Another Life (Leon S. Kennedy x lectora) RE4 | 2 Libro

21. Nos iremos juntos, todos

Suspiré en cuando una horda de enemigos cayó una vez más una vez que terminamos que estaban por el lugar. No podía creer lo mucho que mis habilidades habían mejorado de la noche a la mañana después de cuando estábamos en la cabaña. Y sabía que todo eso se debía a algo que estaba dentro de mi, era imposible que se tratase de la plaga, ya que eso no le había pasado a Ashley o alguno de los demás infectados, estaba claro que algo más dentro de mi hacía que mi organismo se reprodujera y se hiciera más fuerte con una velocidad que nadie podía imaginar, pues mi herida había sanado más rápido de lo que yo podía pensar.

Giré para ver a Ashley y saber donde se encontraba ella, por suerte, todavía estaba cerca y no habría por qué preocuparse por ella estando detrás de ellos, con suerte y más adelante se podrían encontrar con un punto seguro en donde podrían descansar sobre una silla y una cama, incluso para revisar sus heridas una vez más y no encontrarse con sorpresas desagradables.

Pasé una mano por mi pelo y le sonreí a ella, tratando de que no se quedara atrás cuando no hubiese infectados en los alrededores. No queríamos que se ocasionara un problema a estas alturas, además, me sentiría realmente decepcionada si tuviéramos que separarnos los unos de los otros. Aunque por fuera me reusaba a convivir con Leon y adoptara una forma más ruda y fuerte parecida a la de antes, realmente extrañaba estar a su lado y éramos un buen equipo cuando se trataba de proteger a Ashley de cualquier peligro.

—  Ahí esta, ¿somos un buen equipo, no es así? — cuestioné en cuando llegamos a un lugar alejando de los demás infectados del alrededor.

—  ¡Si, somos super geniales juntos! — gritó Ashley con un poco de su tono asustado, aún así, sonriendo por los avances que esto estaba teniendo y como habíamos llegado tan lejos a pesar de no tener aún pistas de lo que había pasado con mis compañeros o si teníamos una manera de escapar de aquí.

Leon se adelantó para abrir una puerta de madera que estaba apunto de ayudarle a abrir, sin embargo y como esperaba, él no me dejo ni tocar la superficie, supongo que aún estaba un poco preocupado por la herida en mi cadera y quería que hiciera el menor movimiento posible.

—  Sabes, no tienes que preocuparte por mi siempre, me las puedo arreglar sola... soy una mujer independiente — hablé con un poco de molestia y burla, ya que, aunque no quería que él simplemente la protegiera durante el periodo de su misión, también quería que él tomase en cuenta su fuerza, su ayuda y cualquier cosa que necesitara de ella.

—  No puedo dejarte hacer todo el trabajo... — dijo mientras se cruzaba de brazos y miraba a otro sitio —, ya has hecho mucho por mi.

—  Por favor — dije mientras veía levemente atrás mío para ver a Ashley pasar por la puerta con cuidado — . Solo he cuidado de mi equipo como tú lo has hecho...

La mirada de Leon entonces se separó de la vista original y me miró, sus ojos azules se perdieron con los míos y sentí un escalofrió rondar por mi espalda, el calor de mis mejillas y el latir fuerte de mi corazón alocado, me había perdido por un momento en aquella simple mirada que me recordaba tanto a cuanto lo había querido, en cuanto deseaba que me recordara, que recordara aquellas cosas que pasamos en la comisaria, quería que tomara mi mano y me digiera que recordaba cada una de las cosas que habíamos hecho antes, incluso que recordara la textura de mis labios sobre los suyos. Pero no, no ahora, no recordaba, no lo haría, incluso si yo lo decía en voz alta.

—  No es lo mismo. Estoy en deuda contigo.

¿Por qué me decía esto tan súbitamente? Aquellas palabras tuvieron un efecto familiar en mi, era el que hacía que mis mejillas se sonrojaran y una sonrisa se extendiera por mis labios por inercia. Nunca me había comportado tanto como una joven chica de escuela enamorada, pero ahora lo ameritaba, pues con unas simples palabras, creí que estaba llegando a alguna parte con él.