a los otros,  el no tan viejo Roy se tomó atribuciones al explicarme cómo iba el movimiento ese de la mafia, si me llego a topar con  su supuesto amo. ¿A quién mierda le gusta que lo llamen así?

Roy solo me dijo:

“No contradigas al  amo, siempre con la cabeza gacha, no te le acerques demasiado, y  por ninguna circunstancias le  hables”

Este hombre parece muy delicado.

Roy me aseguró  que hará lo posible por hacerme cumplir un rol allí dentro. - que no sea el de prostituta.

  No sé si alegrarme, pero preferiría no estar rodeada de matones.

También me aseguró que el supuesto jefe es difícil de tratar y que la última palabra la tiene él. sí que si decide matarme lo hará.  - prefiero eso a que me violen.

El vegete tuvo incluso la osadía de decirme que me valla preparando por si acaso.

¿Cómo me tengo que preparar? ¿Cómo carajo se prepara uno en esta mierda?

Aunque el  duda que yo tenga  contacto con él,  pero por si acaso.

Me provocó estamparle una tenaza por la nariz, darle unos cuantos  hachazos. - Bien ya estoy  pensando como toda una  asesina.  Tal vez les ayude.  Empezando por limpieza de personal.

«Deberías empezar por el  rubio»

Me froto las sienes  tratando de librarme de esos pensamientos.  Debería estar acojonada, muriéndome de miedo, pero la verdad es que no se ni como sentirme.

Volviendo a lo otro, le dije que podían dejarme ir. Pero me dijo que  ya he  visto demasiado. La única manera de salir de aquí, es muerta.

Que esperanza la mía.

Al rato, llegamos  a una casa, parece un puto castillo,  nos hacen entrar por un portón de la parte  trasera.  Los hombres de negro nos dirigen a una especie de granja, el cual tiene unas puertas abiertas   en el piso, vamos caminando  por una especie de túnel oscuro, apenas hay lámparas de querosén supongo, las paredes son de piedra.

Un tío dice;

— Bienvenidos al almacén,  el lugar más cómodo para ustedes y procuren no molestar. No querrán ir a las cuevas.

Fino,  nos van a encerrar como animales.

Todas las putas  se fueron con un guardia moreno.  A los  hombres se lo llevan  para entrenarlos según dicen.

— Mientras más se resistan más tortuoso será. –  el moreno le dice a las mujeres  que  están llorando.

Algunas se peleaban con los guardias y otras están siendo arrastradas.

De mi parte parezco un zombie o  robot, que se yo, solo  me dejo guiar tranquilamente. Nada gano si me van a terminar arrastrando a patadas. Observo todo a mí al rededor - va a hacer muy difícil escapar de aquí -  hay mil guardias por todos lados y en cada puerta, en la esquina. Joder ni en la casa blanca.

Parece que están custodiando a una reina. Cuando llegamos,  el rubio me toma por el brazo antes de que me encarcelen.

— Ella es Mía. - declara ante los demás guardias.

Atrapada en la Mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora