Another Life (Leon S. Kennedy x lectora) RE4 | 2 Libro

16. Parece recordarme

Disparé con exactitud a uno de los enemigos que parecía quererme herir a mi, mas balas fueron desperdiciadas por la pelea, le disparé a otro enemigo que tenía una botella de molotov, disparé sobre su botella y el liquido que estaba encendido incendió sus piernas y pronto todo el fuego se esparció sobre su cuerpo, dejándolo calcinado. 

Giré sobre el suelo al toparme con una bomba y la desactive antes de que Leon pudiese pasar, después de todo, no quería que él saliese herido por una de esas cosas, con suerte nos decidimos de la primera ronda de esos infectados, antes de escuchar más voces bajar de la parte superior del lugar. 

Maldije en voz baja y disparé a los que pude, noqueando a otros con el mango de mi pistola, antes de deshacerme de otros de patadas y de heridas profundas con mi cuchillo. Estaba sudando y casi parecía perder la paciencia con cada enemigo que salía, sin embargo, estaba acostumbrada a este tipo de cosas y el entrenamiento me había hecho fuerte a estos golpes. 

Sin embargo cuando giré para ver que tal le estaba hiendo a Leon, abrí los ojos con sorpresa y miedo al ver como Leon iba a ser golpeado por uno de los mazos del enemigo, así que corriendo como pude, disparé sobre la cabeza del enemigo, pero eso no evitó que el golpe del mazo me diera justo en el abdomen y saliese volando hacía la pared de madera de una de las cazas que estaba ahí. Gruñí con dolor al sentir el escozor de la herida. 

— ¡t/n, aguarda ahí! — me gritó él desde su posición, mientras se deshacía de los que estaban en los alrededores con su escopeta y con su pistola, antes de acercarse hacia mi con rapidez. 

Bajé la mirada para ver mi cadera malherida, esto ocasionaría un maldito hematoma y por ende, un complicado obstáculo que sería de 'gran' ayuda para nuestra maldita misión, casi quería negarme a avanzar, al saber que solo sería un gran peso para el grupo y sin embargo que ambos estarían en negativa por dejarme ir, eran demasiado testarudos para dejarme aquí en la soledad. Así que tuve que tragarme el dolor y intentar pararme. 

— No te preocupes, estoy bien — dije mientras me agarraba a la pared, sin embargo, no podía apoyarme correctamente, esa parte en mi cadera ocasionaba gran dolor y apreté los dientes al sentir las pulsaciones en ese lugar. 

— No estas bien, déjame verlo... — suspiré y puse los ojos en blanco, no iba a dejar que me viese en ese estado, no al menos dos veces. 

Entonces giré mi cabeza hacía él y antes de verlo a los ojos, sin embargo, mi mirada se enfocó en algo que se arrastraba detrás de él y abrí los ojos antes de que esa cosa pudiese tocarlo. 

— ¡Leon, cuidado! — dije mientras sacaba mi arma y disparaba al infectado a sus espaldas. 

Las balas atravesaron el cuerpo del infectado, pero ese no fue el único que salió y pronto el dolor me hizo recargarme sobre la pared y dejar salir un gemido de dolor. Entonces Leon se dio cuenta de mi condición y con una mirada grave sobre su rostro, extendió su mano para que estuviese protegiéndome, antes de decirme las palabras que hicieron que todo me recordara... que aún era él. 

 — t/n, quédate detrás de mi. No quiero que dispares, solo quédate donde estas. 

Negué con la cabeza, sin estar dispuesta a dejarlo ir tan fácilmente al peligro. 

— No voy a dejar que hagas esto solo... ni siquiera lo pienses. 

Entonces él se volteo levemente para mirarme, antes de hablar con su tono seguro y serio. 

— No estoy preguntándote, estoy hablando en serio... quédate atrás. No quiero que te hagas más daño t/n, me importas... 

Y esas fueron las palabras que lo cambiaron todo...