Miré con sorpresa la radio, las lagrimas aún resbalaban por mis mejillas, pero estaba viendo la radio, tratando de darme cuenta o simplemente ver si la voz que había escuchado era realmente de Naomi y no estaba empezando a imaginar cosas por el miedo de ver a Wendy en aquella posición tan desafortunada. Sin embargo y casi sentí una sonrisa extenderse por mi rostro cuando tomé la radió con ambas manos y me la pegué al oído.
— ¡¿Naomi?! — exclamé con miedo.
Entonces detrás de la estática del aparato, finalmente escuché las palabras entrecortadas de alguién, ese alguién era nada más y nada menos que Naomi, la persona que yo estaba segura de que había hablado anteriormente.
— ¡¿t/n, estas ahí?! — escuché con un poco de dificultad la voz de Naomi al otro lado de la estática, apenas y podía escucharla con lo roto que estaba el aparato, pero yo sabía que era ella, conocía su voz y podía notar que estaba ahí, que quería decir algo.
— Naomi, si te escucho... ¿cómo estas?
Quería saber si ella estaba bien, si estaba con vida y que no tenía ninguna herida y por sobre todo, si estaba con uno de los demás, aunque sea por un pequeño instante. Tenía que saber si los demás estaban con ella, si al menos sabían el paradero de los demás chicos, yo misma tenía que saber eso, no quería que todos tuvieran el mismo destino que Wendy, incluso si eso era lo que menos quería recordar.
— Estoy bien... estoy con vida... M-Martin esta conmigo... estamos dentro del castillo, a las... afueras... ¿Crees que puedes... venir con nosotros? — esas fueron las últimas palabras que escuché a través de la radio, hasta que finalmente la conexión se hubiese perdido, estaba totalmente sorprendida, desconsolada, pero también había esperanza en mi interior, no todo estaba perdido y yo misma sabía que tenía la oportunidad de salvar a los chicos, los que aún estaban con vida.
Miré hacía abajo para ver la radio en mi mano, antes de girar levemente para ver el cadáver de Wendy, mi corazón se estrujó una vez más, sabía muy bien que esta era una mala decisión, ir a salvarlos por mi cuenta, pero si de esa manera había terminado una de mis compañeras y amigas, no me iba a arriesgar a que Leon o Ashley terminaran de la misma manera, así que apreté la radió en mis manos y decidí dejarla sobre mi pantalón.
Recargué con cuidado la escopeta en mis manos, antes de alzarme y limpiar una mancha de lodo sobre mi mejilla, miré hacía enfrente, a aquel gran castillo, si Naomi estaba en lo correcto, podría reunirme con ellos, con Naomi, Martin y posiblemente más adelante podría encontrarme con Volt y Dean, podríamos llegar a casa todos juntos.
Apreté con fuerza mi escopeta y la guardé sobre mi funda. Mis pies comenzaron a caminar rodeando la gran muralla del castillo, sabía que como esta clase de estructuras tenían una seguridad muy arcaica, también tenían unas entradas escondidas, y yo me encargaría de darme cuenta de donde se encontrarían esas puertas.
Caminé por todo el alrededor del castillo, tenía molestia conmigo misma por no darme prisa cuando debía, después de todo, aquí me encontraba, sin poder encontrar una manera de entrar al castillo y encontrar a Naomi junto con los demás. Pero eso no me detuvo, incluso con todas las cosas que odiaba como lo eran el barro, o el agua que escurría y se me metía a la ropa, aún así, me las arreglé para caminar por los alrededores con una cara cansada, que dejaba en claro lo mucho que no soportaba simplemente que todo estuviese pasando.
Quizá si yo hubiese ido sola desde un principio, nada de esto habría pasado, quizá ni siquiera tendría que preocuparme de que los demás estuviesen bien, solo me hubiese encargad del virus y de Ashley, y ese también era mi problema, lo que me molestaba. Ashley ya tenía a Leon, quién se veía mucho mejor preparado que yo para estar aquí, se veía que tenía la fuerza, las técnicas, incluso el conocimiento para estar ahí.
Todo esto estaba lleno de cosas malas para mi, desde la desaparición de mis compañeros, hasta la llegada de Leon, quién ni siquiera me recuerda en absoluto, cada maldita cosa que pasamos parece no recordar, y yo sé por qué, por qué no me recuerda, la verdad esta frente a mis malditos ojos, solo es cuestión de darme cuenta todo lo malo que dejé detrás. Él no solo pensó que yo había muerto entre los escombros de Raccoon City, si no que yo había dejado mucho dolor sobre él, no era nada extraño que pensara que yo era una simple coincidencia en su vida, quizá nada más que un recuerdo olvidado, quizá hasta una clara imaginación suya.
Decido olvidarme de esos pensamientos por ahora, no es propio de mi pensar en esas cosas, desde que me olvidé de Leon en la última vez que nos vimos, me había hecho a la idea de que si el estaba vivo, estaba viviendo una vida completamente alejada de mi, con sus propias preocupaciones, e incluso si fuese así, yo no sabía si él tenía una novia o una esposa esperándolo en casa, había hecho todo este melodrama celoso por nada, pues era obvio que podría haber una mujer esperándolo y yo ser... solo el amor de una misión.
Antes de que avanzara mucho más, mi mirada se llenó de una especie de... borrosidad, detuve mi caminar para darme cuenta que era lo que estaba haciendo que mi cabeza diera vueltas de esa manera, que era lo que causaba que esta cosa se plantase en mi visión y me impidiera caminar más aún adelante. Me detengo y siento un agudo dolor sobre mi garganta, aquel que me hace quejarme y toser fuertemente. Alcanzo a taparme la boca con mi mano y cuando la aparto, me doy cuenta que lo que ha salido de mi no es nada más que sangre, sangre fresca y llena de mi enfermedad, esto me esta causando problemas, no puedo hacer más que preguntarme como podría quitarme esta plaga de encima.
Antes de que avance más, el sonido de pisadas me hace alertarme, giré rápidamente la mirada para saber de quién se trataba, estaba segura de que no se trataba de ningún infectado, me hubiese dado cuenta de inmediato si es que se trataba de un infectado, esta persona estaba bien, lo reconocía por sus pisadas y yo sabía que no estaba sola en ese lugar.
— ¿Quién anda ahí? ¡Revélate! — grité con molestia, a sabiendas de que se trataba de alguién que no quería matarme, o al menos, no matarme en el momento.
Cuando giré a los alrededores una vez más, mi mirada se topó con una silueta que no esperaba ver de nuevo, como lo hacía dicho anteriormente, se trataba de una silueta humana y claramente estaba en lo cierto cuando dije que esto sería una sorpresa nueva para mi, pues cuando al neblina se quitó de encima mío, no pude evitar abrir los ojos y retroceder al ver a la persona delante de mi.
— T-Tú... — susurré todavía sin poder creerlo, sin poder comprender del todo que es lo que ella hacía aquí y porque estaba justo en el mismo lugar en el que estaba yo y Leon, esta era una de las casualidades más grandes en las que me había envuelto y ella también lo sabía.
Camino de manera lenta hacía mi, teniendo cuidado en cada uno de sus pasos, mirándome con sus ojos de manera lejana, pero atenta, yo la miré de la misma manera mientras ella finalmente se dignaba a soltar algunas palabras para mi.
— t/n, es bueno verte de nuevo.
Su voz, sus rasgos, conocía todo de esta persona, no éramos ajenos a nosotros mismos, no éramos ajenos a lo que ya conocíamos del otro, incluso, sabía que detrás de la mirada de ella, ella sabía muy bien lo que yo estaba pensando en ese momento y creo que pudo deducir mi sorpresa después de todos estos años.
— A-Ada... estas...
— ...¿viva?
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Another Life (Leon S. Kennedy x lectora) RE4 | 2 Libro
FanficDespués del trabajo que tuviste que hacer en Raccoon City, creíste que ese era el único que iba a tenerte hiendo contra los experimentos que tuviesen que ver con Umbrella, pero como si fuera casualidad, una nueva misión se te es asignada. Encontrar...